martes, mayo 7, 2024

Crítica de ‘Dos chicas a la fuga’: Ethan Coen en solitario, manteniendo sus signos de identidad

Las críticas de Laura Zurita:
Dos chicas a la fuga

Escrita por Ethan Coen y Tricia Cooke, esta comedia nos descubre a Jamie, una desinhibida joven de espíritu libre que acaba de sufrir su enésima ruptura sentimental con una chica, y a su tímida amiga Marian, que necesita desesperadamente desmelenarse. Con ganas de empezar de cero en otro lugar, ambas se embarcan en un improvisado viaje por carretera rumbo a Tallahassee, pero todo se tuerce rápidamente cuando se cruzan con un grupo de delincuentes muy poco profesionales.

Dos chicas a la fuga está dirigida por Ethan Coen e interpretada por Margaret Qualley, Geraldine Viswanathan, Beanie Feldstein, Joey Slotnick, C.J. Wilson, Colman Domingo, Pedro Pascal, Bill Camp, Matt Damon y Connie Jackson. La película se estrena en España el 1 de marzo de 2024, de la mano de Universal Pictures International Spain.

Crítica de ‘Dos chicas a la fuga’: Ethan Coen en solitario, manteniendo sus dignos de identidad

Mezcla de géneros y diálogos rápidos y ágiles

Los hermanos Coen, Ethan y Joel, han dirigido muchas de mis películas favoritas: Sangre fácil (1986), Arizona Baby (1987), Barton Fink (1992), Fargo (1997), El gran Lebowski  (1998), No es país para viejos (2008), Quemar después de leer (2008) y Valor de ley (2011), por citar solo mis preferidas. Los Coen han hecho películas estupendas, caracterizadas por sus diálogos chispeantes, un sentido coherente y absurdo de la comedia, y una mezcla ecléctica de géneros, que a menudo les funciona a la perfección.

Ahora, Ethan Coen ha decidido hacer una película en solitario, Dos chicas a la fuga. La obra es una especie de road movie cómica mezclada con comedia romántica, apilando géneros y estilos en busca del mayor entretenimiento. En Dos chicas a la Fuga, dos chicas, de caracteres opuestos, lesbianas para más señas, inician un viaje juntas, una de ellas en un viaje familiar, la otra para huir de su vida. Sin comerlo ni beberlo, las mujeres se cruzan con un elemento inesperado e inconveniente (un MacGuffin poco inspirado) y el tranquilo viaje que las mujeres esperaban se convierte en una delirante huida de un grupo de delincuentes bastante originales. La referencia inevitable es pensar en una versión lésbica y cómica de Thelma & Louise (Ridley Scott, 1991), con inspiración también en Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959) y Death Proof (Quentin Tarantino, 2007).

En Dos chicas a la fuga hay mucho sexo, chicas desnudas y escenas muy picantes, hasta tal punto que se le ha relacionado con una especie de lesbian-exploitation, usando el sexo como un imán para dar entretenimiento y los juego sáficos como un signo de los tiempos. Tanto picante no siempre viene al caso, pero sirve de gancho para el espectador. Combinar este aluvión de sexo en la pantalla, al tiempo que se gestionan los criterios de la clasificación de las películas en los EE. UU., para evitar una clasificación R, es un acto de funambulismo que Ethan Coen parece dominar.

Crítica de ‘Dos chicas a la fuga’: Ethan Coen en solitario, manteniendo sus dignos de identidad

Absurdo y comicidad por encima de la coherencia

Ni la huida ni el MacGuffin de Dos chicas a la fuga tienen mucho sentido, al absurdo y la comicidad se les da prioridad por encima de la coherencia, y las protagonistas parecen estar dando tumbos por ahí más que dirigirse a alguna parte. Lo mejor de Dos chicas a la fuga, sin duda, son las dos protagonistas. Tanto la liberalísima Jamie (Margaret Qualley) como la muy recatada Marian (Geraldine Viswanathan) son encantadoras y mantienen muy bien el tipo, habida cuenta de lo ilógico del sentido del humor de la película. Para los incondicionales como esta redactora, la traicionera nostalgia nos recuerda que los Coen han escrito personajes tan magníficos como la agente Marge Gunderson, y en Dos chicas a la fuga están lejos de esas cotas de genialidad, pero no se puede pedir que los creadores estén siempre en el culmen de su creatividad. La banda de perseguidores de Dos chicas a la fuga también funciona muy bien, son tipos duros con una cierta fotogenia barriobajera, más cómicos que terribles y tan poco profesionales como los secuestradores de Fargo, que serían entrañables si no fueran, al fin y al cabo, sicarios sangrientos.

Lo bueno es que en Dos chicas a la fuga todo ocurre tan deprisa, y hay tanta pericia y desvergüenza en el manejo de la cámara, que mantiene al público entretenido y divertido durante todo el metraje. También es cierto que Ethan Coen ha tenido la lucidez de mantener la duración de la película en la que tiene que ser para resolver la historia, unos comedidos 84 minutos que se agradecen muchísimo en estos tiempos en los que tantos directores alargan sus películas hasta lo inconveniente.

Dos chicas a la fuga es un visionado fácil y entretenido. No alcanza las cotas de diversión y mala baba de otras obras de los mejores trabajos de los Coen, y es casi demasiado absurda para funcionar, pero el director sabe de su oficio, y, para el espectador, la película transcurre ligera y feliz.


¿Qué te ha parecido la película Dos chicas a la fuga?

Dos chicas a la fuga

7

Puntuación

7.0/10

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