Las críticas de Laura Zurita:
Ámsterdam
En la década de los años 30, tres amigos muy cercanos (Christian Bale, John David Washington y Margot Robbie) tienen un pacto para protegerse siempre, cueste lo que cueste. Sin embargo, los dos soldados y la enfermera se ven involucrados en un caso de asesinato del que son los tres principales sospechosos. Este hecho no pondrá en peligro su amistad, todos juntos intentarán demostrar que ellos no son los culpables. Pero no lo harán solos, los acompañarán varios aliados durante su misión. Y mientras están en la vorágine de salvarse de la cárcel, descubrirán uno de los mayores secretos de la historia de Estados Unidos.
Ámsterdam está escrita y dirigida por David O. Russell y cuenta con un gran elenco: Christian Bale, Margot Robbie, John David Washington, Alessandro Nivola, Anya Taylor-Joy, Andrea Riseborough, Chris Rock, Matthias Schoenaerts, Michael Shannon, Mike Myers, Robert De Niro, Taylor Swift, Rami Malek, Timothy Olyphant, Zoe Saldana, Beth Grant, Colleen Camp, Ed Begley Jr. y Christopher Gehrman. La película se estrena en España el 28 de octubre de 2022 de la mano de 20th Century Studios.
Gran reparto
El reparto de Ámsterdam es un rutilante conjunto de estrellas. Nadie discute la capacidad camaleónica de Christian Bale, o de Margo Robbie, o el talento de Anya Taylor-Joy o Rami Malek. Al gran Robert de Niro no lo mencionaremos, porque su currículo hace ya mucho que se ve tachonado de películas cuestionables. Tantas estrellas no bastan, sin embargo, para rescatar a una película cuyo armazón no la sostiene.
La idea de Ámsterdam tiene potencial, y capta el interés en un primer momento. No se sabe muy bien de qué va la historia, y se tiene una sensación de absurdo. De hecho, en ciertos momentos, tanto los personajes, el decorado y el guion tiene toques de teatro del absurdo, lo que podría justificar el desconcierto del espectador. Las conversaciones no cuadran con la acción, los personajes parecen limitarse a recitar líneas, los encuadres son excéntricos, y de tanto en tanto se diría que estamos en un teatro de guiñol. Es arriesgado, y por momentos parece que está cerca de dar resultado. Es una idea arriesgada, la de un guiñol con personajes reales y el humor surrealista, en una especie de fábula. No obstante, cuando el trazo es tan grueso que se pierde la imagen, y los actores parecen estar tan perdidos como el espectador, o el director es un genio que hace cine de autor o el resultado no funciona. Ámsterdam, desde luego, no funciona.
Conjunto menor que la suma de las partes
El principio es bueno, el reparto, como se ha dicho, estupendo, y la ambientación es opulenta y detallada, con un diseño de producción de verdadero lujo. Y, sin embargo, el conjunto es mucho menor que la suma de las partes. Con un metraje contenido y una mejor dirección de actores podría haberse salvado, pero Ámsterdam cae víctima de la moda de darle a las películas una dirección desmesurada (en este caso de dos horas y cuarto), con lo que el hastío amenaza al espectador toda la segunda mitad de la película.
La trama subyacente, basado en un hecho real, de la amenaza de un gobierno autoritario en los Estado Unidos en los años de entreguerras es muy relevante, sobre todo a la luz de hechos de al historia reciente, y merecería que se la tratara en un largometraje mejor y más sobrio.
Amsterdam intenta continuar la tradición de grandes producciones de Hollywood, éxitos de crítica y público, complicados y deslumbrantes, pero no lo consigue, y es una pena. Aunque la fachada es estéticamente brillante y atractiva, el conjunto es incompleto y, lamentablemente, aburrido.
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