Las críticas de Laura Zurita en Another Way Film Festival 2023:
Deep Rising
El festival de cine sobre progreso sostenible Another Way Film Festival se celebra en la ciudad de Madrid de forma presencial y en España en formato online, del 18 al 25 de octubre de 2023. El festival busca escépticos, mentes inquietas que no se conformen con un solo punto de vista, que busquen la verdad con persistencia aunque a veces tengan que cambiar de opinión para alcanzarla. La inauguración del Festival tuvo lugar el 18 de octubre con la película Deep Rising, dirigida por Matthieu Rytz y narrada por la hermosa voz de Jason Momoa.
Los recursos y el futuro
El destino de la última zona virgen del planeta, las profundidades oceánicas, está en peligro, ya que una organización poco transparente, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, está a punto de permitir la extracción masiva de metales del fondo marino para hacer frente a la crisis energética mundial.
Deep Rising trata de los recursos ocultos en el fondo marino. Y aquí recursos tiene significados distintos para los diferentes actores que vemos expresarse en la pantalla. Para Deep Green, una enorme compañía minera, recursos significa recursos minerales. Distintos metales se han acumulado a lo largo de los eones en el fondo marina, y allí están, listos para recogerse. El argumento es que estos nódulos permitirán desarrollar productos verdes, como los vehículos eléctricos.
El problema es que esos metales se han acumulado muy lentamente, y se pueden considerar recursos no renovables, con los que nos enfrentaremos al mismo problema que ahora se cierne sobre nosotros con los combustibles fósiles, que llegaremos a agotarlos. Por otro lado, biólogos y oceanógrafos hablan de los recursos biológicos, flora y fauna en gran parte desconocidas, y cuya influencia en los ciclos bioquímicos de la tierra se intuyen enormes. Para estas personas, al recoger los nódulos metálicos se arrastran y destruyen, irremediablemente, formas de vida.
Para ilustrar su historia, Deep Rising muestra, por una parte, la tecnología que se desarrolla para explotar los fondos marinos, reluciente, fría, que aparece retratada de forma similar a como lo hacen los invasores extraterrestres cuando llegan a conquistar la tierra. La tecnología parece todopoderosa, implacable y terrible frente a la naturaleza.
El ecosistema de los fondos marinos, por su parte, se retrata de manera primorosa, bellísima, de manera que parecen como mágicas. Formas de vida flotantes, que no se parece a ninguna forma que viva en la superficie, brillantes, frágiles, deslumbrantes, que parecen desprotegidas frente a la explotación humana. Por esos pasajes en sí mimos, el visionado de la película merece la pena.
Pierde un poco el foco
En su afán por abarcar todo el panorama, la película también se ocupa de la crudelísima matanza de ballenas para proveer aceite, y de la lucha de pueblos indígenas para defender los recursos que han usado desde siempre frente a las grandes corporaciones. Esto hace que el conjunto quede un poco deshilvanado, cuando en realidad hubiera sido suficiente mantener el foco en el conflicto principal para iluminar y retar al espectador. Ese conflicto tiene muchos matices, y es muy desconocido para el gran público. La paradoja es que las aguas internacionales que se intenta explotar son patrimonio de la humanidad, que no sabe en realidad lo que está pasando.
Central en toda la problemática se pone el foco en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, una organización poco transparente que tiene el fin de proteger los recursos y también de explotarlos, un doble objetivo que la hace un arma de doble filo.
Deep Rising es una película hermosa, contada con tiempo pausado por un gran narrador, sobre un problema poco conocido. De excelente factura técnica, resulta a veces confusa por su deseo de contarlo todo.
¿Qué te ha parecido la película Deep Rising?