Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Fast & Furious: Hobbs & Shaw
Fast & Furious: Hobbs & Shaw es el primer capítulo independiente de la franquicia Fast & Furious después de casi cinco mil millones de dólares recaudados a lo largo de ocho películas hasta la fecha de estreno de este spin-off en 2019. Dwayne Johnson y Jason Statham repiten en sus papeles habituales como Luke Hobbs y Deckard Shaw.
Este spin-off abrió una nueva puerta en el universo de la franquicia con una película de acción que transcurre en todo el globo, desde Los Ángeles a Londres, pasando por los tóxicos páramos de Chernóbil y los maravillosos parajes de Samoa. Dirigida por David Leitch (Deadpool 2) a partir de un guion de Chris Morgan, el habitual arquitecto narrativo de la saga,l a película se estrenó en cines el 1 de agosto de 2019 y llega a Netflix el 22 de febrero de 2023.
Ampliando el universo de la adrenalina y la velocidad
Desde que en Fast & Furious 7 (2015) se cruzaron los caminos del imponente agente Hobbs (Dwayne Johnson), un leal miembro de los servicios de Seguridad del Cuerpo Diplomático estadounidense, y del solitario mercenario Shaw (Jason Statham), ex miembro de un cuerpo de élite del ejército británico, los insultos, golpes y burlas no han cesado entre ellos para ver cuál de los dos cae antes.
Pero en Fast & Furious: Hobbs & Shaw, cuando un anarquista mejorado ciber-genéticamente llamado Brixton (Idris Elba), se hace con el control de una peligrosa arma biológica, el mundo se enfrenta a una de sus mayores amenazas. Cuando Shaw se entera de que además Brixton ha derrotado a su hermana, una brillante e intrépida agente secreta del M16 (Vanessa Kirby), él y Hobbs no tendrán más remedio que dejar su mortal enemistad a un lado para salvar el mundo y derrotar al único hombre capaz de acabar con ellos.
La familia se separa… pero crece
Desde el estreno de la primera película, titulada en España A todo gas, se habló de la posibilidad de expandir el universo de esta franquicia, especialmente por la cantidad de dinero recaudado por cada entrega. Son tantos los personajes que forman parte de la familia de Fast & Furious que es lógico pensaran en dar más espacio a muchos de ellos para desarrollar sus propias historias. Pero el problema quizás también partía de ese mismo concepto, pues algo importante de estas películas era el concepto de familia, por lo que se podría pensar que separarlos hiciera que perdiera el espíritu de la franquicia.
Chris Morgan, responsable de la historia de entregas anteriores, fue capaz de encontrar una solución, y es que en esta película claramente separan a Hobbs y Shaw de la franquicia pero introducen nuevos personajes además de mantener algunos ya conocidos, que bien podrían continuar con sus propias aventuras cinematográficas. Lo mejor de todo es que los nuevos personajes encajan muy bien en el universo ya asentado de Fast & Furious, aunque es necesario conocer la historia previa de Hobbs y Shaw para comprender los motivos por los que se comportan como lo hacen.
Acción familiar
Al igual que la familia es un concepto arraigado a la franquicia, un spin-off tampoco encajaría bien en este universo sin la acción a raudales que empapa cada entrega, y en Fast & Furious: Hobbs & Shaw consiguen llevar la acción hasta límites insospechados, rozando casi la parodia con la exageración con la que se representa, pero manteniendo la esencia original tanto a nivel de adrenalina como de vehículos implicados en las escenas en cuestión.
Para llevar la acción a nuevos niveles han contado con el director David Leitch, alguien que tiene una filmografía digna de ser elogiada por el exceso de acción, demostrando que sabe dirigir películas con escenas impecables como John Wick (Otro día para matar) (aunque no acreditado como director) o Atómica, pero también combinar humor y acción como ha hecho en Deadpool 2, sin olvidarnos de la más reciente y trepidante Bullet Train.
En la saga Fast & Furious nunca ha sido un problema que la acción sea inverosímil y poco realista, pues lo que importa es el espectáculo, y Leitch sigue ampliando este universo de persecuciones, tiroteos y explosiones manteniéndose fiel a la franquicia de la que proviene mientras nos recomienda tomarnos una biodramina para no marearnos con el ritmo vertiginoso de algunas escenas, importando más bien poco la historia, aunque haberla… la hay.
Fast & Furious: Hobbs & Shaw es un spin-off de la saga más adrenalínica que existe, que no olvida sus raíces y hace crecer la familia de este universo ya consolidado de coches y acción con música a todo trapo.