Las críticas de Ignacio Mittenhoff:
Spy Kids: El armagedón
Cuando los hijos de los mejores agentes secretos del mundo ayudan sin darse cuenta a un poderoso desarrollador de juegos a liberar un virus informático que le da el control de toda la tecnología, deben convertirse en espías para salvar a sus padres y al mundo.
Spy Kids: El armagedón es una película estadounidense de comedia y espías producida, coescrita y dirigida por Robert Rodriguez y protagonizada por Gina Rodriguez, Zachary Levi, Everly Carganilla y Connor Esterson. La película sirve como un reinicio de la franquicia original de Spy Kids y es producida por Skydance Media y Spyglass Media Group, mientras que Netflix la distribuye, lo que la convierte en su segundo proyecto de Spy Kids después de la serie animada Spy Kids: Mission Critical. La película llega a Netflix el 22 de septiembre de 2023.
Un reinicio que poco tiene que ver con sus predecesoras
Al sentarme a escribir la crítica de Spy Kids: El armagedón, saltó en mi un enorme dilema: ¿debo mencionar las películas originales? ¿O, al ser un reinicio, me centro más en ella sin acordarme de las anteriores entregas? Es verdad que tanto la película que estamos tratando como la original que se estrenó en el año 2001 comparten el mismo director. Pero son tan diferentes que solo dedicaré este párrafo a nombrar la primera entrega, y trataré el resto de la crítica como si se tratase de una película independiente que, casualidades de la vida, comparten el mismo título.
Pocos minutos de visionado de la película hacen falta para darse uno cuenta del tipo de película que tenemos por delante: una película protagonizada por niños y muy enfocada para el público más infantil. Puede tratarse de una estrategia de marketing de Netflix, o simplemente que el director ha querido abarcar un público más amplio, asegurando al público fiel de la franquicia y ganando nuevos adeptos más jóvenes y quizá algo cansados del cine de animación. Y no es algo negativo el que sea una película demasiado infantil. Los padres y las madres disfrutarán viendo a sus hijos e hijas gozando con todas las situaciones que se presentan a lo largo de la película. Ellos querrán hacer un revisionado del film seguro, pero los adultos no tanto.
El mundo de los videojuegos como base argumental
El director Robert Rodriguez ha querido introducir el mundo de los videojuegos como base argumental para el desarrollo del film. Un arma de doble filo, ya que estoy seguro de que muchos padres mantienen una lucha eterna con sus hijos por el uso y las horas de uso de las consolas y los videojuegos. Quizá se le da demasiada importancia al videojuego y las consolas en Spy Kids: El armagedón, ya que los protagonistas deben jugar, y se nota que lo llevan haciendo desde hace bastante tiempo, para poder salvar el mundo.
Resulta inevitable mencionar dos películas que, en mayor o menor medida, pueden servirnos como referencia: Jumanji y Jumanji: Bienvenidos a la jungla. La primera por la aparición de los personajes de los videojuegos en el mundo real de la misma manera que los rinocerontes, monos y leones del mundo de Jumanji convivían con nosotros en nuestro mundo. Y la segunda por la semejanza a la hora de usar los videojuegos como elemento protagonista del film.
Los niños son los claros protagonistas del film
Sin duda alguna los claros protagonistas de la película son la pareja de hermanos: él, un poco engreído y tramposo, es de esos personajes que no te caen bien, incluso cuando todo el desenlace recae sobre su personaje; ella, un poco más avispada y perspicaz, sin duda alguna la heroína camuflada. Y luego tenemos a los personajes adultos. Aquí ya hay más tela que cortar. Dejando a un lado al padre y la madre de nuestros protagonistas, dos personajes que no llegan a calar y que quedan en un segundo plano cuando comparten la acción con sus hijos, nos encontramos con un grupo de espías encargados de salvaguardar al planeta tierra que parece que se han saltado todas las clases y que alguien les ha enchufado para estar ahí. Son personajes muy simples, demasiado patosos, aunque, teniendo en cuenta al público hacia el que va dirigido, no se les puede pedir mucho más.
En el bando de los malos destacan sobre todo los personajes creados por ordenador encargados de ponérselo difícil al cuarteto protagonista: esqueletos, guerreros y hasta un megarobot son los secuaces del malo de la película, un villano con muchas ganas de convertir el mundo en su propio videojuego, pero que le falta algo de chispa para lograr ser un villano de altura.
Mensajes sencillos para que el público lo capte
Son varios los mensajes que pretende transmitir la película. Quizá el más importante, el que mejor puede calar entre los más pequeños, es el de que muchas veces es mejor dejar la lucha y la violencia a un lado, y con un poco de amor y unas palabras bien dirigidas se puede conseguir lo que uno se proponga. También mencionar el mundo de las trampas, con nuestro protagonista alcanzando todo lo que se propone a base de hacer trampas hasta que se da cuenta que es mejor ir de legal por la vida.
En resumen, Spy Kids: El armagedón es una película que entretiene durante la hora y media que dura, con una temática actual y unas situaciones y gags que harán la delicia de los más pequeños, pero que quedará algo escaso para el público adulto.