Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Ruido mental
Tras regresar a la casa de su infancia, un hombre que investiga un accidente en una fábrica vinculada a su padre termina desenterrando unos turbios secretos familiares. Dirigida por Steffen Geypens, Ruido mental es un thriller psicológico con Ward Kerremans (Tierra natal), Sallie Harmsen (Moloch) y Johan Leysen (El americano). Completan el reparto Jesse Mensah, Mieke De Groote, Katelijne Damen, Lize Feryn, Simon D’Huyvetter, Daphne Wellens y Jennifer Heyle. La película se estrena en Netflix el 17 de marzo de 2023.
Una casa con sucesos extraños…
Siguiendo los estándares de algunos escenarios clásicos del género de terror, Ruido mental comienza con una familia que se muda a una casa y se percata que las cosas no van bien en ella al ocurrir sucesos extraños. Sin importar la ubicación de la casa ni la nacionalidad de la película, este concepto de inicio está muy manido, pero siempre tiene algo que nos atrapa para saber lo que sucede a los protagonistas en su nuevo hogar.
Ruido mental narra la historia de Matt, un joven influencer que acaba de tener un hijo. Cuando descubre un turbio secreto del pasado de su padre, que ha perdido el juicio, Matt decide investigarlo más a fondo. Sus averiguaciones abren una caja de Pandora repleta de secretos y dramas familiares que nunca se habría imaginado. Entretanto, la preocupación se va apoderando de Liv, la esposa de Matt, que hará cuanto esté en su mano para no perderlo. Pero ¿y si ya es demasiado tarde?
…o no tan extraños
El género de terror hace uso siempre de estos sucesos extraños en un hogar para marcar el ritmo de los sustos que tendrá la película, pero curiosamente, a diferencia de otros títulos, aquí los protagonistas no tienen que descubrir ningún secreto extraño, sino más bien recuperar una historia del pasado del padre del protagonista principal, por lo que toda la historia se basa en la búsqueda de pistas del pasado familiar.
La idea de generar angustia con una investigación lejana del terror no funciona mal, pero lo hace tan sólo al inicio, especialmente cuando comienza a sentar las bases de su historia, pues una vez sabemos que no estamos ante una película de terror, a pesar de su ambientación, difumina la tensión para mantenerse en el drama con pizca de misterio y algo de thriller.
La idea detrás de la película es clara, y se juega con una música oscura, algo pesada, que marca el desarrollo de Matt mientras no puede concentrarse con la presencia de ruidos, algunos presentados de forma sutil y otros más evidentes. El tono de la producción es adecuado, y no dudo que su ritmo pueda atrapar a muchos espectadores mientras nos preparan de forma efectiva a lo que está por venir, pero todo ese trabajo previo desaparece al intentar jugar más con el engaño al espectador que con atraerlo con una buena historia.
Un debut que cumple con lo que se le pide
Como película de debut queda claro que cumple con lo que se la exige, sabiendo especialmente lo que pide Netflix, que son películas fáciles de ver, que atraigan cierto público durante las primeras semanas de su estreno, aunque luego puedan caer en el olvido para la posteridad. Sin destacar como terror ni como thriller, Steffen Geypenscumple lo que se le ha pedido, replicando algunas ambientaciones con estilo de otros cineastas, y tocando temas manidos muchas veces, sin llegar a destacar siquiera en la resolución, pero dejándose ver sin ganas de quitarla, especialmente por su escasa duración.
A nivel de reparto, sus dos protagonistas principales también cumplen con las exigencias del guion. Ward Kerremans como Matt da vida a un influencer que demuestra ser un niño malcriado sin idea de la responsabilidad que implica ser adulto y criar a un bebé, alejándose la película de una sucesión de escalofríos para derivar en una denuncia contra el hombre actual incapaz de afrontar los problemas sin sacar su mal humor. Junto a él tenemos a la alegre y siempre dispuesta Liv, interpretada por Sallie Harmsen, propietaria de un negocio de catering que intenta familiarizarse con el vecindario mientras aguanta mucho más de lo que cualquiera aguantaría junto a un inmaduro como Matthias. Ambos personajes van experimentando situaciones y avanzando en su día a día sin que se profundice demasiado en ellos dado que nada de lo que vemos parece tener un propósito concreto, encauzando unas escenas con otras sin mayor relevancia en los personajes.
En resumen, Ruido mental es un thriller bastante atmosférico del que no hay que esperar más que una sesión de cine a oscuras en casa sin pretensiones, dejándose ver gracias a una buena idea de base, una gran ambientación y un buen montaje, apoyado en un reparto que cumple con las exigencias, aunque pronto se difuminen las buenas intenciones derivando en un homenaje sin inspiración.
Me desilusionó. Quedaron cabos sueltos y no me conformó para nada el final. Con todos los problemas psíquicos del protagonista no pasó más nada. Y todo bien en la pareja y en esa casa. Mala película !
Una cagada de pelicula
No me gustó el final de la película la verdad la película muy pesima
Me decepcionó carece de un buen guión que concluya bien explicando los misterios del pasado y llevando a la pareja a un deseado final familiar
Sorprendentemente mala
Que película tan puramente pésima , malísima, le pongo 0 del 1 al 10, mas de hora y media perdiendo mi tiempo viendo eso!
Película malísima , le pongo 0 del 1 al 10, una hora y media de mi vida perdida con esa mrda!
Mala , muchas cosas inconclusas que jamás son explicadas, con un final vacío …
A mi me dio mucha flojera, muy lenta, con muchos cabos sueltos, sin pies ni cabeza, ya lo que quería era que se terminara, para mi una película de dizque suspenso pero muy mal ejecutada.