Los demonios de barro, que ha sido nominada al Premio Goya al Mejor Largometraje de Animación, aplaza su estreno en cines, previsto para el próximo 10 de febrero -en castellano y en euskera- de la mano de Syldavia Cinema. El film, cuya première internacional tuvo lugar en Annecy y que ha participado en el Festival de Sevilla y en Cineuropa (Santiago de Compostela), ha obtenido además varios galardones de prestigio en Portugal como los otorgados a la Mejor Banda Sonora en el prestigioso Caminhos Film Festival o al Mejor Largometraje en CINANIMA.
Rosa, una profesional de primera línea, muy valorada en el mercado empresarial, lleva una vida exigente dedicada por completo a su trabajo. La muerte de su abuelo, del que se había distanciado progresivamente por su inagotable trabajo, acaba provocándole un repentino ataque de estrés que pone en duda sus decisiones. Rosa decide entonces abandonar la ciudad y se lanza a buscar el lugar y los recuerdos de su infancia, vivida al lado de su abuelo.
Cuando llega a la propiedad aislada en medio del paisaje montañés, descubre que su abuelo le ha dejado un terreno prácticamente abandonado y la casa de su infancia casi en ruinas. Impulsada por el remordimiento y la necesidad de encontrar un nuevo rumbo para sí misma, intenta reconstruir la casa y los campos. Sin embargo, Rosa no está sola. Además de las personas con las que establecerá nuevos vínculos, aparece un grupo de demonios de arcilla modelados por su abuelo que parecen, a veces, cobran vida, aconsejándola y guiándola y consolándola, como él mismo habría hecho.
La película está dirigida por Nuno Beato. Prestigiosos intérpretes gallegos como Isabel Navieira, Monti Castiñeiras, Ledicia Sola o Celso Bugallo han prestado sus voces a los carismáticos personajes del film. Además, en su equipo de FX destaca Iñaki Madariaga, ganador del Premio Goya, el Premio Gaudi y el Premio EFA por El Hoyo. En esta tarea le ha acompañado, en esta ocasión, Raúl Campos.
Los demonios de barro trata temas de actualidad como la destrucción de la naturaleza, el abandono del campo, la superficialidad de las relaciones humanas en la vida moderna y la búsqueda de nuevas formas de vida en equilibrio con el entorno.
Descubre más desde No es cine todo lo que reluce
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.