Las críticas de Laura Zurita:
Reinas
Perú, años 90. La situación política del país es muy convulsa con los militares controlando las calles. Dos hermanas adolescentes están a punto de abandonar el país para siempre cuando se reencuentran inesperadamente con un padre ausente. Para salir de Perú la madre necesita la autorización de él. El reencuentro amplificará y aliviará a la vez su dolor por el cambio inminente.
Reinas está dirigida por Klaudia Reynicke sobre un guion que ella misma ha escrito junto con Diego Vega. Está interpretada por Susi Sánchez, Abril Gjurinovic, Luana Vega, Gonzalo Molina, Jimena Lindo, Tatiana Astengo, Alexia Barnechea, Mia Owens, Micaela González y Fabrizio Aguilar. La película se estrenó en España el 6 de septiembre de la mano de BTeam Pictures.
Los turbulentos años noventa en Perú
Reinas nos sumerge en el corazón del Perú durante los turbulentos años 90. La directora, que vivió en este país durante parte de su infancia, logra capturar la atmósfera de un lugar sumido en una profunda crisis política y social. El gobierno, con mano dura y usando el ejército, ejercía un control férreo sobre la población, mientras la oposición a la que se mantenía lejos del poder recurría al terrorismo. En este contexto de inestabilidad, la inflación galopante, los cortes de luz y la creciente inseguridad ciudadana eran el pan de cada día.
Elena, una madre divorciada, ante la violencia y la incertidumbre del futuro, decide emigrar con sus dos hijas. La decisión de abandonar su país, que es el punto de partida de Reinas, no es fácil, pero la madre está convencida de que es la única forma de garantizar un futuro mejor para sus hijas, que, no entienden la necesidad de un cambio tan radical en sus vidas. El viaje, que representa esperanza, pero también miedo, se convierte en un punto de inflexión en la vida de toda la familia.
Reinas retrata de manera realista las tensiones y los conflictos que surgen en una familia ante un cambio de estas dimensiones. Elena, agobiada por la situación, desea un futuro más estable para sus hijas. Ellas, por su parte, se ven obligadas a madurar antes de tiempo y a adaptarse a la incertidumbre. Carlos, a pesar de haber sido un padre más bien ausente, se ve obligado a enfrentar las consecuencias de sus acciones, de abandonar a sus hijas en sus años jóvenes, y acomodarse a la idea de nunca volver a verlas.
Dirección sobria y eficaz
La dirección de Reinas es sobria y eficaz, permitiendo que las emociones de los personajes se expresen de forma natural. Los planos cercanos a los rostros y los encuadres cuidadosamente seleccionados resaltan la intimidad de las relaciones familiares, casi siempre luminosas a pesar de las contradicciones. Es curioso comprobar cómo el tono cambia en las escenas que involucran amenazas exteriores y cómo el ejército que lejos de ser una entidad protectora parece un enemigo más.
Además, la película hace un uso efectivo de la ambientación para transmitir la sensación de caos y desolación que caracteriza al Perú de aquella época. Toques de amabilidad y nostalgia se introducen a partir de imágenes muy reconocibles, como los programas de televisión o unos temas musicales bien elegidos. Es evidente que la directora conoce bien la situación y de hecho, Reinas está relacionada con unos hechos sucedidos en su infancia, de ahí el tono de verdad que caracteriza a la película.
Una historia familiar íntima en un contexto sociopolítico convulso
Reinas, aparte de una historia familiar, es un profundo retrato social y político. La película refleja las desigualdades sociales, las tensiones políticas y las consecuencias de la violencia en la vida cotidiana de las personas. A través de la experiencia de esta familia, se ve el efecto de la degradación de un país y de cómo la emigración, a pesar del desarraigo, puede verse como la única opción. En este caso son las clases acomodadas las que se marchan, por ser las que tienen recursos para ello.
El reparto de Reinas está bien elegido y dirigido, con unos actores que transmiten naturalidad en una historia pequeña e íntima. Destaca sobre todo Gonzalo Molina como Carlos, en un personaje profundamente imperfecto, pero también entrañable. Es el personaje que más se desarrolla en la película, y que introduce un cambio final en el que descubrimos que es capaz de enormes sacrificios por amor a la que siempre ha considerado su familia, a pesar de los pesares.
Reinas es una película conmovedora y reflexiva que refleja el impacto de los acontecimientos históricos en la vida familiar. A través de una narración íntima y personal, la directora logra trascender el contexto peruano y conectar con el espectador a nivel emocional. La sensibilidad con la que se abordan los temas, combinada con las excelentes interpretaciones, hacen de Reinas un visionado recomendable.
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