Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Culpa mía
Noah debe dejar su ciudad, novio y amigos para mudarse a la mansión de William Leister, el nuevo marido de su madre Rafaella. Allí conoce a Nick, su nuevo hermanastro, y el choque de sus fuertes personalidades se hace evidente desde el primer momento. A pesar del abismo que les separa, ambos empiezan a sentir una atracción irresistible que pronto se convertirá en puro fuego y pasión desenfrenada. Pero el turbulento presente de Nick, sumado al tormentoso pasado de Noah, pondrán a prueba tanto sus vidas como su amor prohibido.
Culpa mía, basada en las novelas de la exitosa trilogía «Culpables» de Mercedes Ron («Culpa mía», «Culpa tuya», «Culpa nuestra»), que ya cuenta con más de 50 millones de visualizaciones en Wattpad, casi un millón de ejemplares vendidos en el mundo y un amplio fandom en España y Latinoamérica, está producida por Pokeepsie Films (Veneciafrenia, 30 monedas, El bar) con Álex de la Iglesia y Carolina Bang como productores y Domingo González como director y guionista. Esta adaptación está protagonizada por Nicole Wallace (Skam España, Parot) y Gabriel Guevara (Mañana es hoy, Hit), Marta Hazas (Días mejores, Pequeñas coincidencias), Iván Sánchez (Bosé, Hospital Central), Eva Ruiz y Victor Varona (Cielo grande, Dani Who?). La película se estrena en Prime Video el 8 de junio de 2023.
De las páginas a los fotogramas
Culpa mía cuenta la historia de Noah, quien debe dejar su ciudad, novio y amigos para mudarse a la mansión de William Leister, el flamante y rico marido de su madre Rafaella. Con 17 años, orgullosa e independiente, Noah se resiste a vivir en una mansión rodeada de lujos. Allí conoce a Nick, su nuevo hermanastro, y el choque de sus fuertes personalidades se hace evidente desde el primer momento. Noah no tarda en descubrir que tras la imagen de hijo modelo, Nick oculta una vida de peleas, apuestas y carreras ilegales de coches que para Noah representa todo aquello de lo que siempre ha huido.
A pesar del abismo que les separa, ambos empiezan a sentir una atracción irresistible que pronto se convertirá en puro fuego y pasión desenfrenada. Ni la continua rivalidad entre ambos, ni la oposición de su entorno podrán evitar que acaben perdida y secretamente enamorados. Pero el turbulento presente de Nick, sumado al tormentoso pasado de Noah, pondrán a prueba tanto sus vidas como su amor prohibido.
Cuando se sabe lo que va a pasar desde el inicio
Pasan los años, pero parece que algunas historias no cambian, y hay películas con las que se sabe desde el principio que no vamos a tener que poner muchas expectativas en ellas, como es el caso de Culpa mía. La película arranca cuando una joven se traslada a vivir a la casa del nuevo marido de su madre… aunque antes ni siquiera se lo haya presentado. También sorprende ese odio inicial que siente la joven Noah hacia su nuevo hermanastro Nick sin todavía haber tenido tiempo de conocerlo. Si es que no ha intentado ninguno de los dos tratarse como hermanastros desde el mismo instante en el que se conocen, siendo palpable la intensidad con la que se tratan y con unas miradas un tanto lujuriosas como bienvenida.
Esos sentimientos tan intensos desde el principio pueden encajar para el grupo objetivo al que va destinado la película, para poder luego explotar más rápidamente los sentimientos entre los jóvenes, pero podría haberse hecho de una manera más coherente y comprensible para cualquier espectador y no de forma tan precipitada.
En una era de consumo rápido hasta parece lógico que un producto realizado para los más jóvenes tenga que ponerse constantemente en los extremos de forma rápida y así evitar desarrollos complejos e ir al grano. La velocidad del consumo en Tik Tok y de la música que acompaña la película parecen ser los que marcan el ritmo, aunque la película no tiene toda la culpa de esto, pues la novela de Mercedes Ron surgida de la comunidad de Wattpad en la que se basa dejó las bases para lo que llega ahora a nuestras pantallas, y desde ahí ya hemos sufrido algunas infames adaptaciones. Líos familiares, carreras de coches, bandas enfrentadas y música actual hacen que estemos ante la versión patria, juvenil e infame de Fast & Furious en sus orígenes, salvando las más que evidentes distancias.
Coches y clichés
Culpa mía no esconde en ningún momento lo que es, estando llena de clichés y estereotipos con una ausencia total de desarrollo comprensible y unos diálogos que aportan poco a unos personajes de los que es imposible dejemos de ver como egoístas y antipáticos con actos prohibidos que justifican de mala manera. Hay que destacar entre esos clichés cómo nos presentan a Nick, el típico niño rico aparentemente perfecto que vive con el dinero de su padre, pero esconde una vida de carreras, peleas, juergas sin fin y desenfreno. Noah tendría que ser lo opuesto a él como en toda buena película de atracción prohibida, y si bien ella odia la violencia, sorprende que casualmente también tenga un pasado de carreras ilegales.
No todo es negativo, y el pegamento que mantiene unida la película y al espectador a la pantalla son los actores y su química. Es cierto que son personajes que no querríamos tener por lo general como amistades o parejas, pero los actores hacen justicia a los personajes que interpretan. Nicole Wallace y Gabriel Guevara se muestran convincentes en todo momento como para que su química sea palpable y nos quedemos hasta el final… como suele suceder con algunos de estos placeres culpables.
En resumen, Culpa mía es un romance adolescente repleto de clichés y personajes tóxicos con los que es difícil empatizar, rozando el ridículo por momentos cuando quiere ser dramática y romántica, pero gracias a sus protagonistas y la química entre ellos nos engancha como placer culpable. Parece que España ya tiene su propia saga After aunque con coches y su puntito de «incesto». Lo admito… es culpa mía haberme quedado a verla entera, y acabo con sentimientos encontrados por haber perdido el tiempo pero también satisfecho de haber aguantado hasta el final.
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Culpa mía
