viernes, abril 19, 2024

Sangre y cenizas (IX): ‘La sombra del vampiro’

Si en nuestra anterior parada en la caza de vampiros nos deteníamos en uno de los clásicos más importantes, Nosferatu, ahora retornamos a la producción de Murnau a través de otra película que pretende acercanos al relato de qué habría pasado si Max Schrek, que interpretó al Conde Orlok, realmente fuera un vampiro. E. Elias Merhige dirige La sombra del vampiro, escrita por Steven Katz, de una forma francamente interesante.

A través de esta producción nos muestran la historia del rodaje de Nosferatu, las dificultades de los productores para atraer al cine, entonces un arte nuevo, a las estrellas del teatro; los egos de unos y otros y la complejidad de un rodaje de estas características. Pero en torno a ese rodaje, un gran secreto que Murnau guarda celosamente. El vampiro. ¿Quién es? Parece ser un actor que se introduce hasta el extremo en su interpretación, al que se referirán como conde Orlok por imperativo del director. Actuación extrema con un oscuro secreto.

Cuando el equipo de rodaje llegue a los Cárpatos y conozca al actor protagonista sus inquietudes se transformarán en miedo. Un estrafalario y grosero personaje les espera en su castillo, tan ensimismado en su actuación que empieza a parecerles peligroso. Nada más cercano a la realidad, pues Murnau ha firmado un verdadero pacto con el diablo y juega con fuerzas sobrenaturales pensando que puede controlarlas, que conoce las debilidades del vampiro y puede valerse de ellas.

La sombra del vampiro no es una continuación de Nosferatu, es un complemento sensacional que cubre los vacíos de trasfondo que nos deja ésta, nos ofrece una pequeña clase de historia del cine y nos trasporta al rodaje de este clásico de terror de una forma francamente realista. El temor del reparto ante el personaje del vampiro es tan profundo y creíble que sobrecoge y se transmite al espectador. Nos da una idea de la reacción más fiel ante el terror paralizante de la muerte encarnada en un vampiro, que contrasta con las tibias reacciones de muchas otras películas en las que un tonto adolescente es capaz de enfrentarse a un ser de esta índole como si se opusiera al matón del barrio.

Willem Dafoe se impone magistralmente al encarnar al Conde Orlok (algo que le valió una nominación a los Óscar como Mejor actor de reparto) y al imitar la tremenda actuación de Max Schrek para asemejar los planos de La sombra del vampiro a los que pudimos ver en la producción clásica de 1922. Su papel se adentra fantásticamente en las motivaciones del vampiro y en su psicología, nos hace entenderle y temerle; no sólo nos da una nueva historia, enriquece Nosferatu de una forma sorprendente.

«Edad inmortal frente a juventud inmortal». La frase encarna la frustración del anciano conde sujeto a sus pasiones «a un hambre irregular y muchas veces desmedida». Un ser grotesco y terrorífico, horrible en los físico y manipulador hasta el extremo. Durante la historia, en un momento de receso del rodaje el vampiro se acerca al productor y al guionista y ellos tratan de mofarse del actor y le preguntan por Drácula. Entonces él les habla sobre el conde, y les habla sobre sí mismo, y explica de una forma sosegada, profunda y patética la trágica soledad del vampiro, su decadencia, la crueldad del tiempo y el destino.

El vampiro explota su imagen de fragilidad ante Murnau, interpretado con destreza por John Malkovich, hasta que éste entra en su juego. Entonces el conde, harto de los gritos y las amenazas del director se enfrenta a él: «Esta película ya no es tuya», haciendo que Murnau sea consciente del mortal terreno en el que pisa. Ninguno de los dos puede, no obstante, abandonar el proyecto: Murnau tiene ante sí una posible obra maestra, le puede la ambición; el vampiro aguarda la promesa de estar ante la doncella en la escena final, a la que pretende arrebatar la vida. El pulso entre ambos ególatras se mueve en un tenso equilibrio y pondrá en juego la existencia de ambos y la vida de todo el equipo.

La sombra del vampiro nos hace sentir la proximidad del vampiro, su naturaleza malvada, su repugnante existencia asesina y el temor de los que se ven obligados a estar próximos a un tipo de mal que trasciende nuestro subconsciente. Una grata sorpresa para los amantes del cine de vampiros.

El vampiro según… La sombra del vampiro (Spoiler).

*Origen. No indica el origen del vampiro, pero sí que murió y que su no-vida se prolonga durante siglos.
*Motivación. Satisfacer su sed de sangre. Siente placer atemorizando a los seres humanos. Le mueve la pura maldad.
*Poder. A pesar de su ancianedad, es capaz de doblegar a un hombre con su fuerza. De nuevo su mayor poder es su presencia, que paraliza a los hombres a causa del terror.
*Entorno. Vive en el lugar donde murió, en el lugar que le recuerda su pasado glorioso y lejano.
*Influencia. Se trata de un conde temido por el pueblo, un señor inmisericorde temido y odiado venido a menos por el paso de los siglos.
*Debilidades. No se refleja en los espejos. La luz del día le quema y le convierte en cenizas. Además, su ansia de sangre a veces le impide pensar con lógica. Una estaca de madera clavada en el corazón puede acabar con él.

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