Las críticas de Jorge Vallejo: Érintés
Una obra llena de poesia visual, dirigida por el gran animador Ferenc Cakó, con la técnica de dibujos con arena.
Cakó nos habla en un lenguaje intimista donde rememora la memoria de su padre, a través de una sucesión de símbolos plásticos, el Pegaso como alegoría de la libertad, de la lucha y del cambio, la relación de un hombre y una mujer, como representación del amor, de la esperanza y del sueño de alcanzar algo, el maletín como el esfuerzo y la lucha del trabajador, las sillas enormes como representación de la soledad, y finalmente esa caja que, tarde o temprano, nos alojará a todos, como alegoría de la muerte.
Las imágenes se fusionan unas con otras, creando Cakó maravillosos dibujos con la arena, con la textura que sólo ésta puede proporcionar, para luego animarlos, mezclarlos y proporcionar al espectador un viaje más sensitivo que narrativo, apoyado en la música.
En seis minutos nos deleita con una experiencia visual, gracias a las maestras manos de uno de los grandes nombres de la animación que aún utiliza técnicas tradicionales basadas en el dibujo a dibujo, y que esperamos que siga así muchos años.