Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Ruido
Una madre que busca a su hija desaparecida contacta con un grupo de apoyo y forja un vínculo con otras mujeres cuyas vidas han sido destruidas por la violencia. Dirigida por Natalia Beristáin (La costa de los mosquitos) y protagonizada por Julieta Egurrola (Profundo carmesí), Ruido cuenta también en su reparto con Teresa Ruiz, Kenya Cuevas, Jimena González, Adrián Vázquez, Mariana Giménez, Arturo Beristáin y Pedro de Tavira Egurrola. La película se estrena en Netflix el 11 de enero de 2023.
De los festivales a las plataformas
Tras dirigir el corto Peces plátano (2007), Natalia Beristáin (Ciudad de México, 1981) debutó en el largometraje con No quiero dormir sola (2012), que se estrenó en la Semana de la Crítica del Festival de Venecia. Su segunda película, Los adioses, obtuvo el Premio del Jurado en el Festival de Morelia y formó parte de la selección oficial del Festival de Roma. También ha dirigido episodios para series como Historia de un crimen: Colosio, Luis Miguel: la serie o Mosquito Coast.
Ruido es el tercer largometraje de Beristain, y se presentó en el Festival de San Sebastián el pasado mes de septiembre de 2022, dentro de la sección Horizontes latinos, pudiendo verse ahora en Netflix esta película que da buena cuenta de la realidad que vive mucha gente en México y con una historia que puede resonar en muchos otros países. En la película, Julia es una madre, o más bien una de muchas madres, hermanas, hijas y colegas con la vida destrozada por la violencia generalizada en un país que libra una guerra contra sus mujeres. Julia está buscando a Ger, su hija. Y durante su búsqueda irá tejiendo las historias y las luchas de las mujeres con las que se encontrará por el camino.
Una película tan dura como la vida misma
Por desgracia, la triste realidad que se vive en México casi ha dado pie a un subgénero de cine sobre las desapariciones forzadas, y Natalia Beristáin entra con fuerza en esta categoría, con un guion de ella misma junto a Diego Enrique Osorno y Alo Valenzuela, creando un duro retrato de una madre en busca de su hija desaparecida.
La película, de esta forma, sigue la línea de otras películas recientes de temática similar como La Civil (2021), de Teodora Mihai, orientada más hacia la investigación y la violencia, o Te nombré en el silencio (2021), documental escrito y dirigido por Jose María Espinosa de los Monteros que gira alrededor del colectivo de Las Rastreadoras de El Fuerte, un grupo de madres de personas desaparecidas que se reúnen dos veces por semana para buscar en el campo en el norte de Sinaloa, México.
Por desgracia, la realidad muchas veces supera a la ficción, y Ruido combina con acierto la realidad con la ficción, mostrando tanto la ineficacia de la justicia como la corrupción de las fuerzas policiales, dando la sensación final de estar viendo un crudo documental pero con una elogiable narrativa. Con esos elementos podemos decir que estamos ante una película repleta de elementos de docuficción que incluye en su historia a diferentes asociaciones y colectivos de personas que buscan a sus seres queridos, utilizando a la protagonista para guiarnos en sus dinámicas.
La ira provocada por una injusticia
Beristáin nos obliga a presenciar ciertos momentos impactantes en Ruido, algunos de ellos son momentos difíciles de ver pues no siempre los muestra con cierta sutileza, evitando que podamos procesar adecuadamente lo que estamos viendo, pero parte de esa crudeza y su intención de conmover son transmitidos adecuadamente, siendo igual de difícil mirar esas escenas como dejar de verlas.
Como espectadores es imposible que no sintamos empatía por la protagonista, Julia, llegando a sentir la misma frustración que ella al no tener acceso a la verdad sobre lo que le ha pasado a su hija, consiguiendo que experimentemos la misma ira que esta madre, especialmente por la gran interpretación de Julieta Egurrola, con una capacidad sorprendente para emocionarnos y ponernos la piel de gallina, además de empapar nuestros ojos.
Egurrola no solo es capaz de transmitir la ira y el dolor causados por la impotencia, sino que logra emocionarnos con reacciones naturales y una interpretación repleta de verdad que por momentos nos hace olvidarnos que vemos una película y de nuevo nos acerca al documental. Junto a ella tenemos al grupo de apoyo a familiares de desaparecidos, entre los que destaca Abril, interpretada por Teresa Ruiz, una periodista que investiga el caso y ayuda a Julia a acceder a respuestas que ella no puede lograr por sus propios medios. Este personaje no solo sirve para apoyar a la protagonista principal, sino que tiene una historia propia que se logra ir desarrollando a medida que avanza la película, consiguiendo dar forma a otro personaje con el que conmovernos.
Ruido es una película que va más allá del hecho de contar una historia, pues tiene como objetivo invitarnos a seguir haciendo ruido para que no nos callemos ante estas desapariciones y homicidios, con una historia dura como la vida misma, capaz de retratar una difícil situación que se vive en México con una combinación equilibrada de realidad y ficción.
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