Esa es la clase de protagonistas de las historias de Spike Jonze. Ya sean Max o Caron en Donde viven los monstruos o Craig Schwartz en Cómo ser John Malkovich, todos tienen en común la desidia con la que se enfrentan a su mundo. Nuestro protagonista, Theodore Twombly, no es distinto.
El melancólico protagonista de esta historia, Theodore Twombly (magníficamente interpretado por Joaquin Phoenix), es un hombre desconectado del mundo, de los sentimientos y de los demás, a causa de una depresión derivada de su divorcio hace un año. En busca de compañía, decide instalar un nuevo sistema operativo autobautizado como Samantha (con la sugerente voz de Scarlett Johansson). Para un hombre que se ha convertido en un autómata, en poco más que una máquina provista de piel y huesos, Samantha demuestra que la humanidad va más allá de lo palpable, y que en sus inquietudes y deseos hay más vida que la que él ha experimentado en todo un año.
Escrita por el propio Spike Jonze, el guión se centra en el diálogo, limitando al máximo la acción, y convirtiendo esta historia futurista, en un retrato intimista de las relaciones humanas, al tiempo que nos lleva a preguntar qué será del amor en un mundo en el que la tecnología nos empuja poco a poco hacia la incomunicación
Para evocar esa intimidad entre personajes, se ha contado con el genio de Hoyte Van Hoytema para hacerse cargo de la fotografía. Hoytema, que dio el salto al cine estadounidense por su trabajo en Déjame entrar, y que ya ha trabajado en algunas producciones de Hollywood como El topo o The Fighter, dota a cada escena en Her de una poesía visual sin la que la narración perdería gran parte de su magia. El uso de iluminación LED favoreció que la cámara captara la atmósfera a través de una luz suave y sutil que, unida al uso de colores rojos en ropa y escenarios, otorgan a cada escena una calidez y un tono nostálgico que envuelve al espectador.
El reparto, aunque un poco difuminado por la presencia de Joaquin Pheonix y la no presencia, pero magnetismo de la voz de Scarlett Johansson, sirven de contrafuerte a sus protagonistas. Amy Adams, cuyo talento interpretativo resulta ya indudable, interpreta su pequeño papel como amiga y confidente de manera tan excepcional, que hace que brillen sus pocas líneas. Acompañan a los tres, Rooney Mara como esposa del protagonista (papel pensado en un momento para Carey Mulligan) y el futuro guardián de la galaxia Chris Pratt.
La música y banda sonora también tienen un papel fundamental, y en este caso, Spike Jonze se la confió enterita al grupo canadiense de rock independiente Arcade Fire. Aunque sus canciones ya han aparecido en películas de éxito como La vida secreta de Walter Mitty o Los juegos del hambre, en Her, además de interpretar un par de temas, se hacen cargo también de la composición de la banda sonora que acompaña toda la película.
En definitiva, Her es el intento victorioso de hacer de una historia con tintes de ciencia ficción, el reflejo de la belleza que existe en lo ordinario, en el día a día que a menudo vivimos de manera automática. Cabe preguntarse si no seremos nosotros las máquinas, y Samantha el verdadero ser humano.
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Buena crítica Cristina. Te me adelantaste! coincido en casi todo, y aprovecharía para recomendar la versión original, ya que la voz de Scarlet Johansson es un personaje fundamental en la trama. Saludos!
Gracias, Miguel. Sí, desde luego la versión original es obligada, la voz de Scarlet es demasiado especial.