La película Matrioskas, las niñas de la guerra de Helena Bengoetxea llega a las salas de cine tras su paso por la 36 Muestra Internacional de Cine y Mujeres que se celebró en Pamplona el pasado mes de junio.
Teresa, Alicia, Araceli y Julia son cuatro ancianas nonagenarias, aparentemente comunes, que esconden cuatro vidas extraordinarias marcadas por el desarraigo y el exilio: de España a Rusia y después a Cuba. Mujeres hechas a sí mismas y heroínas de su propia trayectoria, sus recuerdos del hambre, el frío y la guerra se entremezclan con la nostalgia por un hogar que las acogió y ya no existe, la lejanía de un territorio que apenas conocen y, para algunas, la vuelta a un país que no es el que soñaron.
Inspirada en el pensamiento y la obra de María Zambrano, Carmen Martín Gaite o Andrei Tarkovski, así como en la película de Susana de Souza Dias 48 y en los cortometrajes Carosello de Jorge Quintela y Saba de Gregorio Graziosi y Thereza Menezes, Matrioskas, las niñas de la guerra está escrita y dirigida por Helena Bengoetxea.
Estrenada en la 63ª edición del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao , y presentada en la 25 edición del festival de Málaga y en el 19º Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián, la ópera prima de Helena Bengoetxea se acerca a cuatro “niñas de la guerra” que durante la contienda civil española fueron enviadas a Rusia y Ucrania siendo niñas y, tras la Segunda Guerra Mundial, emigraron a Cuba. Cuatro mujeres, hijas del exilio, que son desconocidas en su país de origen y olvidadas en el de acogida.
El film retrata su resistencia y capacidad de adaptación tras ser testigos de la guerra, el exilio, el peso emocional de la Unión Soviética, el socialismo… Sus recuerdos pueblan esta historia en forma de libros, fotos o matrioskas, esas muñecas tradicionales rusas que son un elemento recurrente en la película; un souvenir que aparece en el hogar de todas, pero también el símbolo que representa la riqueza de sus vidas, la multiplicidad de situaciones y recorridos vitales. Vidas dentro de otras vidas.
Helena Bengoetxea ha dicho:
La memoria resulta un elemento fundamental en este film, como conocimiento y reivindicación histórica, y memoria como mecanismo personal de supervivencia, memorias que se entremezclan y cuya pérdida es tanto individual como colectiva, en un proceso de doble exilio, forzado el primero y por voluntad propia el segundo.
La trayectoria y experiencia de nuestras protagonistas, todas mujeres, reivindica sobre todo la memoria como genealogía femenina, genealogía que también conforma lo que ahora nosotras somos y dónde estamos.
Matrioskas, las niñas de la guerra ya se ha estrenado en Golem Yamaguchi de Pamplona. El próximo día 20 de septiembre la película llega a Golem Madrid con un pase a las 19:30h, y el día 22 se presentará en Cines Vangolem de Burgos.
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