
El argumento trata en torno a los últimos días en el ejército de los USA del capitán Brittles. De cómo debe escoltar a varias damas, al tiempo que intenta evitar que los indios se concentren con fines hostiles, y, simultaneamente, impedir que les aprovisionen de armas. Como se puede suponer, no es la trama más elaborada del mundo, pero es una excusa perfecta para mostrarnos los bellísimos paisajes del Far West, indios muy malos, fuertes, bravos y caballerosos soldados yankees…el mundo de John Ford, quizás hoy día pasado de moda, pero con un encanto muy especial, que no se puede describir con palabras. De películas como esta surgió el jugar a indios y vaqueros….
De entre todo el reparto, brilla, obviamente, con luz propia, John Wayne. El papel de soldado/capitán/jefe militar siempre le sentó muy bien. Combina perfectamente sus momentos de «hombre de acción» con los de «padre de sus hombres». John Agar, que interpreta al valeroso soldado que acaba llevándose a la chica, era un debutante, pero que supo estar a la altura de las
circunstancias.
La fotografía es magnífica, y bueno, hablar sobre el trabajo de dirección cuando el que firma la película es un tal John Ford, pues…Obviamente, lo hace muy bien.
Una obra maestra del cine, que no puedes dejar de ver, si te gusta el 7º Arte.
Que aproveche
Esta seguro que es de las buenas.
Con vuestro permiso les dejo una invitación:
Hemos empezado un proyecto de radio desde casa y desde el blog.
Os animamos a participar en el Radio blog: Luz de gas
http://juan-duque.blogspot.com/
Este sábado de 13 a 16 horas españolas.
Nos encantaría contar con ustedes