Las críticas de Ignacio Mittenhoff:
Higuita: El camino del escorpión
Descubre la vida de René Higuita, el icónico portero de la selección de Colombia de los años 90, que con su estilo arriesgado y revolucionario cambió para siempre la posición del arquero en el fútbol. En este documental, habla por primera vez de sus humildes orígenes, su amistad con Pablo Escobar y su encarcelamiento por mediar en la liberación de una niña secuestrada. Nos sumergimos en su vida y motivaciones y en la jugada de fantasía del “escorpión” que lo inmortalizó ante la mirada de miles de fanáticos en el mítico estadio Wembley de Inglaterra.
Netflix ha estrenado el pasado día 2 de noviembre el documental Higuita: El camino del escorpión, que trae una recopilación de historias sobre la vida y carrera del hombre catalogado a nivel internacional como el arquero que cambió la historia del fútbol en Colombia. En la producción, escrita y dirigida por Luis Ara, podremos ver a Carlos “El Pibe” Valderrama, Hernán Gómez, Francisco Maturana, entre otros, compartiendo sus experiencias y opiniones sobre uno de los jugadores más gloriosos de la selección nacional.
Todo aficionado al fútbol tiene que ver esta película
Como buen aficionado al futbol, me resulta imprescindible visionar todas las películas en formato documental que tratan sobre los diferentes personajes que de una u otra forma han dejado su huella en el mundo del balompié. Y, si además, la película trata sobre uno de los porteros más famoso de la historia del fútbol, el visionado resulta ser casi obligatorio.
Ver Higuita: El camino del escorpión es volver a disfrutar del futbol de finales de los 80 y principios de los años 90. Una época donde no era tan importante la imagen personal de los jugadores, ni había tanto «teatro» dentro de la cancha, ni los árbitros eran más protagonistas que el propio deporte en sí mismo. Todo eso, y mucho más, podemos disfrutar a lo largo de algo más de hora y media que dura la película.
Cambiar la forma de jugar al fútbol desde la portería
Son varios los aspectos a destacar que quedan reflejados en Higuita: El camino del escorpión. René Higuita fue un pionero. En aquella época era impensable que un arquero supiera jugar con los pies. Su labor era atajar la pelota con las manos y patear bien fuerte para que la pelota estuviera lo más lejos posible de su portería. Como bien relata el propio Higuita, él era un jugador de campo que se vio obligado a jugar en la portería porque era más feo y más gordito que el resto. Pero eso no le impidió disfrutar. Al contrario, su desparpajo y atrevimiento a la hora de salir fuera de su área para jugar con el balón le hicieron mundialmente conocido. Y, como él bien dice, cambió las reglas de fútbol, cuando se comprobó que un portero también podía jugar con los pies, y modificaron la regla para que el portero no pudiese atajar el balón con la mano si éste venía de manera intencionada de un jugador de su propio equipo.
Además del perfil futbolístico, en la película podemos descubrir el lado más humano del jugador. Descubrimos cómo conoció a la que luego fue su esposa y madre de sus hijos, una infidelidad perdonada con una nueva hija bajo el brazo, y cómo algunos aprovecharon su fama para resolver algunos problemas personales. Pero Higuita lo veía como algo normal, y nunca dudó en prestar ayuda a quien lo necesitaba. Aunque esto le costase su ingreso en la cárcel. ¿Lo volvería a hacer sabiendo las consecuencias? Si es para hacer el bien y ayudar a alguien que realmente lo necesita, sin lugar a dudas.
Amistades peligrosas que le costaron su presencia en un mundial
Durante el documental también descubrimos su amistad con Pablo Escobar. Una amistad no muy bien vista por muchos colombianos, quienes le acusaron de ser partícipe de los negocios ilegales del famoso narcotraficante. Aunque es algo que nuca se pudo demostrar, como bien indica Higuita en el documental. Esta amistad fue la que le hizo pasar más de siete meses en prisión, donde recibió amenazas y chantajes, donde le indicaban que le liberarían si decía dónde se escondía Pablo Escobar. Una estancia en la cárcel que le hizo perder algo la forma, motivo por el cuál no fue incluido en la lista de seleccionados de Colombia para el mundial de fútbol de Estados Unidos de 1994.
Y por fin, llegamos al momento culmen. Corría el año 1995, y Colombia se enfrentaba a Inglaterra en un partido amistoso en Wembley, la cuna del futbol. Higuita había vuelto a ganarse su derecho a representar a su país. En la película, el arquero cuenta cómo ha estado practicando durante algo más de dos años un movimiento peculiar, una parada en la que tienen que darse varios factores para que se pueda realizar, y que si sale bien, queda simplemente espectacular. Todos esos factores se dieron cita aquel día en Wembley, y para la posteridad quedó la parada del escorpión, un movimiento magistral, digno del mejor de los cracks de este deporte, aunque no apta para entrenadores cardíacos. Una fotografía que quedó para la posteridad, y que da título a esta película.
En definitiva, Higuita: El camino del escorpión es una película muy interesante, que permite conocer al personaje más allá de las canchas que fue este portero, y nos adentra en un fútbol para muchos desconocido como es el colombiano, y a la vez en un mundo de extorsiones y narcotráfico quizá demasiado conocidos para otros.