Pitch black fue una producción de 23 millones de dólares realizada en el año 2000 que tuvo un gran éxito comercial (lleva recaudado más de 39 millones), principalmente debido a su antiheroíco protagonista, interpretado por la estrella de acción emergente Vin Diesel.
Las crónicas de Riddick llegaron en el año 2004 con una desorbitada (y muy bien aprovechada) producción que costó 110 millones de dólares. Fue alabada por el público tanto por la historia como por los deslumbrantes efectos visuales.
El mismo año 2004 se publicó un videojuego (The chronicles of Riddick: Escape from butcher bay) que se situaba cronológicamente antes de los hechos de Pitch black. También el mismo año se puso directamente a la venta una película de animación llamada Dark fury que contaba los hechos ocurridos entre Pitch black y Las crónicas de Riddick y fue dirigida por Peter Chung.
La continuación de la saga en forma de película se ha hecho esperar más de 7 años (el estreno está previsto para el próximo año), pero, por fin, los seguidores podrán ver la continuación de las aventuras de Riddick.
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Ambas me gustan, pero ojala vuelvan a lo que hicieron en la primera.