Las reseñas de Laura Zurita:
Los hilos del miedo
Los hilos del miedo es un nuevo proyecto de Sony Pictures en colaboración con TAI, la Escuela Universitaria de Artes, para la búsqueda de nuevos creadores, nuevos talentos y nuevos formatos audiovisuales. Un proyecto original para contar nuevas historias en un formato único.
El 1 de mayo de 2020, el escritor Salvador Gutiérrez Solís publicó su primera historia de suspense en Twitter, la actual X. Lo hizo a través de lo que se conoce como un hilo: tuits encadenados que se acompañan de una serie de fotografías. Ese día, Salvador contaba con poco más de 1.000 seguidores; en la actualidad supera los 157.000, y algunos de sus hilos han llegado a alcanzar los 14 millones de impresiones orgánicas. Estas historias –hilos– de Salvador son el punto de partida de un proyecto audiovisual que Sony Pictures apadrina, desarrolla y bautiza como Los hilos del miedo, una serie de cortos de 5 minutos de duración cuyo soporte audiovisual será exclusivamente TikTok, y que serán desarrollados íntegramente por estudiantes y alumnos de la Escuela TAI, un espacio de vanguardia y referencia para la formación en disciplinas artísticas.
El día 1 de octubre tuvo lugar la presentación de la primera entrega de este proyecto, Los hilos del miedo: El garaje, con la presencia del propio Salvador Gutiérrez Solís, Iván Losada, Managing Director de Sony Pictures, Pepe Ramírez, Director de Marketing de Sony Pictures, Diego Rebollo, Subdirección Institucional de TAI, y el equipo artístico y técnico de la propia Escuela implicados en el cortometraje.
El formato se adapta a ser visto en una pantalla de móvil, y su duración es de pocos minutos, un formato cómodo y fácil de usar. Este formato necesita una buena historia, una dirección ajustada y mucho dominio del lenguaje, y, en el caso de Los hilos del miedo: El garaje, todo se aúna para dar una obra fascinante y sucinta.
Es un proyecto que acaba de comenzar y se abre a un mar de posibilidades. Ahora bien, el propósito es que estas historias, aparte de disfrutarse, sirvan de acicate para llevar a los espectadores al ver las películas en otros formatos, y, en última instancia, a la pantalla grande.