Aunque desde Vanity Fair van más allá, y admiten que la verdadera razón de aceptar el papel fue que la película tendría un largo rodaje, lo que le permitiría declinar otras ofertas. Y ya que estaba garantizado que iba a tener un cheque de pago, Ledger sabía que daba igual si su interpretación era buena o no y su rendimiento no sería evaluado, pues no podría ser despedido, y en todo caso serían unas vacaciones pagadas. Lo cierto es que esta imagen de Ledger no es muy buena, y me parece de cobardes contarlo ahora que está muerto, sobre todo por la imagen del actor que acaba de caer en picado, y eso tampoco es bueno para los proyectos pendientes de estrenar del actor, como la última película de Terry Gilliam.
Su agente añadió que, si bien quería Ledger recibir el pago, no quería ser parte de la gran superproducción en la que se convirtió El Caballero Oscuro. «[Ledger] se atrevió siempre a decir que sería un blockbuster de verano, con los muñecos y figuras de acción y todo lo demás que viene con una de esas películas», explicó Alexander. «Tenía miedo que le definiera y limitara sus opciones».
Que estaría pensando ahora Ledger, si hubiera vivido para ver el éxito de la película, no solo comercial, sino para su propio personaje, que le ha valido multitud de premios y el reconocimiento de todos los medios y crítica internacional. Muchas veces los Blockbuster deparan sorpresas agradables como éstas.
Fuente: WorstPreviews