Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Chupa
Un niño solitario va a ver a su familia a México. En el cobertizo de su abuelo, se encuentra a una criatura mítica y se hacen amigos. Así empieza la aventura de su vida. Chupa es una historia sobre convertirse en adulto con Demián Bichir, Christian Slater, Evan Whitten, Ashley Ciarra y Nickolas Verdugo. Dirigida por Jonás Cuarón, completan el reparto Adriana Paz, Gerardo Taracena y Julio Cesar Cedillo. La película se estrena en Netflix el 7 de abril de 2023.
Cine familiar clásico
En el cine familiar podríamos ver como un género propio el de un niño o niña que acaba haciéndose amigo de una criatura extraña, algo que llevamos viendo desde décadas, como el caso de la mítica E.T., el extraterrestre con la amistad entre Elliot y el pequeño alienígena, o la maravillosa película animada Mi vecino Totoro en la que las pequeñas Satsuki y Mei entablaban amistad con Totoro. Todas estas películas buscaban tocar el corazón de los espectadores más pequeños, y esa misma base la toma Chupa, aunque en este caso el ser que conocen es un chupacabras, pero en su versión más joven es bastente lindo y amigable, no como la imagen que de inicio tenemos de esta criatura.
Así, en Chupa, el tímido Álex, de 13 años, vuela de Kansas a México para visitar a unos parientes que no conoce: su abuelo y excampeón de lucha libre Chava (Demián Bichir); su primo Memo (Nickolas Verdugo), un chaval hiperactivo obsesionado con el wrestling; y su intrépida y moderna prima Luna (Ashley Ciarra). Mientras Álex intenta adaptarse al nuevo entorno, se encuentra a un ser sobrenatural en el cobertizo de su abuelo.
Gracias a las leyendas, sabe que es un cachorro de chupacabras. Y de acuerdo al folklore local, el temible chupacabras adulto es un monstruo que se alimenta del ganado. Álex no tarda en descubrir que su nuevo amigo —al que bautizan como «Chupa»— guarda una misteriosa relación con su familia, y que el obstinado y peligroso científico Richard Quinn (Christian Slater) está a la caza de esta criatura incomprendida para intentar aprovecharse de sus poderes. Para proteger a Chupa del peligro, Alex emprende la aventura de su vida, una odisea que pondrá a prueba los vínculos de su recién descubierta familia y le recordará que los embates de la vida son más llevaderos cuando no tienes que afrontarlos en solitario.
Conociendo mejor al Chupacabras
Los aficionados a ver Cuarto milenio y programas del estilo, o revistas y webs relacionadas con seres mitológicos o temas paranormales, seguro que al oír chupacabras les viene a la mente la imagen de este críptido legendario descrito como un ser que ataca a animales de diferentes especies en zonas ganaderas o rurales. La primera vez que se habló de esta criatura fue en Puerto Rico en 1995, y desde entonces se han reportado diversos supuestos avistamientos en lugares lejanos incluso fuera del continente americano, como Rusia y Filipinas.
Si buen muchos aseguran haber visto al chupacabras, nunca se ha podido demostrar su existencia y entra dentro de lo que podemos llamar una leyenda urbana contemporánea. El nombre, como es obvio, deriva de las palabras «chupa» y «cabras», y de ahí proviene el nombre de la película, siendo a su vez el nombre que pone el protagonista a esta criatura.
Su nombre busca provocar cierto respeto a los habitantes de ciertas zonas, pero la película se encarga de recordarnos que no debemos temer lo desconocido, lo que sirve de doble lectura, tanto para la criatura como para la historia de Alex, que debe aprender a aceptar su herencia mexicana, pues Chupa pretende destacar con su mezcla de cultura y criatura tierna que podría matarte.
Más cerca de la ternura que del pavor
Cuando te adentras en una película que gira alrededor del chupacabras te esperas encontrar un ser horrendo que asesina animales y planta cara a los humanos, pero esta mezcla de perro y gato con alas luce más tierna de lo que pudiéramos imaginar antes de ver la película, claramente para captar a los espectadores más jóvenes y que no se asusten cuando salga el ser.
Más allá de lo que buscan con la imagen del chupacabras, la película tiene un toque de ternura general, especialmente cuando el niño y su familia se acercan, y el contraste de la vida en la visita a su nueva familia permite también escenas divertidas como cuando muestran la lucha libre mexicana. La relación de Alex con sus primos es de lo más destacable a nivel emotivo pues, a pesar de la barrera del idioma al principio, entre ellos se crea un maravilloso vínculo.
De esta forma, Jonás Cuarón presenta una historia de iniciación juvenil que tanto en su forma como en su contenido se acerca más al cine de Spielberg que al de su padre, y eso es lo que hace que la película encaje bien en la plataforma, siendo fácil de ver, con un reparto satisfactorio tanto a nivel interpretativo como desde un punto de vista inclusivo. También debemos destacar el gran trabajo de fotografía y el buen ojo del director Jonás Cuarón y su director de fotografía Nico Aguilar a la hora de deslumbrarnos con algunos planos.
Chupa es una película de fantasía adolescente que gustará al público más joven, a quien encantará lo lindo que luce el chupacabras, y si bien se nos olvidará al poco tiempo al no tener nada especial como para que nos acordemos de ella, se desmarca de la media de muchas otras películas que llegan a la plataforma y ni siquiera vale la pena aguantar hasta el final su visionado.
Es una hueso de película, los efectos son re-malos y la historia estereotipada.
Carnaza de tarde sin planes en Netflix. Da lo justico para que no la quitemos, pero se esperaba más de ella. Olvidable 100%