Las críticas de Laura Zurita:
Septiembre 5
Durante los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, un equipo de transmisión deportiva de EE. UU. cambia rápidamente de cubrir deportes a informar en vivo sobre el secuestro de atletas israelíes. El protagonista, Geoff, un joven productor ambicioso, debe demostrar su valía a su jefe, mientras enfrenta decisiones éticas complicadas en medio de una crisis.
Septiembre 5 es una película dirigida por Tim Fehlbaum. El guion fue coescrito por Tim Fehlbaum, Moritz Binder y Alex David. El reparto principal de Septiembre 5 está compuesto por Peter Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin, Leonie Benesch y Zinedine Soualem. La película se estrena en España el 31 de enero de 2025 de la mano de la distribuidora Paramount Pictures.
Homenaje a la televisión analógica
Septiembre 5 relata la tragedia que tuvo lugar en Múnich durante las olimpiadas de 1972 desde una perspectiva novedosa: la de los periodistas de la cadena ABC que cubrieron la crisis de rehenes desde un estudio de televisión. Este enfoque permite a la película explorar el papel crucial que tuvieron y tienen los medios de comunicación en la configuración de la opinión pública y la responsabilidad que esto conlleva.
La recreación, por una parte, de la imaginaria y estética de los 70 y, por otra, el trabajo de los periodistas en una sala de control durante una transmisión en vivo de los juegos es uno de los logros técnicos de Septiembre 5. Se presta especial atención a los detalles de la tecnología de la época, desde los teléfonos manipulados con destornilladores hasta las pesadas cámaras que requerían una planificación cuidadosa para su movimiento. Esta cuidadosa reconstrucción en la materialidad de la época es un homenaje a la tecnología analógica de la época. También refuerza la idea de cómo la tecnología, en su momento, impactó la forma en que se transmitía la información.
Septiembre 5 plantea preguntas importantes sobre el papel de los medios de comunicación. A pesar de que la crisis de los rehenes no formaba parte de su trabajo habitual, el equipo de ABC siente la necesidad de informar al público. La película homenajea la figura de los periodistas profesionales y su actitud sobre la su responsabilidad ética, así como del poder de los medios y su capacidad para influir en la percepción de los acontecimientos.
Es inevitable relacionar Septiembre 5 con Múnich (Steven Spielberg, 2005), que aborda el mismo evento. Sin embargo, sería injusto comparar ambas películas, ya que adoptan enfoques claramente distintos. Mientras que Múnich se centra en las consecuencias posteriores a la tragedia y la búsqueda de venganza del Mossad, Septiembre 5 se limita a la perspectiva del equipo de ABC que cubre los Juegos Olímpicos. Esta elección narrativa restringe el conocimiento del espectador a lo que saben los periodistas, lo que genera una sensación de tensión y urgencia.
Septiembre 5 no profundiza en las razones por las que tuvo lugar el atentado, o las motivaciones de los terroristas, sino que los presenta como una fuerza externa que irrumpe en la narrativa. Esta decisión puede interpretarse como una limitación, pero también como una elección consciente para mantener el enfoque en la experiencia de los periodistas y el impacto de la tragedia en su trabajo.
Un aspecto destacable es su exploración del contexto histórico en el que se desarrolla la tragedia. Las Olimpiadas de Múnich se celebran en un momento de transición para Alemania, un país que aún lidia con las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y busca proyectar una nueva imagen de sí mismo. Septiembre 5 alude a la tensión entre el sentimiento de culpa colectiva y el deseo de las nuevas generaciones de ser juzgadas por sus propios méritos.
Guion conciso y efectivo
El guion de Septiembre 5 es conciso y efectivo. La historia se cuenta de manera fluida, con diálogos naturales que revelan lo necesario sobre los personajes y la situación. La película evita detalles innecesarios sobre la vida privada de los personajes, lo que contribuye a mantener el enfoque en la trama principal.
Las actuaciones son sólidas y naturales, lo que refuerza la sensación de realismo. La película utiliza un recurso interesante al mostrar la complejidad del trabajo periodístico detrás de cámaras. Al revelar el esfuerzo y la planificación que implica la transmisión de noticias, Septiembre 5 nos invita a reflexionar sobre la construcción de la información y su impacto en nuestra comprensión de los eventos.
A pesar de la naturaleza trágica de los acontecimientos, Septiembre 5 evita el melodrama y la manipulación emocional. La película se centra en la representación objetiva de los hechos, sin buscar culpables ni ofrecer respuestas fáciles. Esta sobriedad puede desconcertar a quienes esperen un relato más convencional, pero también puede considerarse un acierto al evitar caer en clichés y lugares comunes.
En conclusión, Septiembre 5 es una película que ofrece una mirada original y reflexiva sobre la tragedia de Múnich. A través de la perspectiva de los periodistas que cubrieron la crisis de rehenes, la película explora el papel de los medios de comunicación, el contexto histórico y la complejidad de los acontecimientos. Si bien puede que no satisfaga a quienes busquen un relato épico o emocionalmente manipulador, Septiembre 5 destaca por su sobriedad, su precisión técnica y su capacidad para generar preguntas importantes sobre la memoria, la responsabilidad y la representación de la realidad.
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