Las críticas de Daniel Farriol:
Mirada indiscreta
Mirada indiscreta (Olhar Indiscreto / Lady Voyeur) es un thriller erótico brasileño que tiene formato de miniserie-telenovela y está dirigido por Luciana Oliveira, Fabrizia Pinto y Leticia Veiga, con los guiones de Marcela Citterio y Camila Raffanti. La historia sigue a una joven hacker que se ha convertido en una voyeur incontrolable que vigila los encuentros sexuales que tiene una vecina prostituta con todos sus clientes. Un día, su destino cambia cuando conoce al hombre de sus sueños haciéndose pasar ella misma por prostituta. Pero, ¿será él lo que ella esperaba? Está protagonizada por Débora Nascimento (Pacificado, El increíble Hulk), Emanuelle Araújo, Angelo Rodrigues, Nikolas Antunes, Débora Duarte y Tânia Alves. La serie se ha estrenado en Netflix el día 1 de Enero de 2023.
El erotismo soft está de moda
La serie brasileña Mirada indiscreta (Olhar Indiscreto) es una telenovela «picante» que por su estilo podríamos emparentar en un mismo apartado del catálogo de Netflix con la trilogía polaca de 365 días o con la saga de 50 sombras de Grey donde los (presuntos) romances se embadurnan con un erotismo soft que solo escandalizaría a una generación de mujeres ya maduras que no tuvieron el mismo acceso al sexo que tienen las jóvenes de hoy en día. Está claro que existe un target de público que demanda estas ficciones, por algo existe un género literario de novela rosa erótica con multitud de escritoras de éxito como E.L. James, Sylvia Day, Megan Maxwell o Anna Todd, entre otras.
En la serie en cuestión, la protagonista es una joven e inteligente hacker informática, Miranda (Débora Nascimento), que se pasa los días trabajando encerrada en su apartamento con una única distracción que es vigilar los movimientos (nunca mejor dicho) de su vecina Cléo (Emanuelle Araújo), una prostituta de lujo que recibe a los acaudalados clientes en su casa.
La espía o Lady Voyeur (título en inglés de la serie) de esos encuentros sexuales, al principio se excita siendo mera observadora e imaginándose que está en el lugar de su vecina, pero un día ese sueño se hará realidad cuando la vecina le pida cuidar de su perro y le entregue las llaves de su apartamento. De pronto alguien llamará a la puerta mientras la chica está jugando a vestirse con la ropa de la escort y con una de sus pelucas, el cliente que llega a la casa es un atractivo hombre al que ya ha contemplado desnudo a través de su cámara y ahora lo tiene delante pidiéndole pasar la noche con ella a cambio de mucho dinero…
Sexo para salir de la zona de confort
El primer capítulo de Mirada indiscreta (Olhar Indiscreto) sienta unas buenas bases para ser exploradas después, ya que su concepción visual, más allá de referencias poco discretas a La ventana indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954) y a su remake apócrifo Doble cuerpo (Brian De Palma, 1984), recuerda bastante a aquellos thrillers eróticos que se hacían a finales de los 80 y durante los años 90 con títulos tan sugestivos como Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992), Nueve semanas y media (Adrian Lyne, 1986), Orquídea salvaje (Zalman King, 1989), Labios ardientes (Dennis Hopper, 1990), Sliver (Acosada) (Phillip Noyce, 1993), El cuerpo del delito (Uli Edel, 1993), El color de la noche (Richard Rush, 1994), Jade (William Friedkin, 1995) o Juegos salvajes (John McNaughton, 1998), por citar algunos de los más destacados.
Eran otros tiempos. En 1990 fue precisamente cuando Canal + emitió por televisión la primera película pornográfica codificada que reunió frente a la pantalla a muchos espectadores que no eran suscriptores y se conformaban con achinar los ojos delante de sombras y rayas que incentivaban su imaginación respecto a las imágenes que podía haber detrás. Ahora el sexo está en todas partes y al alcance de todos. La baza que juegan series como la que nos ocupa es darle un «enfoque femenino» que combina el elemento romántico con la atracción por la perversión o el sexo prohibido de las mujeres de clase media-alta como forma de evasión de su zona de confort, ya sea a través del sadomasoquismo de Grey, banalizando la prostitución u con orgías junto a enmascarados al más puro estilo de Eyes Wide Shut (Stanley Kubrick, 1999).
