Las críticas de Ignacio Mittenhoff:
Guardianes del museo
En el museo Hermitage hay un escuadrón de felinos que protegen las obras de los roedores desde hace siglos. La casualidad lleva al gato Vincent hasta allí tras sufrir un accidente, pero no llega solo, ¡sino acompañado de un ratoncito llamado Maurice! Su pequeño amigo le ha salvado la vida, por lo que se ve envuelto en una encrucijada: los felinos del museo quieren acabar con él, pero Vincent está en deuda con su pequeño amigo, por lo que decide esconderlo, aun a sabiendas de que Maurice es un apasionado devorador de arte, literalmente… Todo se complica ante la llegada de una de las obras maestras más famosas de la historia, La Gioconda. Nadie sospecha que en realidad no es precisamente este ratón su mayor peligro, ¡alguien pretende robarla! ¿Qué hará Vincent para protegerla?.
Guardianes del museo, dirigida por el cineasta ruso especializado en cine de animación Vasiliy Rovenskiy (Operación Panda, Operación Bebé Oso, El arco mágico), está escrita por el propio director ruso junto a Gerry Swallow, creador de Ice Age 2. El diseño de personajes ha corrido a cargo de Robin Joseph, director de arte de grandes éxitos como Mascotas, Los pingüinos de Madagascar o Gru: mi villano favorito. La película se estrena en cines el 23 de febrero de 2024 de la mano de Vercine
Una guía de arte en la pantalla de cine
Si alguna vez has estado tentado de llevar a tu hijo o hija a un museo, pero antes has pensado: un museo, seguro que el niño/a se aburre, no aguantará ni cinco minutos tranquilo, y me tocará estar corriendo detrás de el/ella para que no ande tocando nada… puede que ésta sea tu película. Y es que Guardianes del museo se puede convertir en una guía imprescindible para iniciar a los más pequeños en el mundo del arte y las pinturas.
La película nos presenta un Museo del Hermitage realmente bello, tanto en las vistas desde el exterior como en su interior, plagado de grandes salas y con una colección de pinturas digna de su versión en la realidad. Y con la llegada del cuadro más famoso de todos los tiempos, La Mona Lisa, tenemos la oportunidad de crear en los más pequeños un interés, por muy mínimo que sea, en investigar sobre todas las obras de arte que aparecen en la película.
Poca acción y poca comedia
Si como guía de turismo la película es realmente buena, como producto cinematográfico ya la cosa cambia. Y es que Guardianes del museo es una película demasiado plana. No hay grandes escenas de acción, ni momentos en los que el espectador pueda soltar una carcajada. Las situaciones que se presentan se nos van apareciendo casi de manera consecutiva, pero no terminan de enganchar. En determinados momentos se hace demasiado lenta, da la sensación que no está pasando nada, y de repente cambiamos a otra escena.
Los personajes carecen del carisma necesario para que nos hagan sentir parte de la película. Los dos protagonistas son Vincent, un gato que no conoce vida más allá de la mansión donde ha vivido toda su vida; mansión a la que llegó tras sufrir un naufragio en un barco en el que navegaba junto a su madre. La única compañía que tiene es la de un perro que también vive en la mansión, aunque en este caso no sabemos cómo ha llegado allí. Nuestro otro protagonista es Maurice, un ratón que aparece de repente para salvar la vida de nuestro gato, y que es un apasionado del arte, pero no para visionarlo, sino para degustarlo.
Una vez llegan al Museo del Hermitage conocemos al resto de personajes que conforman la película. Por un lado tenemos a los guardianes del museo, una tropa de seis gatos liderados por Max, que se encargan de que ningún ratón destroce las obras de arte que pueblan el museo. También conocemos a Cleopatra, una gatita que merodea por los tejados del museo, y al fantasma del museo, un ser fantasmal que antaño creó el caos y que ahora se encuentra encerrado en un bello jarrón.
Personajes carentes de carisma
No llegamos a empatizar con ningún personaje, incluso a alguno le podemos coger cierta manía. Por ejemplo, la obsesión de Maurice con las obras de arte, que hace olvidar todo lo que le rodea, incluida la amistad con Vicent, con tal de probar un hermoso cuadro. O los propios guardianes del museo, gatos demasiado parecidos entre ellos, y con un líder que esconde algo, pero que tampoco sobresale por encima del resto. Incluso el personaje femenino no tiene el protagonismo que nos están acostumbrando a ver en otras películas, donde estos personajes cobran cierta relevancia y tienen mucha incidencia en el devenir del argumento. En Guardianes del museo, Cleopatra, el único personaje femenino de la película, se acerca más a los personajes de las películas del siglo pasado, siendo más un complemento del protagonista, demasiado sumisa y con un papel poco decisivo en el desenlace.
Si bien la calidad visual de la película en cuanto a los paisajes y el museo es realmente bella, en cuanto a la animación de los personajes decae. La película no llega a la calidad de los grandes éxitos de las grandes compañías, quedándose un pasito por detrás e igualando a otras películas como Vampiro al rescate, curiosamente del mismo país de origen. Ojo, que no estoy diciendo que la película sea mala en cuanto al aspecto gráfico, pero si que se nota ese puntito de calidad en comparación con las grandes producciones.
En definitiva, Guardianes del museo es una película que disfrutarán los más pequeños de la casa, y los más mayores pueden aprovechar como guía de turismo, deleitándose con todas las obras de arte que en ella aparecen. Una película digna de ver por este pequeño detalle.
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Guardianes del museo
