El boom de adaptar películas Disney a imagen real se nos está yendo de las manos. Mientras que La bella y la bestia se encuentra ya en plena producción, La sirenita parece que ha quedado varada.
Tanto la directora como el estudio han alegado «diferencias creativas» y se especula con la posibilidad de que Coppola deseara un final trágico fiel al cuento original, incompatible con los planes de Universal, que aunque busca un guión más cercano a la historia de Hans Christian Andersen, es poco probable que termine por convertir en espuma de mar a la desdichada heroína. Otros medios culpan a las diferencias entre la directora y el estudio por la elección de la actriz protagonista que interpretará a Ariel.
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