Las tres directoras y las dos guionistas de Mirada indiscreta (Olhar Indiscreto) creen que es suficiente con insertar un par de polvos en cada episodio para despertar la libido del espectador, utilizando un montaje dinámico, con imágenes que incluyen objetos situados de forma estratégica para tapar las partes pudientes o planos cortos que que simulen mostrar más de lo que realmente muestran. De hecho, sorprende que siendo cinco mujeres las que están detrás del proyecto se siga mercantilizando mucho más los cuerpos femeninos que los masculinos. Son otros tiempos, pero tienen la misma mentalidad retrógrada y bastante menos talento narrativo que en los 90.
Telenovela de sobremesa con un erotismo sacado de las páginas del Cosmopolitan
Mirada indiscreta (Olhar Indiscreto) es una serie muy discreta que, tras ese primer capítulo con posibilidades, acaba derivando hacia una intriga familiar imposible que se encuentra ambientada en dos espacios temporales distintos, todos los capítulos empiezan y acaban con una secuencia que acontece en el presente para contrarrestarla con lo sucedido tres meses antes e ir descubriendo las claves de los enigmas que se plantean.
Las pocas ideas interesantes del principio caen en saco roto como esas grabaciones que realiza Miranda en el móvil para recordar lo sucedido en previsión de si acaba heredando la enfermedad degenerativa de su madre, o el voyeurismo inicial de la chica que acaba relegado después a una mera excusa como detonante de la acción. Se nota que existe un intento de estilizar la imagen a través de planos que integran espejos, cristales y reflejos, pero en general parece que estemos viendo un comercial sobre perfumes más que una serie de suspense.
No niego que tendrá su público, pero la serie es inverosímil y tiene todos los elementos de un culebrón de sobremesa, los giros de guion se vuelven cada vez más absurdos, la trama familiar con crímenes del pasado parece una extensión de ¿Quién mató a Sara?, los escarceos sexuales de todos con todos y con predilección por las duchas no superan el erotismo de un artículo del Cosmopolitan y ni siquiera la presencia sexualizada de Débora Nascimento puede mejorar este desaguisado tan inane. Si te gustan las telenovelas con un poco de pimienta puede que te resulte entretenida, pero si buscas algo parecido a los thrillers de los años 90 huye despavorido.
Listado de episodios de ‘La gloria’ (Primera temporada)
La serie brasileña Mirada indiscreta (Olhar Indiscreto) está compuesta por 10 episodios de entre 35 y 49 minutos cada uno.
Episodio 1 – El año en el que viví dos vidas
Miranda espía a Cléo mientras está con un cliente en su casa. Más tarde, acepta cuidar a su perro mientras ella pasa el fin de semana fuera de la ciudad.
Episodio 2 – A toda acción se opone una reacción
Cléo le pide ayuda a Miranda, pero las cosas se complican. Diana le cuenta a Fernando la verdad sobre su hija Luisa.
Episodio 3 – Fragmentada
Miranda consigue escapar, pero no recuerda nada de su secuestrador. La inspectora Inês inicia una investigación para averiguar qué le ocurrió a Diana.
Episodio 4 – La mentira perfecta
Miranda se pone a hackear y descubre un secreto sobre el pasado de Diana. El comportamiento de Zoe llama la atención de la inspectora Inês y de Miranda.
Episodio 5 – Crimen y castigo
La inspectora Inês investiga a Helena. Miranda empieza a sospechar que Heitor tiene algo que ver con la desaparición de Cléo. Zoe recurre al chantaje.
Episodio 6 – Sombras del pasado
La inspectora Inês interroga a Miranda, que luego acude en ayuda de Luisa. Las autoridades identifican a un nuevo sospechoso en el caso de Diana.
Episodio 7 – Ella está entre nosotros
Rafael discute con Heitor. Miranda teme que Rita esté en peligro. Vitoria sorprende a la familia con una revelación inesperada.
Episodio 8 – El fondo del pozo es el sitio más caliente
La inspectora Inês interroga a Cléo. Miranda sospecha que Fernando trama algo. Una nueva inspectora se une a la investigación.
Episodio 9 – A la una, a las dos, a las tres… ¡adjudicado!
Después de sincerarse con la inspectora Inês, Miranda hace todo lo posible para descubrir la verdad sobre Heitor. Luisa y Vinícius huyen juntos.
Episodio 10 – El pasado está ahí fuera, el futuro dentro de mí
Miranda, muy afectada por la confesión de Cléo, se pregunta quién es realmente. A medida que salen a la luz oscuros secretos, la familia se desmorona.
¿Qué te ha parecido la serie?