El 31 de octubre llega a los cines españoles El ladrón de palabras, el thriller dramático protagonizado por Jeremy Irons, Bradley Cooper, Zoë Saldana, Dennis Quaid, Olivia Wilde, Nora Arnezeder y Ben Barnes que clausuró el pasado Festival de Cine de Sundance.
El ladrón de palabras embarca al público en un viaje que nos traslada desde el París de la posguerra hasta la Nueva York de hoy en día para contar la historia de un joven escritor que descubre el precio que debe pagar por plagiar la obra de otro novelista. La película es una perspicaz y provocativa exploración del precio del éxito, a la vez que teje un intrincado mosaico de historias dentro de otras historias, con reflexiones y repercusiones que se encadenan una con otra.
La película supone el debut en la dirección de los guionistas y directores Brian Klugman y Lee Sternthal, quienes en el año 2000 ya participaron con esta película en el taller Filmmakers Lab del Festival de Sundance. Algunos años después Klugman y Sternthal trabajaron juntos en varios proyectos, incluyendo el guión de Tron: Legacy.
El ladrón de palabras narra como la publicación del primer libro de Rory Jansen (Bradley Cooper) es uno de esos acontecimientos arrolladores que sólo se dan una vez cada generación, que aviva la imaginación del público y la industria literaria por igual. Los lectores se lo recomiendan con entusiasmo a sus amigos, los críticos lo ensalzan; está por todas partes: los clubes de lectura, los aviones, los campus de las universidades…
Con una narrativa fresca y una sabiduría de la vida en cierto modo atemporal, Rory se convierte de la noche a la mañana en una estrella de las letras. El joven escritor, carismático, inteligente y con talento, parece tenerlo todo: una maravillosa vida, una mujer afectuosa (Zoë Saldana), el mundo a sus pies… y todo gracias a sus palabras.
Pero, ¿de quién son esas palabras? ¿Y de quién es esa historia, en definitiva?
En la cumbre de su éxito, un misterioso anciano (Jeremy Irons) localiza a Rory y se enfrenta a él afirmando ser el verdadero autor de la novela. El anciano relata los hermosos aunque trágicos recuerdos de su juventud en París, después de la Segunda Guerra Mundial, que dieron origen al libro. Al comprobar que otro hombre ha pagado caro el tesoro que contiene esas historias, Rory deberá hacer frente a cuestiones como la creatividad, la ambición y las elecciones morales que ha hecho guiado por esos intereses.
Escrita a modo de historia dentro de una historia, la vida del propio Rory es una ficción. Detrás de ella se encuentra un auténtico león literario, Clay Hammond (Dennis Quaid), que, persuadido por una hermosa y astuta estudiante (Olivia Wilde) para que hable del verdadero significado de su novela, no puede sino insinuar las conexiones entre la historia y su secreto del pasado.