Las críticas de Laura Zurita:
Suzume
El viaje de Suzume, de 17 años, comienza en un tranquilo pueblo de Kyushu cuando se encuentra con un joven que le dice: «Estoy buscando una puerta». Lo que Suzume encuentra es una única puerta desgastada que se mantiene en pie en medio de las ruinas, como si estuviera protegida de cualquier catástrofe. Atraída por su poder, Suzume se acerca al pomo…. Las puertas comienzan a abrirse una tras otra por todo Japón, desatando la destrucción sobre cualquiera que se encuentre cerca. Suzume debe cerrar estos portales para evitar más desastres. Las estrellas. La puesta de sol. El cielo de la mañana. Dentro de ese reino, era como si todo el tiempo se hubiera fundido en el cielo. Guiada por estas misteriosas puertas, el viaje de Suzume para cerrar puertas está a punto de comenzar.
Suzume es una película de animación dirigida por Makoto Shinkai. La película se estrena el 14 de abril de 2023 de la mano de Sony Pictures Entertainment Iberia.
Un mundo mágico y real
Suzume se ha convertido en la primera película de anime en participar en el Festival de Berlín en veinte años. Su creador, Makoto Shinkai, es también el director de la estupenda Your name, que ya nos introdujo en su mundo animado particular, en la que las tradiciones fantásticas se combinan con una mirada delicada al mundo de la adolescencia.
La película se inicia con una escena onírica, a la que hay que estar muy atento, porque da claves importantes para el desarrollo del mundo mágico de la película. Tras esto, vemos la vida de la joven Suzume, por otra parte muy normal. Ella vive con su tía, va en bici al instituto, y se queda prendada de un apuesto joven con el que cruza en el camino. Pero, a pesar de tanta normalidad, poco después se verá sumida en una aventura sobrenatural, en un mundo mágico donde un gato -que era una piedra- tiene poderes telúricos y una silla de tres patas adquiere vida propia.
La aventura empieza casi sin querer, pero al final su búsqueda se va convirtiendo en cada vez más crucial, porque va a determinar no solo la felicidad de Suzume, sino también el futuro del planeta. Suzume enlaza las fuerzas sobrenaturales con los terremotos que amenazan siempre Japón, una explicación poética que, sin embargo, no impide que los teléfonos móviles tengan aplicaciones para alertar de seísmos.
Y es que en el mundo mágico de Suzume no se pierde el contacto con la realidad, ya que Suzume, mientras intenta salvar a la Tierra, tiene que usar su dinero, su teléfono móvil, tiene que acomodarse y peinarse, y los selladores de mundo deben tener trabajos regulares que les den un sueldo. Esa coexistencia de la dimensión mágica con las necesidades más pedestres se da por sentada, y las escenas más impresionantes de la película muestran la lucha implacable de Suzume contra el desastre mientras los ciudadanos de a pie siguen con su vida habitual.
Un espectáculo deslumbrante
El guion no emplea demasiado tiempo en justificaciones metafísicas, ni leyendas, sino que asume con naturalidad que lo sobrenatural, sencillamente, existe. No se explica mucho del funcionamiento del mundo mágico, de las puertas y sus guardianes, pero tampoco es necesario para disfrutar de la película. Para aligerar la dimensión telúrica del peligro que se cierne sobre el mundo hay golpes de humor y pasajes irónicos, como el hecho que de la entidad liberada por Suzume, Dajin, tenga al mismo tiempo poderes sobrenaturales y una pinta de lo más dulce como gatito blanco, que lo lleva a ser enormemente popular en las redes sociales.
Suzume tiene hallazgos visuales fascinantes, como el modo en que los portales dejan ver sus otras realidades, o las improbables persecuciones de la sillita de tres patas. Los personajes tienen un trazo ligero, pero se mueven con delicadeza y fluidez. Los paisajes son hermosos y llenos de luz, y hacen de la película un deslumbrante espectáculo visual, acompañado, además, de una estupenda banda sonora por la banda RADWIMPS, colaboradores habituales del director.
El personaje de Suzume, que al principio creemos va a ser ayudante del héroe, se convierte en protagonista de la película, y toma las decisiones que van a determinar el futuro. El desenlace final no va a resultar solo espectacular, sino que también va a ser una catarsis para Suzume, por la conexión con los acontecimientos que determinaron su infancia.
Suzume no es solo un espectáculo visual deslumbrante, sino también la narración delicada y sensible del viaje de una joven a la madurez.
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Suzume
