Ya con ocasión del Especial: Viajes en el tiempo tuvimos la ocasión de comentaros la existencia de esta fenomenal película, y de su menos acertada secuela, lanzada apenas hace unos años. Pero hoy vamos a hablar de la primera, la clásica. Y es que muchas veces las mejores obras de ciencia ficción se hacen con los medios más limitados. Basada en la novela de Orson Wells, La máquina del tiempo, escrita en 1895, y adaptada, en 1960, por David Duncan, narra la historia de un gentleman inglés de finales del S.XIX, George Wells, que inventa una máquina del tiempo con la que va viajando sucesivamente a 1917, 1941, 1970, y al futuro más lejano posible, el año 802.701!!.
A lo largo de esos viajes, nunca va a encontrar su objetivo: Una civilización más inteligente y avanzada, que haya dejado de lado la guerra y viva en paz y armonía, disfrutando de la cultura. En efecto, en las dos primeras paradas coincidirá con la Primera y Segunda Guerras Mundiales, en la tercera, con la temida guerra nuclear que marcó los años de la guerra fría, y, finalmente, cuando avanza tanto en el tiempo que todo vuelve a empezar de cero, descubre una sociedad de humanos indefensos, que son utilizados como alimento por una parte de la humanidad que ha regresado a la época de las cavernas.
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