
Tras el éxito de la saga y teniendo en cuenta que uno de los personajes más carismáticos de los X-Men era Lobezno, todos esperábamos su spin-off, y nos llega en forma de precuela, pues todos los acontecimientos son anteriores a las películas vistas, comenzando la historia en la infancia de Logan, donde conoce sus «poderes» y empieza una huida y búsqueda interior sobre su identidad y lo que espera de la vida. A partir de aquí nos enlazan con las guerras que vive, con el tratamiento que sufre para lograr tener su esqueleto de adamantium y sus garras reforzadas. Para los seguidores de Marvel hasta aquí no verán nada extraño, y para los desconocedores de los cómics será una buena introducción para comprender a un personaje tan complejo. La idea no era mala, aunque quizás innecesaria, pero el problema radica en la forma de desarrollarla, insípida y dolorosa para todo fan de Lobezno.
Siguiendo con el guión de la película debemos admitir que la forma de presentarnos al personaje está muy bien enlazada para ofrecernos la posibilidad de conocer a otros mutantes en su juventud, como William Stryker, Dientes de Sable o Cíclope, que sirve de introducción para otro posible Spin-off ya comentado, como sería First Class, donde veríamos los inicios de la escuela del profesor Xavier. Lástima que los guionistas a veces se sientan presionados por los productores, que les exigirían grandes escenas de acción, para lo que han necesitado presentarnos muchos más mutantes, de los cuales destacan Gámbito y Deadpool (me cuesta llamarle así), que tienen cierta relevancia en la película, pero tenemos más de quince mutantes más que se entremezclan en algunas escenas, generando cierto caos y confusión, y sin dejarles posibilidad de demostrar todo lo que saben hacer, aunque si estamos atentos veremos detalles de cada uno de ellos para ubicarles en el Universo Marvel. Pero esto no hubiera sido necesario si hubieran recordado que la película se centra en Lobezno, que es por lo que vamos al cine.
Gracias a los guionistas vivimos un romance en la vida de Lobezno, pero tan innecesario como la frase ¿Sabes qué le pasa al que busca pelea? Que la encuentra… que a más de uno le han venido a la mente las frases más clásicas de las películas de acción de los ochenta, carentes de guión y donde se empleaba mucho el típico no me busques, que me encuentras…
Y, aunque no quiero criticar los detalles de la trama que no me coinciden con la historia conocida en los cómics, destaca el parentesco que nos presentan entre Lobezno y Dientes de Sable, como hermanos, algo que aunque sí se ha dejado caer en algunas situaciones y en el propio cómic de Lobezno origen o en la etapa de Claremont de los X-Men, no deja más que sorprender a muchos que no tienen conocimientos de toda la saga de cómics, y que quizás no hubiera hecho falta introducir.
Lo que si debemos agradecer a los guionistas, en perfecta sintonía con los creadores de efectos especiales y los compositores de la banda sonora es, a mi entender, una de las mejores presentaciones de una película que he visto en muchos años. Una presentación que demuestra que con una buena canción y una sucesión rápida de escenas pueden lograr que perdone muchos errores de la película. Nos ubican a Lobezno y su hermano (me duele decirlo) en distintas épocas y batallas de la Historia (aunque este tipo de introducción magistral la hemos visto hace poco también en Watchmen).
Pasando al tema de los actores y su caracterización debo admitir que Jackman ha logrado meterse en la piel de Lobezno mejor que nunca, con un físico impecable y unos gestos de tipo duro que meten miedo en el cuerpo. Sólo me sigue chocando la estatura de Jackman, para nada disimulada y en gran contraste con la conocida por todos del personaje original. Mención especial para Gámbito, que sin apenas dejarnos disfrutar de su buen manejo de las cartas, si que deja ver como un rapero más por culpa de ese bastón que le han prestado para la ocasión (sarcasmo). Cíclope, por su parte, si nos trae a la mente al actor de la saga de los X-Men, Scott Summers, pues es igual de flojo y soso, pero parece metido a presión en una historia donde no era para nada necesario. Y dejamos para el final de los mutantes citar a La Mole, interpretado por Kevin Durand, pero que perfectamente nos llegan a confundir y que pensemos que se trata de Mike Myers disfrazado de «Gordo Cabrón» en la saga de Austin Powers, otorgándole una corpulencia y grosor para nada acorde con lo visto en los cómics y que nos hace sentir dentro de una parodia de cine de mutantes más que en una saga que merece un respeto por los años y seguidores que tiene.
Los escenas de acción son dignas de una superproducción, con grandes batallas y peleas, que por desgracia ya nos evocan a ciertas escenas conocidas, destacando la pelea entre Lobezno, Víctor y Deadpool (cada vez que lo cito me siento mal), que recuerda al enfrentamiento final entre Obi Wan, Darth Maul y Qui Gon Jinn. Pero por lo general, cumplen perfectamente con la sintonía de la película aunque exceden el uso de mutantes «trepa muros», habilidad que parece que todos comparten. Saltos y brincos mezclados con edificios que se derrumban al son de los golpes nos ayudan a mantener la adrenalina, pero no será gracias a los efectos especiales desarrollados para la ocasión. Con un presupuesto desmesurado y la última tecnología disponible no han sido capaces de lograr que las garras de Lobezno no parezcan superpuestas sobre la escena rodada. Francamente, han superpuesto unos dibujos animados de baja calidad sobre los fotogramas originales y piensan que han hecho un trabajo de integración de CGI en la película… por favor, y aunque no lo quiero sobre mi el peso de estas palabras, que la Fox despida al becario encargado de las garras, y si no es un becario, ya pueden firmarle el finiquito. Me parecían más reales y más integrados los personajes de películas como ¿Quién engañó a Roger Rabbit? , que ya tiene sus años y no buscaban pasar desapercibidos, que muchos de los «añadidos» en postproducción de Lobezno.
Por tanto, podemos decir que estamos ante una película de acción bien presentada aunque no bien narrada, donde el intento de saturar de efectos especiales (de baja calidad) ha podido con una historia que prometía con la Introducción pero se iba desinflando por momentos.
Lo mejor: Jackman logra meterse perfectamente en el papel de Lobezno.
Lo peor: los efectos especiales y las libertades en el guión.