Las críticas de Laura Zurita:
Golpe a Wall Street
Esta película nos descubre el disparatado caso real de gente corriente que consiguió jugársela a Wall Street y se hizo rica convirtiendo GameStop (una popular tienda de videojuegos y electrónica) en la empresa más candente del mundo. La historia definitiva de David contra Goliat. En medio de todo este embrollo se encuentra Keith Gill (Paul Dano), un tipo cualquiera que invirtió los ahorros de su vida en acciones y empezó a publicar sobre ello en redes sociales. Gracias a sus consejos bursátiles, su popularidad estalló, al igual que lo hizo su vida y la de todos sus seguidores, que empezaron a enriquecerse de la noche a la mañana. No obstante, los multimillonarios no tardaron en contratacar, desencadenando una de las batallas financieras más feroces vividas en Wall Street.
Golpe a Wall Street está dirigida por Craig Gillespie e interpretada por Seth Rogen, Sebastian Stan, Paul Dano, Shailene Woodley, Pete Davidson, Vincent D’Onofrio, Dane DeHaan y Anthony Ramos Martínez. La película se estrena en España el 6 de octubre del 2023 de la mano de DeAPlaneta.
El dinero tonto
Las grandes empresas bursátiles son ejemplos de que los sueldos que se ganan nada tienen que ver con lo que se produce. Se hacen grandes fortunas simplemente moviendo dinero, y el conocimiento de cuándo comprar y vender distingue a los ganadores de los perdedores, circunstancia sobre la que se ironiza mucho en Golpe a Wall Street.
Conviene recordar también que en Estados Unidos es mucho más normal que en España que los particulares juegan a la bolsa, usando mediadores en Internet, y ganan o, igual a menudo, pierden. Los grandes corredores de Wall Street llaman despreciativamente al capital de los pequeños inversores «dinero tonto» (Dumb Money, que es el título original de la película que el destino ha querido que se llama Golpe a Wall Street en español). Puede imaginarse entonces la sorpresa, cuando pequeños inversores amenazan seriamente con estropearles una gran jugada.
Esto es lo que sucede en Golpe a Wall Street, una película basada en el libro «La red antisocial» de Ben Mezrichen. El autor, a su vez, se basa en la verdadera historia de Keith Gill, que apostó por las acciones de Game Stop, una compañía que se veía como básica, abierta durante la dura época de la pandemia. Gill creía en el valor de las acciones, y de la empresa, mientras Gabe Plotkin, conocido por ser el gestor del hedge fund Melvin Capital, se proponía hundirla.
Téngase en cuenta el contexto. Es la época de la pandemia, con la población volcándose en la Internet para huir de la soledad, y gran parte de la vida transcurre en las pantallas. Gill, un hombre de economía modesta, se daba a conocer en las redes sociales como el Gato Rugidor (Roaring Kitty), nombre de gran simbolismo porque, siendo pequeño, hace mucho ruido.
Película coral
Nada nos gusta más que la historia de David y Goliat, del pequeño y valiente guerrero que se enfrenta al gigante con todas sus fuerzas y solo una honda. Gill y la gente que lo sigue son personas normales, de pocos medios y vidas corrientes, y hay algo épico en su confrontación con las grandes fortunas, donde en principio tienen todas las de perder.
La gran lucha tiene lugar en los salones virtuales del mercado de valores, con personas sentadas delante de ordenador. Golpe a Wall Street trata de maniobras bursátiles muy complicadas, como comprar en corto o el estrangulamiento del corto. Otras películas, en contextos tan especializados, eligen explicar el tema de distintas formas, o, ignorarlo, como hizo Leonardo DiCaprio en El lobo de Wall Street, con su famoso «No importa».
En Golpe a Wall Street no se explican los términos técnicos, pero diálogos e imágenes nos ayudan a comprender qué está ocurriendo y las consecuencias para los distintos actores en el juego, y eso es lo que nos importa. Hay suspense, intriga y una gran carga emocional, con toques de humor para aliviar la tensión. El humor funciona bien, mezclando comentarios inteligentes con escenas de chistes simples y funcionales, pero que no chirría demasiado.
Al ser una historia muy reciente, las imágenes reales se mezclan con las de la película, y eso contribuye a reforzar la imagen de que es una historia real. Lo es, simplificada y guionizada, para dar una variación ágil, rápida, que se sigue fácilmente, y, por tanto, muy agradable de ver. Golpe a Wall Street es una película con un gran reparto, en una obra coral, con actuaciones sólidas y funcionales y sin estridencias, con excepción quizás de los grandes personajes de Wall Street que se acercan mucho a la caricatura.
En resumen, Golpe a Wall Street es una comedia que funciona bien. Es agradable y simpática, con un humor asequible e intuitivo, apto para todos los públicos. La historia de David contra Goliat se disfruta mejor si no se conoce la historia y dejamos que nos dé algunas sorpresas, pero puede hacerse en cualquier caso.