Las críticas de Óscar M.: La jungla de cristal
John McClane hizo su primera aparición en el cine en 1988 en una película titulada Muerte dura (traducción más que literal de Die hard), la cual en España (tirando del argumento) se llamó La jungla de cristal. Llegó en un momento en el que el cine de acción con héroe solitario estaba algo estancado, un claro ejemplo son otras películas del mismo año como Danko: Calor rojo, Rambo III, Por encima de la ley y Contacto sangriento.
Incluso se había combinado con otro tipo de géneros, como la comedia o el drama, todo para evitar que este tipo de películas (que ya rozaban el cliché) quedaran relegadas a los videoclubs y alejadas de las salas de cine. En parte este estancamiento se producía porque las películas de acción tenían un esquema preestablecido: al héroe siempre le sale todo bien. Hasta ahora.
Hay que valorar la excelente manera de presentar al personaje: abandonado por su mujer (y sus hijos) y que se enfrenta a un grupo de terroristas en camiseta, sin zapatos ni calcetines y sólo con su pistola reglamentaria. Es destacable cómo la película establece un patrón y puede considerarse hasta un argumento esquemático para un videojuego: el personaje empieza casi desnudo y poco a poco va consiguiendo armamento y, con su ingenio, ayuda.
La acción se desarrolla casi sin freno durante todo el metraje, dejando escenas que han pasado a la conciencia colectiva y han quedado como una excelente muestra del mejor cine del género: la escena del ascensor, continuada con la persecución por la azotea y la caída por los conductos de ventilación, sólo son comparables a la llegada del FBI y la destrucción de las plantas inferiores del edificio, sin olvidar el explosivo final en la azotea y la cámara acorazada.
El espectador disfrutará de acción durante dos horas, en las cuales la tensión y la adrenalina no dan respiro al cuerpo y donde se transmite perfectamente la situación vivida por el protagonista, un nuevo tipo de héroe sin armamento, sin ayuda y casi sin ropa, sólo con su ingenio y habilidad.
El argumento de la película parte de la novela «Nothing last forever» de Roderick Thorp (secuela de otra novela y consecuente película llamada The detective y protagonizada por Frank Sinatra) y el guión sale beneficiado de ello con una historia perfectamente redonda y coherente.
Otro de los aciertos de la película es contar con un malvado inteligente (excelentemente interpretado por Alan Rickman), que miente y asesina sin compasión para conseguir su objetivo, un plan perfectamente trazado, donde (para desgracia del héroe) todo le sale bien, y que ayuda a que el espectador valore más al personaje de Bruce Willis.
Los excelentes secundarios elevan el nivel interpretativo de la película, no hay que olvidar a la inigualable Bonnie Bedelia (capaz de enfrentarse a un terrorista sin nada más que su capacidad dialéctica y sobrevivir mentalmente a un secuestro sólo con su inteligencia), al tristemente encasillado en papeles de malvado Alexander Godunov y a Reginald VelJohnson (posteriormente atrapado para siempre en la serie Cosas de casa).
La jungla de cristal conjuga a la perfección un excelente (y sorprendente) guión (con unos magníficos toques de humor cinéfilo y televisivo que ayudan a relajar la tensión), una dirección más que acertada por parte de John McTiernan, una memorable fotografía de Jan De Bont y una excelente composición de Michael Kamen (que, artísticamente, consigue introducir piezas de música clásica en una película actual con una partitura propia casi en su totalidad).
Podéis conseguir el pack con la saga en DVD o Blu-ray o La jungla de cristal por separado aquí, ¡Yippie-ki-yay!.
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Obra Maestra del género.
Desde luego, no hay nadie que pueda decir que no fue un "exitazo", dado el estancamiento del género.
Lo bueno es que se ha mantenido fresca con el tiempo.
Para mí es la mejor, sin duda. De las que repites y repites =D
Un saludo,
~El Club de las Sebaduras~