Las críticas de Laura Zurita:
Indiana Jones y el Dial del Destino
El temerario arqueólogo Indiana Jones corre contra el tiempo para recuperar un legendario dial que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, pronto se enfrenta a Jürgen Voller, un antiguo nazi que trabaja para la NASA.
Indiana Jones y el Dial del Destino está dirigida por James Mangold e interpretada, entre otros, por Harrison Ford (Indiana Jones), Phoebe Waller-Bridge (Helena Shaw), Antonio Banderas (Renaldo) John Rhys-Davies (Sallah) Toby Jones (Basil Shaw) Boyd Holbrook (Klaber), Ethann Isidore (Teddy Kumar), Mads Mikkelsen (Dr. Jürgen Voller) Karen Allen (Marion Ravenwood), Shaunette Renée Wilson (Agent Mason) y Thomas Kretschmann (Colonel Weber). La película se estrena en España el miércoles 28 de junio de 2023 de la mano de Disney.
Vuelve Indiana Jones
Varias generaciones han crecido con la saga Indiana Jones entre sus películas preferidas. Las aventuras y desventuras del profesor Henry «Indiana» Jones nos han hecho disfrutar de lo lindo en las sucesivas entregas. La primera e indiscutible, Indiana Jones en busca del arca perdida (1981), es sin duda una obra seminal, un hito en el cine de aventuras presentando a Jones, un arqueólogo con métodos irregulares que salía bien parado de las más inverosímiles aventuras. La siguió Indiana Jones y el Templo Maldito (1984), que transcurre curiosamente en tiempo cronológico antes de la primera. La tercera entrega, Indiana Jones y la última cruzada (1989) cuenta con un estupendo Sean Connery como el socarrón padre del bueno de Indy, y una mítica escena de los protagonistas cabalgando hacia el ocaso. La cuarta y controvertida entrega, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008) no fue acogida con la unánime alegría de las anteriores. Quizás por eso no hemos oído nada nuevo de Indy durante años, hasta Indiana Jones y el dial del destino, que no está dirigida por Steven Spielberg como todas las demás, sino por James Mangold. Indiana Jones y el dial del destino se anuncia como la despedida de Harrison Ford y, por tanto, de Indy, porque es difícil imaginarse otro Indiana. Es, en consecuencia, también el adiós de una saga que tanto ha significado para el público y merece un buen final.
Lo fácil (facilón, en realidad) es decir que Indiana Jones y el Dial del Destino no es tan buena como la primera, una reacción automática que tienen muchos, incluyendo a algunos que aun no la han visto. Pero si el espectador se acerca a la película sin prejuicios ni ideas preconcebidas, verá una película llena de acción y cariñosos guiños cinéfilos a todas las anteriores entregas. No obstante, Indiana Jones y el Dial del Destino tiene también personalidad propia, entre otras cosas por el trabajo interpretativa de Harrison Ford, nuestro gran Indiana. Ford da el do de pecho con un Indy que lleva con dignidad que el tiempo haya pasado para él. Estamos ante una película entretenida y muy bien hecha que nos hace pasar unas estupendas dos horas y media en el cine.
Indiana Jones y el dial del destino es Indy en estado puro
La introducción a Indiana Jones y el Dial del Destino nos presenta el primer contacto de Indiana Jones con el dial del destino y su antagonista en esta película, el Doctor Jurgen Voller, un magnífico Mads Mikkelsen. Para rodas estas escenas se ha utilizado el rejuvenecimiento digital, tan bien hecho y con un efecto tan natural que se nos pasa por alto el artificio.
Después del prólogo se nos presenta la vida de Jones en el momento de la acción. El tiempo ha pasado para Indy, que está cansado, envejecido, en trámites de separación y demasiado afecto al whisky. Es revelador que los jóvenes vecinos lo llaman «el anciano de al lado”, con un tono entre la compasión y el desdén. Es otra época y los héroes de los que se habla son los astronautas que acaban de regresar al primer y exitoso viaje a la Luna. Seguidamente a Indiana en la universidad, en un claro homenaje a la escena de la clase de Indy en Indiana Jones en busca del arca perdida. Ya no hay adoración incondicional por parte de jóvenes alumnas enfervorizadas, sino una clase plúmbea impartida por un profesor sin duda sabio, pero azotados por el tiempo y la depresión.
Indiana Jones y el Dial del Destino es Indy en estado puro. Aventuras tan inverosímiles como el resto de la saga, el héroe a un sombrero y un látigo pegado. Lo acompaña una mujer fuerte y hermosa, con su propia agenda, mitad ayudante mitad antagonista, y un niño preadolescente y lleno de recursos. El formidable villano, Mads Mikkelsen, es un nazi que se ha cambiado de bando, como lo hicieron tantos otros que, con mucha discreción, se integraron en la industria estadounidense.
Las aventuras de Indiana lo llevan de acá para allá, con el consabido itinerario en un mapa (lo que fue un recurso barato en primer lugar se ha convertido en un bienvenido sello distintivo). El dial del destino tiene poderes cuasi preternaturales, y abre la puerta a un desarrollo sorprendente y que puede llevgar a Indiana a un conocimiento que siempre quiso tener. Y, entretanto, encontraremos persecuciones, peleas, casualidades y mucho buen humor.
Nostalgia en plena forma
La dirección de James Mangold es solida y efectiva, manteniendo la estética de las otras película de la saga. Mangold nos recuerda que Indy es un héroe muy especial, épico a ratos, cómico en ocasiones, y siempre, siempre, entrañable. La banda sonora, basada en el conocidísimo tema de Indiana Jones, es heroica y divertida, muy en consonancia con la película.
Indiana Jones y el Dial del Destino tiene un final estupendo, muy Indy, un broche perfecto para la despedida del héroe. Y lo mejor es que no lo vemos venir, ya que mantiene hasta el último momento el interés y el misterio.
Solo Harrison Ford puede ser Indiana Jones. En Indiana Jones y el Dial del Destino el papel de Indy es más exigente que en las otras entregas, y Ford interpreta a un Indiana más profundo y sentido, un hombre que se acerca a su ocaso, pero eso sí, con sombrero, látigo y mucho estilo. Su antagonista, el Dr. Voller es un Mads Mikkelsen que borda su papel. Es tan apuesto, elegante y refinado, que ganas dan a veces de cambiar de bando. Helena Shaw, (interpretada por Phoebe Waller-Bridge), fuerte y decidida, es una heroína por derecho propio, aunque un poco a su pesar. Y nuestro Antonio Banderas, el marinero Reinaldo, tiene un papel pequeño, pero lucido, en el que hace lo que mejor se le da, hacerse querer.
Indiana Jones y el Dial del Destino es divertida y desenfadada, siendo al tiempo una estupenda película de acción y un ejercicio de nostalgia en el que un Indy maduro y sensible, pero siempre heroico, nos dice adiós. Los amantes de la arqueología aventurera no deben perderse este singular broche final a la mítica saga, que bien merece ser visto en salas.