Las críticas teatrales de Laura Zurita:
El mago de Oz
Cuatro son las brujas de Oz. Norte, Sur, Este y Oeste. Ozma, la malvada bruja del Oeste, ansía el trono de Oz y el poder mágico absoluto. Por otro lado, Dorothy, una hermosa joven de Kansas, y su casa, son arrastradas por un tornado al reino de Oz. En su intento por regresar a Kansas, viajará a la Ciudad Esmeralda en busca del Mago de Oz.
El mago de Oz es una adaptación de El maravilloso mago de Oz, de L. Frank Baum, 1900, creada y representada por laCompañía La Maquineta. En el reparto vemos a Roberto Doctor, Cecilia Sancho, Piti Sancho, Isabel Moreno, Laura Graneff, Diego Ferro y Cándido Atienza.
Un clásico de 120 años
El Mago de Oz empieza de manera inteligente, poniendo al público en contexto. Es relevante que fuera un mundo fantástico en el que las baldosas doradas nos lleven a nuestra meta, y donde la protagonista sea muy terrenal, y las figuras centrales no tienen necesariamente un comportamiento heroico.
La obra original tiene ya más de 120 años, pero no ha perdido nada de su atractivo para los muy jóvenes. Qué bonito es que una niña normal, sin poderes ni magia, pueda llevar a cabo hazañas lejos de casa. En El mago de Oz es importante que Dorothy se nos presenta deseando ir lejos de casa, siendo lo extraño y lejano lo que la atrae y la hace sonar, y la enseñanza tiene mucho que ver con el aprendizaje de que no hay nada como la casa propia.
Pero entonces sí que va lejos, cuando un huracán la lleva muy, muy lejos de su hogar, a una tierra mágica que se contrapone a su Kansas natal. Allí va conociendo a unos seres maravillosos, a hadas, brujas, un gato volador, y, sobre todo, a tres personajes imperfectos: Espantapájaros, sin cerebro, un hombre de hojalata, sin corazón, y un león sin valor. Estos tres y Dorothy se ayudan entre ellos para intentar encontrar al Mago de Oz en la Ciudad Esmeralda.
De espectadores a cómplices
La Compañía La Maquineta se compone de 7 personas, y emprende la gran tarea de interpretar una obra tan enorme y bien conocida, un viaje del héroe con muchos personajes y variadas aventuras. Lo logran con actores representando varios personajes, y sustituyendo los grandes efectos especiales con ingenio, dibujos y buenos contadores de historias. Los intérpretes, además, conocen bien a su público, y borran a menudo la cuarta pared, convirtiendo a los niños del patio de butacas en co-narradores y cómplices. Los pequeños espectadores se divierten a lo grande, participan, gritan y aplauden, porque el infantil es un público difícil, pero muy agradecido, cuando se consigue conectar con ellos.
Los intérpretes de El mago de Oz cantan y bailan muy bien en directo, y vocalizan con esmero, de tal manera que se entiendan las letras de las canciones. Es de destacar lo bien que manejan su lenguaje corporal, sobre todo los personajes de Espantapájaros, Hombre de hojalata y León, que tienen que actuar con disfraces voluminosos y complicados.
Si El mago de Oz de la Compañía La Maquineta pasa por un lugar cercano, recomendamos pasar una mañana en familia, que será, con seguridad, divertida y entrañable.