lunes, octubre 7, 2024

‘Scream 2’: Mejorando el éxito

Los análisis de Óscar M.Scream 2
 
Tras el éxito mundial de Scream (costó 15 millones de dólares y lleva recaudado más de 161 millones) era evidente que habría una secuela (los personajes lo auguraban al final de la primera película). El rodaje comenzó sólo seis meses después del estreno de Scream, repetían los actores supervivientes y el equipo técnico (Craven y Williamson incluidos); pero, ¿cómo iban a superar el éxito obtenido? Williamson lo tenía claro: sorprender de nuevo al público, pero no repetir la fórmula (excepto para reírse de ella).
 
Scream 2 arrastra el éxito de Scream y vuelve a darle al público lo que quiere: más guiños, más bromas, más asesinatos, más sangre, más carreras, más Ghostface. La premiere fue un año después de su predecesora y el estreno se llenó de máscaras blancas fantasmagóricas y un público ansioso por conocer la respuesta a una conocida pregunta: ¿quién es el asesino ahora?
 
AVISO: A partir de este punto se revelan datos importantes del argumento.
 
La secuela comienza riéndose de su predecesora a lo grande: en el estreno de «Stab» (Puñalada), una película donde se narra lo sucedido en Scream, dos estudiantes (que Jada Pinkett sea estudiante sí que es humor) relatan la discriminación de los actores afroamericanos en el género de terror (no se libra ni Scream) y, para colmo, en la película, una mala actriz reinterpreta el papel de Casey en Scream y comete los típicos errores del cine de terror: se mete en la ducha, no huye del asesino… pero entre el público hay un asesino real que mata a dos personas mientras los asistentes piensan que es un truco publicitario.
 
*El asesino (o asesinos):
Volver a sorprender al público cuando en 1997 y 98 habían salido asesinos en serie por doquier era una tarea muy difícil. Muchas películas nunca hubieran visto la luz si no llegan a tener como precedente el éxito de Scream: Sé lo que hicisteis el último verano (con guión del propio Kevin Williamson), El coleccionista de amantes o Wishmaster fueron seguidas por The faculty, Halloween H20, Aún sé lo que hicisteis el último verano, La novia de Chucky, el remake de Psicosis, Comportamiento perturbado, Leyenda urbana, Phantoms, Destino final… no sólo se había revitalizado el género de los asesinos en serie, además se había permitido que sagas agotadas tuvieran nuevas entregas.
 
 
El guión consigue, como pocas veces, que el espectador dude incluso de lo que ha visto en la película anterior. Los protagonistas vuelven a hacer dudar al espectador sobre si el asesino podría ser una mujer o si vuelve a ser el novio, si se trata de un asesino imitador o si trata de terminar el trabajo empezado dos años antes. Pero Sidney vuelve a ser atacada y la policía la pone bajo vigilancia; aunque todos sabemos que no servirá de nada y el baño de sangre es inminente.
 
La frase «Todo el mundo es sospechoso» compite ahora con «La historia siempre se repite» (una reinterpretación de «Quien no conoce su historia está condenado a repetirla» de Winston Chruchill), y para ello la historia de Scream 2 vuelve sobre sus pasos y reincide en pequeños detalles como las llamadas misteriosas, mostrar las botas del asesino, que el novio aparezca donde no tiene que estar, que la periodista aparezca tras unos arbustos, que las hermanas de la hermandad o el ex-presidiario aparezcan siempre en el momento oportuno, todo elaborado con la intención de que el espectador no esté seguro de nadie.
 
En un campus invadido por los periodistas hay candidatos a asesino a patadas: junto al novio (y su sospechosa herida superficial) están su nueva amiga, los dos excéntricos amigos (aficionados a las películas de terror), la exitosa periodista que continúa ansiosa de noticias y fama, y la nueva periodista (local) que la persigue, el nuevo cámara (afroamericano), el ex-convicto sediento de venganza y dinero, el (lisiado) ex-ayudante del sheriff, los miembros de las hermandades (y sus bromas pesadas)… Sidney duda de todos y cada uno de ellos y corre el riesgo de volverse paranoica y neurótica.
 
*La historia:
De nuevo nos falta información sobre los personajes: han pasado dos años y Sidney (Neve Campbell) está estudiando interpretación, tiene un nuevo novio, Derek (Jerry O’Connell), y una nueva mejor amiga (afroamericana), Hallie (Elise Neal). Cotton (Liev Schreiber) fue puesto en libertad y los periodistas se lo sortean. Nuestra periodista favorita sin escrúpulos, Gale Weathers (Courteney Cox), ha publicado un libro sobre los acontecimientos de Scream («Los asesinatos de Woodsboro») del que han hecho una película, «Stab». Randy (Jamie Kennedy) estudia cine en la misma universidad que Sidney, y Dewey (David Arquette) hace su aparición estelar cuando vuelven a comenzar los asesinatos.
 

