Las críticas de David Pérez «Davicine» en el 69 Festival de San Sebastián:
As in heaven
En una granja a fines del siglo XIX, comienza una espera intensa cuando una madre comienza un parto complicado. Lise, de 14 años, debe prepararse para una noche que cambiará su vida para siempre. Dirigida por Tea Lindeburg, As in heaven está protagonizada por Flora Ofelia Hofmann Lindahl, Ida Cæcilie Rasmussen, Palma Lindeburg Leth, Anna-Olivia Øster Coakley, Flora Augusta, Kirsten Olesen, Lisbet Dahl, Stine Fischer Christensen, Thure Lindhardt y Albert Rudbeck Lindhardt. La película se ha presentado en España en la Sección Oficial de la 69 edición del Festival de San Sebastián.
De niña a mujer
Directora y guionista, Tea Lindeburg (Copenhague, 1977) estudió cine en la Universidad de Nueva York y en la escuela alternativa de cine Super16 en Copenhague. Ha dirigido varios cortometrajes y episodios de series televisivas danesas, y también es la creadora de la serie de Netflix Equinox. As in heaven, cuyo título original es Du som er i himlen, es su debut en el largometraje.
En As in heaven, un día, a finales del siglo XIX, la vida de Lise, de 14 años, cambia para siempre. Es la mayor de sus hermanos, la primera de su familia en ir a la escuela y está llena de esperanza y confianza en la vida. Pero cuando su madre se pone de parto, pronto algo parece ir mal. A medida que cae la noche y el parto avanza, Lise comienza a comprender que el día que comenzó siendo una niña podría terminar con ella convertida en la mujer de la casa.
La idea de mostrarnos como una joven, al borde de un futuro brillante, ve como sus aspiraciones cambian cuando su madre atraviesa un parto traumático, resulta cuanto menos impresionante al verse reforzada por toques de imaginería apocalíptica y un punto onírico que contrasta bellamente con la ambientación de finales del siglo XIX.
La primera mitad de As in heaven sienta las bases de lo que será un debate abierto sobre los roles que se espera que desempeñen las mujeres en la vida y, sorprendentemente, aunque está ambientada en el siglo XIX, el guion se puede trasladar fácilmente a nuestro tiempo. Las malas decisiones de la madre son consecuencia del miedo, pero también de la ignorancia, viviendo en un entorno de agricultores sin educación con recursos para tener una buena vida, pero con demasiadas supersticiones como para recurrir a ellos.
Lindeburg hace que estas ideas sobre los roles de la mujer surjan de forma natural en las conversaciones familiares, y con su madre esperando dar a luz en cualquier momento, vemos al padre de Lise poco animado por los planes de su hija, dado que no ve con buenos ojos que deje su vida en la granja para ir a la escuela, planteando la pregunta clave: ¿Por qué una mujer debería abandonar las labores del hogar para recibir una educación? Una pregunta a la que Lise no para de intentar dar respuesta, y sobre todo conseguir que sus aspiraciones no caigan en saco roto, y se hundan sus expectativas por un futuro fuera de la granja familiar.
Un presente devastador que marca el futuro
El tema del rol de la mujer no es el único que se trata en la película, pues también tiene cabida el papel de la religión en la medicina, y es que el conflicto entre la fe y la ciencia es algo que se ha tratado en múltiples películas de época, pero aquí sirve para fortalecer los argumentos sobre la importancia de adaptarse a los tiempos y aceptar lo que el ser humano es capaz de lograr con años de estudio y dedicación.
Gracias a la impecable y devastadora fotografía, reforzada por un impresionante trabajo sonoro y un montaje acertado, se manifiesta la rabia contenida de cada uno de los personajes, rabia expresada incluso con los gritos de una madre que no solo lucha por sobrevivir al parto, sino que sabe que de ese parto depende también el futuro de su hija mayor.
La hermosa fotografía de Marcel Zyskind captura los brillantes días de la inocente juventud pero también la fragilidad de la vida, mostrando un naturalismo crudo, mientras que la cámara en mano apenas puede seguir el ritmo de Lise y sus hermanos y primos cuando juegan o están inquietos por la noche en la que todo puede cambiar.
Una joven prometedora tanto dentro como fuera de la película
Lise es interpretada por Flora Ofelia Hofmann Lindahl, y desde el primer instante sabemos que la joven actriz, a quien conocíamos de la serie Que viene el lobo, nos va a llevar de la mano en este viaje de sueños frustrados y premoniciones apocalípticas. Flora Ofelia despierta empatía con su interpretación, sobre todo cuando la vemos dudar de sus motivaciones y, especialmente, de si misma, capaz de irradiar una energía contagiosa, y reflejando el cambio de estado anímico acorde se agotan sus fuerzas por luchar por su futuro. Cuando comienza a darse cuenta de que sus seres queridos están dispuestos a dejar morir a alguien en nombre de la religión, comienza a dudar de todo lo que le han enseñado.
En general las actuaciones son magníficas, no solo de Lindahl, destacando también Ida Cæcilie Rasmussen, con algunas escenas exigentes y una gran fuerza en pantalla, dando vida a esa madre que nos recuerda a todos la importancia de mostrarles nuestro amor a nuestros seres queridos mientras podamos.
As in heaven es un drama histórico bellamente filmado, una historia devastadora con una excelente puesta en escena y una sobresaliente interpretación de su joven protagonista, a través de la cual se nos muestra una realidad que por desgracia sigue estando muy presente.
¿Qué te ha parecido la película?