SAMSARA
Dirigida por: Lois Patiño
Intérpretes: Amid Keomany, Toumor Xiong, Simone Milavanh, Mariam Vuaa Mtego
País: España
Sección Oficial
Sinopsis: Una historia sobre la vida, la muerte y la reencarnación que comienza con una anciana en Laos y termina con dos niñas y una cabritilla en Zanzíbar.
Nuestra opinión: Samsara ha sido una de las películas que más debate ha suscitado esta 68 Seminci porque escenifica a la perfección el cambio de rumbo que ha dado el festival bajo la dirección de José Luis Cienfuegos, apostando por un cine de autor más exigente y arriesgado, algo que no parece estar calando en el público semanista habitual. La nueva propuesta del gallego Lois Patiño incide en un cine que está en los márgenes del cine documental y desdibuja la frontera entre ficción, realidad y experimentación narrativa, tal y como se atestiguaba en anteriores obras como Costa da Morte (2013) o Lúa vermella (2020), muy celebradas en circuitos independientes.
En esta ocasión, sin perder un ápice de su identidad, abandona las costumbres y tradiciones gallegas para embarcarse en un fascinante viaje entre Laos y Zanzíbar, con un interludio sensorial que escenifica el contenido del «Bardo Thodol» (el libro tibetano de los muertos) donde se prepara a personas moribundas para el proceso de reencarnación posterior a su muerte. Con esa ambiciosa idea conceptual, Patiño nos invita durante una secuencia de 15 minutos, casi como el maestro Erice, a «cerrar los ojos» para dejarnos llevar por los sonidos y luces estroboscópicas que nos llevarán a esa travesía sensorial por un Bardo imaginario, casi como si estuviéramos en plena secuencia onírica de una odisea espacial kubrickiana. Pero más allá de lo anecdótico, lo importante es el modo en que el espacio envuelve a los personajes convirtiendo la relación hombre-naturaleza en el nexo de toda su obra.
Samsara es una película exigente que requiere de la implicación emocional del espectador, de otra manera la experiencia será infructuosa. Sin embargo, es indudable la capacidad que tiene el director en imbuirnos del estado contemplativo asociado al budismo con una mirada que rehuye del exotismo gratuito, logrando imágenes perdurables en el tiempo con una historia mínima que permite un acercamiento cultural sincero en sus dos partes diferenciadas. Un filme (injustamente) polémico por estos lares que tiene toda la pinta (pese a la opinión de muchos) de colarse en el palmarés y es que no podemos renunciar en un festival de cine de autor a directores que precisamente intentan proponer un cine distinto con su propio sello, como demuestran esas escenas rodadas en África que guardan una tremenda similitud con las mariscadoras de la Costa da Morte.
THE BEAST IN THE JUNGLE
(La Bête dans la jungle)
Dirigida por: Patric Chiha
Intérpretes: Anaïs Demoustier, Tom Mercier, Béatrice Dalle, Martin Vischer
País: Francia
Alquimias
Sinopsis: La relación de dos amantes que, entre cuerpos en movimiento y a lo largo de veinticinco años, se acercan y alejan en una sala de fiestas sin percatarse de que, a su alrededor, el tiempo avanza y el mundo cambia.
Nuestra opinión: The Beast in the Jungle es un sorprendente drama existencial sobre el miedo a vivir y el miedo a morir sin haber vivido. Ha sido muy curioso y gratificante asistir en la 68 Seminci a la proyección de tres títulos que están inspirados libremente en la novela corta «The Beast in the Jungle» de Henry James, en concreto, La habitación verde (François Truffaut, 1978), que también ha servido para homenajear a la actriz Nathalie Baye, la desmedida y fantasiosa La Bête (Bertrand Bonello, 2023), y finalmente esta fascinante La bête dans la jungle (Patric Chiha, 2023) donde la acción de la novela se traslada al interior de una discoteca durante los años 1979 a 2004.
Ese periodo temporal asociado a un club nocturno nos permite revisar la evolución musical, social e histórica, a través de la ambientación y pequeños detalles que se deslizan por debajo de la historia principal, aunque paradójicamente la atmósfera del filme adquiera un tono de fábula atemporal que reflexiona sobre el amor, la obsesión y los miedos. The Beast in the Jungle es una adaptación inteligente que moderniza el texto original, donde destaca la presencia de Anaïs Demoustier, así como un hipnótico tratamiento de la imagen que va adaptándose al desarrollo argumental.
La verdad es que las pocas películas que he podido ver en la sección Alquimias de nueva creación en Seminci, me están sorprendiendo de manera grata con propuestas de autor que se alejan de convencionalismos narrativos sin perder de vista la conexión con el público.
THE BEAST
(La Bête)
Dirigida por: Bertrand Bonello
Intérpretes: Léa Seydoux, George MacKay, Guslagie Malanda, Dasha Nekrasova
País: Francia, Canadá
Sección Oficial
Sinopsis: Hastiada de sufrimientos, cansada de pesares, Gabrielle decide librarse de toda emoción gracias a una tecnología capaz de suprimir esas rémoras llamadas sentimientos. En el proceso, repasará sus vidas pasadas y sus sucesivos encuentros con Louis, su amor imposible y causa de esa decisión.
Nuestra opinión: The Beast es un drama de ciencia-ficción tan complejo como irregular, otro tour de force desafiante de Bertrand Bonello que no ha convencido demasiado por aquí. En mi caso particular, tuve la suerte de ver la película el mismo día que La bête dans la jungle (Patric Chiha, 2023), para así poder comparar mejor las distintas opciones respecto a un mismo texto de partida en la novela de Henry James.
Bonello decide rodar su historia en tres épocas temporales distintas (año 1910, 2014 y 2044), creando una distopía emocional demasiado confusa, pero no exenta de partes visualmente asombrosas como la secuencia del incendio/inundación. Es curioso que la película funcione mejor cuanto más clásica se vuelve y naufrague en fragmentos donde se introducen elementos formales propios de nuestra época. The Beast relata una historia de amor vivida varias veces y de distinta forma (por eso la parte del youtuber psicópata rechina un montón) con la excusa de que en un futuro cercano una máquina permite a las personas purificar sus emociones reviviendo sus vidas pasadas.
En el filme saca a colación la problemática de la Inteligencia Artificial tomando las riendas de nuestra convivencia, así como la pérdida de las emociones puras en un contexto donde prima la fría perfección, algo que ya pasaba en Gattaca (Andrew Niccol, 1997). Sin embargo, los saltos temporales de The Beast parecen desconectados entre sí, la sensación es estar zapeando por distintas películas y la esencia de la novela o el sentido metafórico de «la bestia» acaban diluidos sin que el espectador sea capaz de atar los cabos necesarios para comprender algunas de las decisiones que toma el director.
Lo mejor de esta adaptación es la parte ambientada en 1910 y la presencia magnética de Léa Seydoux, mientras que la curiosidad excéntrica la encontramos al llegar a los créditos finales que son sustituidos por un código QR en pantalla para que el público lo escanee a través de sus dispositivos móviles (con escena post créditos incluida). ¿Cine de autor o cine con ínfulas de autor? Esa es la cuestión que muchos están debatiendo cada día a las puertas del Teatro Calderón.