Además, nos encontramos con una nueva hornada de futuros asesinos y/o cadáveres: las nuevas amistades de los protagonistas son bastante sospechosas, incluido, otra vez, el nuevo novio de Sidney. Ella no ha podido superar que su ex-novio psicópata intentara matarla y sus dudas provocaran la muerte de Derek en una escena final donde la locura de su compañero de clase Mickey (Timothy Olyphant) se une a la de Debbie (Laurie Metcalf), la madre de Billy, que ha fingido ser una periodista y ha vuelto para vengar a su hijo.

De nuevo, lo que vemos en pantalla sólo sucede durante 48 horas (que van desde el asesinato de Maureen y Phil en el cine hasta la masacre en el teatro de la universidad). El guión está mucho más trabajado, los detalles para despistar al espectador se llevan hasta el límite (varios personajes intentan incriminar a otros ofreciendo detalles imprescindibles para descubrir al asesino) y Williamson tiene el marco perfecto para introducir más referencias al cine situando la acción en el campus universitario de una escuela de cine e interpretación.

La evolución de los personajes tampoco se ha dejado al azar, claramente los supervivientes de la masacre anterior tienen que hacer frente a sus miedos y superarlos si quieren sobrevivir (aunque algunos no lo consigan, como Randy), donde más se demuestra es en la actitud de Sidney (que aunque elige apartarse de su novio y de sus amigos, no puede escapar de su futuro; sin embargo demuestra su valor al intentar descubrir al asesino en la escena del coche) y Gale (que pasa de querer ser el centro de la noticia a intentar atrapar al asesino, mientras deja de reprimir sus sentimientos por Dewey).

*La escena:

Sin duda la escena inicial vuelve a ser bastante impactante (y esta ocasión se utiliza de prólogo, colocándola antes del título) pero es más relevante (tanto argumental como cinematográficamente) casi toda la parte final: (otra vez) la escena del coche (el accidente y la huida del coche siniestrado más terrorífico y con más tensión jamás filmado), la persecución de Gale y Dewey (el asesinato de éste visto a través de un cristal insonorizado  en una sala de doblaje es magistral) y la escena final en el teatro (un guiño a los orígenes de la interpretación en el que se combinan perfectamente los elementos teatrales con el argumento).

Sobre todo lo más destacable de Scream 2 es la forma que tiene de jugar con la anterior película; aunque presenta el mismo esquema narrativo, no deja de sorprender cómo el argumento recurre a Scream para divertir al espectador en un juego de «vida que imita al arte que imita a la vida». Por un lado lo consigue con la película dentro de la película (para evitar los flashbacks), reproduciendo escenas de Scream (y conseguir a Tori Spelling para re-hacer el papel de Sidney en «Stab» es sencillamente magistral), y por otro introduciendo el tema mitológico de Cassandra en la saga: Sidney, al igual que la profetisa griega, está condenada a conocer su futuro y a que nadie la crea; debe cargar con su maldición y enfrentarse a ella si quiere sobrevivir.

*El asesinato:

El personaje de Mickey idolatra a Billy y a Stu, por ello vuelve a jugar con las víctimas al estilo Woodsboro; pero Debbie es más salvaje, su venganza la ciega, acuchilla y persigue sin descanso a los que acabaron con la vida de su hijo, sus puñaladas son más descontroladas, como un animal con su presa (en la escena final Laurie Metcalf parece estar al borde del colapso). En esta ocasión parece que es Mickey es más prolífico con el cuchillo, ya que Debbie sólo reconoce haber matado a Randy; pero sin duda colaboró para acabar con Cici (ambos pudieron colaborar ya que Mickey estaba en la casa de al lado y Debbie llegó con mucha rapidez a la escena del crimen); y en el parte final Mickey acaba con 4 personajes casi sin pestañear.

*Las reglas:

De nuevo, Randy (Jamie Kennedy) explica las reglas para sobrevivir a la secuela: (1) el número de cadáveres siempre es mayor (es cierto, pasamos de 8 a 10 muertos); (2) los asesinatos son más elaborados y truculentos, con más sangre (aunque la escena de Cici es una mezcla del asesinato de Casey y el primer ataque a Sidney en la primera parte, ésta termina volando por una ventana); y (3) si quieres convertir la saga en franquicia… (en la película se cortó, pero en el tráiler continuaba) nunca asumas que el asesino ha muerto.

