Nunca nos gusta tener que dar ciertas noticias, como la de hoy, pero no podemos dejar de anunciaros que ha fallecido un cineasta histórico, el director Jess Franco, a consecuencia de un infarto cerebral sufrido el miércoles pasado.
Con 82 años de edad, y más de 56 años dedicados en exclusiva al cine, Franco tiene una singular filmografía que ronda las 200 películas, mezclando erotismo y terror, y curiosamente ha estrenado recientemente una de sus últimas películas, Al Pereira vs. The Alligator Ladies.
Su primer largometraje, Tenemos 18 años (1959) lo podemos clasificar como comedia, pero ya se veía cierto tono fantástico que iría encaminando al cineasta a lo que englobaría su prolífica carrera consagrada al género puro, sobre todo el fantástico. Su primer gran éxito, Gritos en la noche (1962), ya revelaba los detalles artísticos y de estilo de su estilo, arrancando un ritmo frenético de producciones, pues ese mismo año estrenaría Vampireras 1930 y La mano de un hombre muerto.
Como consecuencia de su oposición a la dictadura franquista, realizaría gran parte de su obra de los 60 y 70 en el extranjero, firmando con pseudónimos, pero no sólo la censura española hizo estragos con él, ya que la internacional catalogó algunas de sus películas como X y otras se estrenaron censuradas.
En una nota que la Academia de Cine difundió cuando Franco ganó el Goya de Honor en 2009 por su extensa carrera cinematográfica, dijo: «Estoy encantado, porque como nunca me he creído merecedor de nada, me parece un regalo precioso. Es una alegría y un enorme honor. Nunca esperé ningún reconocimiento de mi carrera. Nadie me ha dado nada, sólo con mi primer mediometraje Sobre Pío Baroja (1959) me dieron muchos premios aquí y fuera de España».
Su talento ha sido reconocido por cineastas de espíritu cercano como Roger Corman o Quentin Tarantino, y en 1965 trabajó como director de segunda unidad para Orson Welles cuando rodó en España Campanadas a medianoche, así como en sus proyectos inacabados, como Don Quijote, de la que Franco realizó un montaje incompleto del material rodado por Welles que se pudo recuperar de sus herederos, y se estrenó en 1992.
Con su muerte desaparece uno de los cineastas más atípicos de nuestro cine, marginado durante gran parte de su carrera, y finalmente reivindicado.
No me gusta su cine y detesto el reconocimiento que se le hace a este subproducto.
No obstante, lamento su muerte. Un tipo único.