Las críticas de David Pérez «Davicine»:
La probabilidad estadística del amor a primera vista
Dos extraños se conocen en un vuelo a Londres y un giro del destino los separa. Verse de nuevo parece imposible… pero el amor puede desafiar cualquier probabilidad. El destino reúne a Haley Lu Richardson y Ben Hardy en esta brillante comedia romántica dirigida por Vanessa Caswill. La probabilidad estadística del amor a primera vista es una comedia romántica de los productores de la franquicia A todos los chicos y basada en la famosa novela homónima de Jennifer E. Smith. Jameela Jamil, Rob Delaney, Dexter Fletcher y Sally Phillips completan el reparto de esta película que nos recuerda que estar en el sitio indicado en el momento indicado lo es todo, y que el amor verdadero puede florecer en los lugares más inesperados. La película se estrena el 15 de septiembre de 2023 en Netflix.
Una grata sorpresa en Netflix
El género de las comedias románticas es uno de los más rentables, al menos a nivel televisivo, pues no hay semana en la que no lleguen a nuestros hogares múltiples opciones en canales en abierto o plataformas. Netflix es una de las plataformas que más películas de este género estrena, aunque pocas veces innovan o al menos destacan, por eso La probabilidad estadística del amor a primera vista nos coge por sorpresa por su largo título (en versión española) pero también por ser una de las mejores películas de este género que han aterrizado en la plataforma durante los últimos meses.
En esta comedia romántica, después de perder su vuelo de Nueva York a Londres, Hadley (Haley Lu Richardson) conoce por casualidad a Oliver (Ben Hardy) en el aeropuerto, y se atraen en seguida. La noche en el avión transcurre en un abrir y cerrar de ojos, pero al aterrizar en Heathrow, la pareja se separa, y volver a encontrarse en medio del caos parece tarea imposible. ¿Intervendrá el destino para que estos compañeros de asiento se conviertan en compañeros de vida?
Adaptando un bestseller
La autora de novelas románticas Jennifer E. Smith es un filón para los románticos, y de sus páginas han surgido películas que han llegado a nuestros hogares como Hola, adiós y todo lo que pasó, que a pesar de tener ideas agradables, era excesivamente convencional. Puede que de eso mismo peque La probabilidad estadística del amor a primeva vista, siguiendo el patrón clásico de chico conoce chica, no se llevan bien al principio, pero luego surge la chispa, aunque antes de comenzar su romance tenga que pasar muchas vicisitudes… Ahora bien, nada de eso es un problema cuando la química entre la pareja protagonista es tan fuerte, y los personajes están tan bien definidos que merece la pena el visionado de una película aunque pueda parecer predecible y poco arriesgada.
Es evidente que durante el proceso de enamoramiento tienen que pasar muchas cosas, tal y como están ya en las páginas de la novela original, y no necesariamente tienen que ser muy realistas para que entremos en el juego romántico de la pareja, pero a lo largo de la película hay suficientes destellos como para que consiga llamar nuestra atención, como la forma de introducir las probabilidades y las estadísticas en casi todo lo que cita Oliver, alguien que vive dentro de un orden establecido, en contraste con Hadley, quien parece que no sabe lo que es otra cosa más que el caos.
A la hora de trasladar el texto a imágenes, ha sido muy acertada la mirada y la dirección de Vanessa Caswill, mostrando con gran credibilidad y cercanía las fases por las que pasa el amor, con un ritmo suficiente para conocer mejor a los personajes pero sin ralentizar la narración, destacando la luminosidad y la fotografía de algunas escenas, como las que tienen lugar durante el vuelo, que refuerzan aún más las chispas entre la pareja protagonista. Mención especial merece también la banda sonora, con temas muy bien elegidos para realzar las emociones de los personajes en escenas importantes pero sin caer en el melodrama.
Cuando la química puede más que la física
No hay comedia romántica que se precie en la que la pareja protagonista no sea encantadora y tenga mucha química, algo necesario para que el espectador asiduo a este género se enternezca con la relación que surge en pantalla. Desde el primer instante saltan chispas entre Haley Lu Richardson y Ben Hardy, formando una pareja muy atractiva pero también simpática, siendo imposible sentir rechazo ante la idea de una unión romántica entre ellos. Ambos son el motor de esta historia pero también lo que eleva esta comedia romántica por encima de las miles de películas de este género que se estrenan semanalmente.
Haley Lu Richardson ya destacó en la comedia The White Lotus, y vuelve a mostrarse maravillosa y encantadora, con un rostro muy expresivo e irradiando ímpetu juvenil pero también una gran vulnerabilidad bajo esa mirada tierna y tímida a la par que coqueta con la que enamora a Oliver, interpretado por Ben Hardy, un personaje que mejora gracias al encanto y carisma del actor británico, a quien se augura una prometedora carrera como protagonista romántico si quisiera. La química entre ellos es innegable y es lo que hace que el espectador romántico crea en la posibilidad del amor a primera vista.
Como cualquier pareja, ninguno de ellos es perfecto, y pronto conocerán sus defectos, lo que no les impedirá seguir pensando el uno en el otro. Esos defectos son los que hacen a estos personajes aún más realistas, sin olvidarnos de Jameela Jamil como una perfecta celestina que nos narra la historia y ayuda a salir adelante este romance.
En resumen, La probabilidad estadística del amor a primera vista es una exitosa adaptación de una novela romántica que enamorará a los espectadores gracias a la gran química entre Haley Lu Richardson y Ben Hardy, quienes derrochan encanto y simpatía.