Las críticas de Laura Zurita:
Marco
Enric Marco Batlle fue un sindicalista español que ejerció como Secretario General de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y como Presidente de la Amical de Mauthausen de España. Durante su etapa al frente de la Asociación, Marco dio un gran número de charlas, principalmente en centros de enseñanza, sobre su pretendida vivencia como superviviente de los campos nazis. Más adelante, se acabó descubriendo que había falseado datos de su biografía para aparecer como superviviente del campo de concentración de Flossenburg, durante la II Guerra Mundial.
Marco está escrita y dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño, con un guion de Jon Garaño y Aitor Arregi, e interpretada por Eduard Fernández, Nathalie Poza y Sonia Almarcha. La película se estrena en España el 8 de noviembre de 2024 de la mano de Bteam Pictures.
Una persona muy especial
Enric Marco Batlle en 2005 alcanzó fama internacional, por aparecer como superviviente de los campos de concentración nazis de la Segunda Guerra Mundial, de la misma manera que logró presidir la CNT afirmando que había sido amigo de Buenaventura Durruti.
Ya con esa introducción se adivina que Enric Marco tenía mucha personalidad. De hecho, su caso es tan interesante que, antes de la película Marco, ya se ha documentado antes en varias ocasiones. Por un lado, el documental Ich bin Enric Marco (Santi Fillol y Lucas Vermal, 2009), sigue su visita al campo de concentración de Flossenbürg y a los lugares de Alemania en los que realmente estuvo como obrero. En 2014 el escritor Javier Cercas publicó la novela biográfica El impostor, basada en sus conversaciones con Marco y en las investigaciones que llevó a cabo sobre la vida del personaje.
Para dar algo de contexto a la cuestión, las víctimas españolas de los campos de concentración no fueron ni recibidas ni protegidas por la dictadura de Franco, y no tenían una patria que los acogiera después de su liberación. De hecho, aunque ahora cueste creerlo, el régimen acalló los horrores de los campos durante muchos años, y esa historia empezó a salir a la luz cuando empezó la apertura política. De ahí la falta de información sobre las víctimas españolas de los campos, y lo relativamente fácil que fue crear narraciones en ese vacío, como se muestra en Marco.
Marco se centra en la actividad de Enric Marco en la Asociación Amical de Mauthausen, sin entrar en otras facetas de la vida pública de Marco, entre ellas su actividad sindicalista. Me parece una elección acertada, porque nos permite explorar de cerca los acontecimientos y el desarrollo de las circunstancias que llevaron a su desenmascaramiento, un hecho muy sonado y que tuvo consecuencias no solo para Marco, sino para toda la organización.
Enric Marco era un hombre inteligente, que eligió para su historia un campo pequeño y muy desconocido. Esa inteligencia, y un gran don de gentes, lo puso en el centro de la reivindicación de las víctimas españolas de los campos de concentración: personas que, como se ha comentado, estaban en un estado de indefensión, porque España ni los reconocía ni los aceptaba.
Reflexiones sobre la verdad
Marco intenta acompañar a Enric Marco, sin juzgarlo. Lo retrata con cercanía, como la persona polifacética que era, en varios momentos de su vida, desde sus inicios como obrero en un taller hasta el momento por el que ha pasado a la historia. Una reflexión de Enric Marco puede hacernos pensar: «De los labios de un mentiroso salía la verdad». En un mundo en el que el aspecto mediático es tan importante, fue la persona de verbo más fácil el que fue adalid de un tema, porque los medios y la ciudadanía no estaban tan interesados en testimonios menos fluidos. Los hechos que Marco contaba eran ciertos, solo que, citando a José Luis Borges en si inteligente cuento Emma Zunz, se cambiaron «las circunstancias, las fechas y uno o dos nombres propios».
Un punto débil en Marco es una estructura compleja, con algunos saltos temporales que se usan para analizar el estado de ánimo de Marco y su familia. Porque no solo metía a la ciudadanía en general, sino también a aquellos que tenía más cerca, con el consiguiente costo personal para ellos. Aunque se entiende el uso de los cambios de época de la película, estos hacen que esta pierda un poco el ritmo a veces. En el lado positivo, la minuciosidad y la honradez con la que se estudia el personaje, y el enlace de escenas documentales y de ficción, porque esto es historia reciente de España, y los testimonios audiovisuales están allí.
El papel protagonista de Marco está lleno de claroscuros y contradicciones, y era un gran desafío para cualquier actor. Eduard Fernández asumió el reto, y se ha transformado completamente para el papel (mención especial merece el estupendo trabajo de peluquería y maquillaje de la película). Fernández hace un grandísimo trabajo metiéndose en la piel de un personaje mayor y cansado, con muchos matices y capas, y consigue transmitir al personaje una gran carga de humanidad. Enric Marco siempre creyó en sí mismo y en el valor de sus acciones, y eso está claro en la interpretación del actor. Natalia Poza, magnífica como su sufrida esposa, hace creíble el papel de una mujer que dio su apoyo incondicional a un hombre al que los demás dejaron de lado, con una entereza envidiable.
Marco es una película sólida y bien construida, que demuestra el talento de sus creadores. La dirección de Aitor Arregi y Jon Garaño logra mantener un ritmo ágil y una atmósfera tensa a lo largo de toda la película. La interpretación de Eduard Fernández es sencillamente sobresaliente y logra transmitir la complejidad psicológica del personaje.