Las críticas de David Pérez «Davicine»:
La isla negra
En La isla negra, los oscuros secretos de una isla aparentemente tranquila amenazan con engullir a un alumno huérfano que entabla una relación íntima con la nueva y misteriosa profesora. Dirigida por el portugués Miguel Alexandre y escrita por el propio Alexandre junto a Lisa Hofer, está protagonizada por Philip Froissant, Alice Dwyer, Hanns Zischler, Mercedes Müller, Sammy Scheuritzel, Lieselotte Voß, Katharina Schütz, Jodie Leslie Ahlborn, Marco Wittorf e Ilknur Boyraz. La película se estrena en Netflix el 18 de agosto de 2021.
Una isla remota pero poco tranquila
El escenario de la película es prometedor, y arranca de forma impresionante, cuando una mujer es perseguida por un gran perro negro, momento en el que todavía no está claro de qué trata. Pero ya sabemos que las islas remotas con pocos habitantes son un escenario perfecto para las historias oscuras, lo que han sabido aprovechar muy bien los thrillers televisivos alemanes.
En La isla negra, Jonas está en el último curso del instituto y, tras la trágica muerte de sus padres, vive con su abuelo en una isla del mar del Norte. Está en la época de la despedida, la del primer gran amor, y la llegada de la nueva y joven profesora de Alemán, Helena, pone su vida patas arriba. La profesora reconoce y estimula su talento como escritor, y aprovecha esa confianza incipiente para establecer una relación íntima con él. Sin embargo, Jonas no tiene ni idea de que Helena se guía por un plan letal.
Demasiado fácil hasta el final
La isla negra es un thriller que narra la funesta relación entre un alumno y su profesora. No puedo negar que, con la premisa que tiene, inicialmente pensaba que era una película típica para un público joven pero maduro, aunque los responsables del guion han sabido jugar bien con lo que tenían entre manos para dar un vuelco a la historia y llevarla hacia un punto más oscuro y maduro, siendo capaz de mantener nuestro interés, o al menos una parte de él.
Quizás nuestra atención habría sido mayor si el director y coguionista Miguel Alexandre no hubiera preferido en esta ocasión que no se ocultasen demasiadas cosas desde el principio, y si bien la muerte de la abuela ocurre inicialmente fuera de contexto, en el accidente de los padres vemos quién estaba detrás del volante, no ocultando el hecho de que la profesora tiene intenciones algo oscuras, aunque la mayor parte de las preguntas no tienen respuesta hasta el final.
Como espectador, suelo preferir que vayan dando ciertas pistas o sugerencias para ir atando cabos a mi manera, e incluso darme la opción de equivocarme sobre lo que pensaba que estaba sucediendo, pero en La isla negra casi todo está claro excepto por la resolución, que para colmo nos deja algo fríos.
Un thriller con mejor ambientación que reparto
No es ninguna novedad ver un thriller bien ambientado que nos llegue desde Alemania, pues tanto en cine como en televisión tenemos casos de éxito, y la calidad de su producción es alta, como se espera de una película de Netflix, lo que se nota en el aspecto de la película.
Para elevar la edad del público puede parecer que han puesto una buena carga sexual, pero curiosamente no es para nada explícita, introduciendo muchas relaciones que poco aportan a la historia, y tampoco animarán a quienes crean que van a encontrar algo picantón en este romance entre un alumno y su profesora.
Al menos, La isla negra consigue trasmitirnos una sensación de aislamiento pero también de romance prohibido gracias a los tonos y el ambiente general que emana su atmósfera, con un hermoso juego de luces y sombras. La isla a veces es completamente idílica, y otras veces extremadamente siniestra.
En estos parajes idílicos aunque con un toque oscuro nos encontramos a los protagonistas, que siguiendo la tónica general que vemos en películas y series desde hace décadas, los adolescentes son interpretados por actores que significativamente mayores de 17 años, como Philip Froissant que tiene 27 años, o Mercedes Müller que cumplirá 25 en breve. Froissant interpreta a Jonas, quien acababa de vivir una tragedia pero no es capaz de mostrar sus sentimientos ni apreciamos su dolor, no estando demasiado convincente a la hora de mostrar su decepción con su abuelo o los sentimientos que tiene cuando está con Helena y aparecen cosas sospechosas.
Por otro lado, el personaje de la profesora, Helena, es claramente el mejor de todos y está interpretado por Alice Dwyer, que solo tiene 33 años y por tanto no parece sacar tanta edad a sus compañeros de reparto, pero consigue dar forma a un personaje difícil de olvidar con una actitud misteriosa que cambia según avanza la historia y ayuda a elevar el nivel de tensión de este thriller.
La isla negra es un thriller sobre una mujer con demasiados secretos pero no consigue ser emocionante, con una historia pausada que casi no avanza hasta su resolución final, de la que solo salvamos su localización y el esfuerzo que hace Alice Dwyer por captar nuestro interés.
¿Qué te ha parecido la película?