nos ofrece otro poderoso drama, intrigante y a contracorriente. Una
oscura fábula poética que narra una historia universal sobre dos almas
gemelas atrapadas, unidas por su profunda necesidad de renacer y dejar
atrás una época marcada por el crimen y la alienación.
Basada en la controvertida novela, «El hombre perro», de Yoram Kaniuk,
una de las obras más importantes de la literatura hebrea, es una
valiente película que explora la memoria, la Historia, la naturaleza del
anhelo humano, así como la delgada línea que separa la libertad del
cautiverio, el humor negro de la tragedia, la razón de la locura. En la novela en que se basa, el escritor Yoram Kaniuk añadió algo
nuevo, incluso trascendente, a su discurso sobre la catástrofe y la
supervivencia: una consulta mordaz en forma de una pregunta que sigue
siendo demasiado relevante: ¿Cómo hacen las almas trastornadas para
preservar la necesidad de amor, risa y deseo frente al terror y al
absurdo?
vive en una clínica psiquiátrica para supervivientes del Holocausto, en
el desierto de Negev. Carismático, cínico y seductor, maneja a su
antojo al resto de pacientes, desafiando las normas del director del
centro (Derek Jacobi). La llegada de un niño que se cree perro le
hará reencontrarse con su doloroso pasado, cuando recluído en un campo
de concentración fue brutalmente denigrado por un comandante nazi (Willem Dafoe).
terminantemente prohibidos y los objetivos son enviados a través de una
máquina del tiempo al pasado, al año 2042, donde existe una red de
sicarios, conocidos como Loopers, que se encargan de acabar con ellos y
deshacerse rápidamente de los cuerpos. Uno de los mejores Loopers es Joe
(Joseph Gordon-Levitt) para quien esta profesión sólo supone un
trabajo muy bien pagado. Hasta que recibe un nuevo objetivo desde el
futuro: él mismo (Bruce Willis).
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