Los culpables del tiroteo
El policía tuerto
Lo mejor de Black Space es el retrato del protagonista. No exento de clichés, acaba siendo un personaje potente que se convierte en la causa principal para que nos enganchemos a la serie. Rami Davidi (Guri Alfi), es un policía malcarado, sin sentido del humor y con un ojo de cristal. Sus métodos suelen ser expeditivos, pero posee una constancia y meticulosidad obsesivas para resolver los casos, algo que también provoca cierta inestabilidad familiar en su relación de pareja con su esposa embarazada. El caso del tiroteo en el instituto Heritage no es uno más. Él mismo estudió allí y fue dónde perdió su ojo tras recibir una brutal paliza por parte de otros estudiantes. Los recuerdos dolorosos de aquéllo serán el motor de su investigación, en realidad, hay ciertas conexiones en lo que le sucedió con lo que está ocurriendo en el presente.
Durante los distintos capítulos se juega de manera inteligente con el tema del ojo del policía. En la primera escena en que aparece lo encontramos en el oculista, donde el médico le sugiere que descanse y no conduzca al haberle aplicado unas gotas que le hacen ver borroso. El detective es de esos hombres duros que no escuchan ni aceptan consejos. Tras recibir el aviso del tiroteo no duda un segundo en coger el coche y conducir hasta allí. El no cuidar de su salud le originará una infección en el ojo que se irá acrecentando a medida que se ofusca con el caso. En un momento dado hasta tendrá que utilizar un parche de pirata cuando la investigación parezca estar en punto muerto, mientras que en la resolución del caso utilizará un nuevo ojo de silicona que le da un aspecto mucho más «normal» como asegura su compañera. Ella es Morag Shmuel (Reut Alush), una psicóloga de menores, que le asignan al caso y con la que forma una extraña pareja al más puro estilo de las buddy movies.
Los estudiantes y la violencia
Menos conseguida me parece toda la parte referida en Black Space a los estudiantes. Siendo fundamental para el desarrollo de la historia, la descripción coral de los alumnos no siempre es satisfactoria y juega demasiado con el misterio para confundir al espectador y hacerle creer que cualquiera puede ser uno de los asesinos. Los personajes se muestran incompletos y es difícil empatizar con sus problemas. La impresión es que se busca un híbrido entre el policíaco adulto clásico y los dramas de enfoque adolescente para captar también a esta franja de edad entre el público.
Porque el tema principal de la película es la impunidad de la violencia. La paliza que hizo perder el ojo del policía en el pasado no tuvo consecuencias para sus agresores. Al igual que en el presente muchas de las cosas que están sucediendo se prefieren ocultar a la opinión pública. No hay que olvidar que los asaltantes llevan máscaras de unicornios, seres mitológicos que simbolizan la pureza y la justicia. Ahí hay un debate de fondo muy interesante que en la serie se plasma con cierta barahúnda. El tema del bullying y de la discriminación escolar son realidades patentes en nuestra sociedad que muchas veces se convierten en un tabú del que preferimos no hablar. También se desgrana el acceso a la nuevas tecnologías con la que los jóvenes no siempre lidian de una manera sana y cómo eso supone una barrera generacional que aporta mayor incomunicación entre padres e hijos que confrontan los problemas desde perspectivas distintas. Black Space es una serie bien ejecutada con suficiente acción e intriga para verla hasta el final. Las buenas noticias son que al parecer habrá una segunda temporada para seguir las peripecias del insolente y desaliñado policía del ojo de cristal.
Listado de episodios de ‘Black Space’
La primera temporada de la serie israelí Black Space está compuesta por 8 episodios de entre 44 y 52 minutos cada uno.
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