Las críticas de Ignacio Mittenhoff:
Vampiro al rescate
En Vampiro al rescate el eternamente joven y siempre elegante Vladimir el vampiro inmortal no ha podido encontrar una novia durante trescientos años. Ha intimidado, secuestrado y convertido a varias princesas en ranas, pero eso no ha facilitado el cortejo para el príncipe de las tinieblas. Mientras tanto, todo lo que la bella doncella Bárbara la Valiente hace es luchar contra los posibles pretendientes en la arena, pretendientes que solo codician su dote. Pero el Rey Lenteja descubrió cómo llegar a Barbara y es también el punto débil de Vladimir. Aunque olvidó tener una cosa en cuenta: a pesar de que tiene la vida y el corazón de Vladimir en sus manos, todavía hay espacio en su corazón para que el amor cobre vida.
Vampiro al rescate es la segunda película que dirige el director Roman Artemiev, que también pone voz al vampiro, y está producida por Vadim Sotskov, Sergei Selyanov y Sergei Zernov. El reparto lo componen Elizaveta Boyarskaya, Viktor Dobronravov, Anton Eldarov, Nikita Kologrivyy, Irina Savina, Elena Shulman, Dimitriy Sychyov, Vladimir Sychyov y Ekaterina Tarasova. La película se estrena en cines el 11 de agosto de 2023 de la mano de Cinemarán.
De nuevo podemos ver vampiros en el cine animado
Últimamente el personaje de terror por excelencia del mundo del cine no se ha dejado ver por el cine de animación. Exceptuando El pequeño vampiro allá por el año 2017, o la comedia animada Hotel Transilvania en el año 2012 y sus secuelas, no ha sido el Conde Drácula un personaje que hayamos disfrutado mucho en el cine para los más pequeños. Con Vampiro al rescate volvemos a poner el contador a cero, aunque, viendo el resultado, casi hubiese sido mejor habernos quedado en el Hotel Transilvania y no haber salido de él.
Al terminar de ver Vampiro al rescate he encontrado ciertas similitudes con otra película que nada tiene que ver con ésta, ni en calidad ni en argumento, pero sí con unos personajes protagonistas con demasiadas coincidencias en común: Shrek. En este caso cambiamos a un ogro por un vampiro, un burro por un pan de jengibre y mantenemos al personaje femenino como una princesa/guerrera muy autosuficiente, y ya tenemos el mismo reparto en las dos películas. ¡Ah!, y sin olvidarnos del malvado rey que ansía casarse con la bella princesa/guerrera. No digo que haya sido a propósito, pero las semejanzas ahí están.
Demasiados amores
El tema del amor es la base de toda la película. El problema es que lo tratan con demasiada exageración, demasiado extremista en algunos momentos. Por un lado tenemos a nuestro protagonista con una lista infinita de mujeres que no cumplen con sus exigencias y se ve obligado a convertirlas a todas en ranas, siendo incapaz de encontrar el amor. Luego tenemos a la villana, un personaje muy siniestro que también busca el amor y obliga a nuestro vampiro a casarse con él. También aparece el rey del pueblo, que idea un plan para que secuestren a nuestra heroína y él poder salvarla y así casarse con ella. Luego están los habitantes del pueblo que luchan contra Bárbara para ver si alguno consigue vencerla y así recibir como premio su corazón. Demasiados amores que vienen y van, y que pueden confundir a los más pequeños y quizá enfurecer a algún papá o mamá por como tratan este tema tan delicado.
El tono de Vampiro al rescate es demasiado oscuro. Tiene cierto sentido, ya que estamos hablando del Conde Drácula. Pero en determinados momentos la película puede convertirse en una auténtica película de terror para los más pequeños: la villana que desea casarse con el protagonista, la lucha entre el espectro y el vampiro, incluso la marioneta Narizín pueden hacer que los niños y niñas más temerosos se tapen los ojos o peguen algún que otro salto del susto que se pueden llevar. En cuanto a la acción y al humor, pues ambos están presentes, pero ni hay escenas con las que soltemos una buena carcajada ni escenas que nos hagan estar en tensión.
Personajes planos y simplones
En cuanto a los personajes, todos resultan demasiado planos, y no hay ninguno que sobresalga por encima de los demás, ya sea por su ternura, su valentía o su faz cómica. Por un lado tenemos al trío protagonista: Vladimir es un personaje demasiado oscuro y a veces un poco aburrido, aunque debe ser familia de Blade, ya que tiene una gran facilidad para viajar a plena luz del día a pesar de ser un vampiro; Bárbara es demasiado prepotente, y el panecillo de jengibre a veces es demasiado absurdo. Son unos personajes que no terminan de enganchar, y no nos alegramos ni nos entristecemos con las cosas que les ocurren durante la película.
En el bando de los villanos tenemos al rey del pueblo y su inseparable Narizín, un personaje que quizá los niños no terminen de entender, y con razón: una marioneta con vida propia, que encarna el mal y el egoísmo, y no duda en aprovecharse del inocente y simplón rey para conseguir sus propósitos. También está la malvada bruja deseosa de casarse con Vladimir, un personaje que provoca auténtico terror, que está muy logrado y que consigue crearnos esa sensación de miedo y rechazo cada vez que aparece. Y luego muchos personajes secundarios, destacando Bram y Stoker, dos murciélagos quizá un tanto desaprovechados, ya que lo poco que aparecen provocan las situaciones más divertidas de la película.
Un aspecto visual igual que sus personajes: demasiado simple
El aspecto visual es simplemente aceptable. No llega (ni se le acerca) a la calidad de las grandes producciones, aunque otras con menor presupuesto tienen un acabado mejor que Vampiro al rescate. Está claro que al público al que va dirigido no les va a importar, pero la diferencia es tan abismal que se hace necesario mencionarlo.
En resumen, Vampiro al rescate es una película que entretendrá a los más pequeños y recupera un personaje que se deja ver poco para el público infantil, pero que no llega al mínimo exigible para querer hacer un segundo visionado o querer que estrenen una secuela en los próximos años.