«Gracias a los millares de personas que no han dejado de enviar sus mensajes de apoyo durante estos nueve largos meses». Polanski además se vino arriba, y después de que su hijo Elvis cortara el brazalete electrónico que las autoridades le habían colocado, aseguró que podría haberse escapado fácilmente.
Ya por la noche, el cineasta asistió a un concierto de su esposa Emmanuelle Seigner con el que cerraba el Festival de Jazz de Montreux. Llegaba en un todoterreno con los cristales ahumados y protegido por un grupo de guardasespaldas ante la profusa presencia de periodistas y gráficos que trataban de acercársele.
Emmanuelle Seigner abrió su espectáculo con una canción tomada de La semilla del diablo, película lanzada por Polanski en 1968. Al margen de su alegría manifestada en los medios, y del tema musical, la cantante no aludió más a su marido, que vuelve a ser un hombre libre.
Fuente: El Mundo