Y tal y como sucedía en Scream las reglas propias de las saga se cumplen a rajatabla: el famoso para atraer a la audiencia (esta vez hay dos: Jada Pinkett y Sarah Michelle Gellar); nadie está libre de ser asesinado (Randy se encara con el asesino y lo paga con su vida); y en la escena final los motivos vuelven a sorprender al público por su simpleza (la esquizofrenia de uno y la vieja venganza de la otra). Scream 2 rompe con las reglas de que las segundas partes nunca son buenas y se autojustifica en una de escena donde debaten sobre el tema en clase.

*Los supervivientes:

Sidney y Gale (que había sido dada por muerta, otra vez) sobreviven gracias a Cotton, que se convierte en el héroe de la masacre y, en el último momento (durante el rodaje, otra vez), Dewey (sólo por si se hacía una tercera parte). También sobrevive el cámara (afroamericano) de Gale, pero ni siquiera es atacado. En Scream la cámara terminaba con Gale convertida en el centro de la noticia, ahora es Sidney el centro de todas las miradas, vuelve a estar sola y desaparece por el campus.

A pesar del éxito, la parte final de la trilogía se retrasó dos años, y, aunque contaba con una línea argumental de Kevin Williamson, éste abandonó la producción para dirigir su primera película y los resultados quedaron patentes en el guión.

*La dirección:

La continuación de Wes Craven era imprescindible, el ambiente que había conseguido combinando misterio, comedia y terror esa absolutamente necesario y deseable. Por supuesto los planos de la primera parte han sido mejorados y ampliados, ofreciendo en esta ocasión unos estupendos planos amplios, ya no sólo en los asesinatos, sino en todas las tomas del campus universitario, que ayudan a globalizar la trama de la película y se contraponen a los planos cortos que hacían pequeña a Scream.

Es destacable cómo al igual que la trama, los actores y los personajes, Craven también ha madurado y aprendido de la primera a la segunda parte y lo demuestra con unos primeros planos en las escenas dramáticas, dando una vital importancia al drama terrorífico y real que viven los protagonistas. Sin olvidar las escenas de terror, sabe dónde colocar la cámara para que el espectador esté en tensión y espere al asesino desde cualquier ángulo.

Al igual que en la primera parte el escenario es una parte primordial del terror que viven los protagonistas, utilizando cada esquina y recoveco para ocultar al asesino; además, en esta ocasión, se han tenido mucho más en cuenta el vestuario y la peluquería, sobre todo en el dúo femenino protagonista, mostrando un estilo más cuidado y utilizándolos para expresar los sentimientos internos de los personajes (las mechas rojas del pelo de Gale, por ejemplo, representan sus deseos de destacar y ser el centro de atención; y son rojas en referencia a la sangre).

*La Música:

La inclusión de canciones empieza bien, She is always in my hair y Your lucky day in hell dejan claro que Sidney es el centro de la historia; la película «Stab» recurre a Red right hand como conexión con Scream; Right place, wrong time, She said y la vibrante versión de Less than Jake de I think I love you continúan con la tónica de incluir canciones acordes con el argumento. Sin embargo, la banda sonora incluye aberraciones musicales como Scream (de Master P), o canciones que no aparecen en la película, como One more chance o The race, que han sido incluidas sólo para vender más discos.

Por suerte, la música compuesta por Marco Beltrami continúa su excelente estilo y lo desarrolla ofreciendo una música más terrorífica y escalofriante, con continuos saltos que sorprenden al espectador y mantienen la tensión durante todo el metraje. En contraposición, también se incluyen piezas más melancólicas y hasta románticas, para las escenas dramáticas que viven los personajes; todo ello convierte la música incidental de Scream 2 en una absoluta delicia musical imprescindible para la saga. Y vuelve a haber una canción oculta: el aria de Cassandra compuesta por Danny Elfman.

 
*Curiosidades:
 
(1) A pesar de que en la primera película el asesino no dejaba el teléfono, en ésta no realiza la primera llamada hasta casi media hora de metraje.
(2) Se barajaron los títulos Scream, la secuela, Scream again (Grita otra vez) y Scream louder (Grita más fuerte); en Brasil se llamó Pánico 2 y en México Scream 2, grita y vuelve a gritar.
(3) Las caras del póster de avance son Jada Pinkett y Neve Campbell; el póster final puso de moda incluir a los protagonistas posando con las «cabezas flotantes».
(4) En el primer borrador del guión había tres asesinos: Derek, Hallie y Cotton.

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