Las críticas de Laura Zurita:
Amigos hasta la muerte
María, Nacho y Suso son tres amigos de toda la vida. Juntos han compartido muchas cosas, quizás incluso demasiadas… Y de repente, a dos de ellos les va a tocar compartir el secreto de que el otro se va a morir. Pero antes les queda mucho por hacer: planes, promesas, reproches, risas, reconciliaciones, recuerdos, más risas, alguna lágrima… y algo pendiente que quizás ha llegado la hora de destapar.
Amigos hasta la muerte está dirigida por Javier Veiga, que también la interpreta, e interpretada por Mauricio Ochmann, Marta Hazas, Fele Martínez, Ledicia Sola, Xosé A. Touriñán, Nacho Nugo, Mela Casal, David Amor y Óscar Allo. La película se estrena en España el 22 de septiembre de 2023, de la mano de A Contracorriente Films.
Tonos trágicos y cómicos
En principio, es muy fácil distinguir entre una comedia, llena de humor y con un resultado feliz, y un drama, lleno de mala noticias y dolor. Pero en la realidad no siempre es tan fácil distinguir los géneros. Hay películas con una historia dura y seria en el fondo, que asoma a la superficie ente escenas hilarantes y divertidas. Como ejemplos, solo entre obras recientes, se pueden mencionar Te estoy amando locamente (Alejandro Marín, 2023), o Bajo terapia (Gerardo Herrero, 2023), y, esta misma semana, Amigos hasta la muerte. Es una comedia trágica, o una tragedia cómica, que busca entretener y hacer sonreír pero con un tema triste.
Suso y Nacho son amigos de toda la vida. Juntos en la Universidad, en el tiempo libre y en la tuna. Cuando aparece María todo se complica, en una trama que apunta a una comedia de enredos. Pero un factor inesperado le da a todo una luz mucho más dramática, y hace que su reconciliación se convierta en una carrera contra el tiempo.
Amigos hasta la muerte tiene muchos momentos que buscan divertirnos, con más o menos éxito. No hay escenas decididamente hilarantes, a veces se sonríe y en ciertas escenas es todo un tanto forzado, y hasta repetitivo, con conceptos que van perdiendo chispa conforme se desgastan a fuerza de usarlos. Cuando el giro final aparece no es tan chocante como debería ser, quizás porque no nos hemos involucrado en la trama como debiéramos.
Trama enrevesada
Se puede subrayar que Galicia está retratada con mucho cariño, tanto los paisajes como las ciudades. El camino de Santiago, cuando aparece, tiene un aspecto casi mágico, lo que es completamente intencional y está de acuerdo con el momento de la acción.
Un aspecto de la película, un tanto tópico, es que la chica tiene que elegir entre el buenazo y el malote. El problema es que los personajes se dibujan de manera un tanto desvaída, sus motivaciones no siempre están claras y cuesta creer sus procesos mentales y las decisiones que toman. La acción tiene una en consecuencia un tono algo arbitrario y resulta difícil involucrarse en ella.
Los actores tienen que trabajar con esos personajes desdibujados y no brillan en Amigos hasta la muerte. Mauricio Ochmann es un Nacho sin chispa y cuesta ver su magnetismo y el aliciente que tendrían que hacerlo irresistible. Javier Veiga tiene el papel de un Suso desconcertado y muy buenazo, que parece estarse acomodando todo el tiempo a una vida que lo arrastra. Marta Hazas interpreta a una María toda placidez y complacencia, en un personaje que se supone que debería estar en un momento crítico. Por último, Fele Martínez está desaprovechado, con un papel cortísimo y con pocas posibilidades de lucimiento.
Amigos hasta la muerte es una obra que mezcla tonos cómicos y trágicos para contarnos una historia enrevesada y con un fondo triste. Lo mejor, lo bien retratada y bonita que aparece Galicia.
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Amigos hasta la muerte
