Las críticas de David Pérez «Davicine» en el 70 Festival de San Sebastián:
Don’t Worry Darling (No te preocupes querida)
Alice (Pugh) y Jack (Styles) tienen la suerte de vivir en la comunidad idealizada de Victoria, la ciudad experimental de la compañía que alberga a los hombres que trabajan para el proyecto de alto secreto Victoria y también a sus familias. La vida es perfecta y la compañía satisface todas las necesidades de los residentes. Pero empiezan a aparecer grietas en su idílica vida, sacando a la luz destellos de algo mucho más siniestro que acecha debajo de la atractiva fachada. Y es entonces cuando Alice no puede evitar preguntarse qué están haciendo exactamente en Victoria y por qué. ¿Qué precio tendrá que pagar Alice para sacar a la luz lo que está pasando en este paraíso?
Dirigida por Olivia Wilde, Don’t Worry Darling (No te preocupes querida) está protagonizada por Florence Pugh, Harry Styles, Chris Pine, Olivia Wilde, KiKi Layne y Gemma Chan. La película se presenta en España en la sección Perlas de la 70 edición del Festival de San Sebastián.
De la interpretación a la dirección
Olivia Wilde (Nueva York, EEUU. 1984) es conocida especialmente por su faceta de actriz, en la que alcanzó la popularidad gracias a sus papeles en series de televisión como The O.C. o House M.D. (House). Entre sus créditos para el cine se encuentran Año uno (Harold Ramis, 2009), TRON: Legacy (Joseph Kosinski, 2010), Cowboys & Aliens (Jon Favreau, 2011), Her (Spike Jonze, 2013), Rush (Ron Howard, 2013) o Richard Jewell (Clint Eastwood, 2019).
En 2019 debutó como directora con la comedia Súper empollonas, nominada al BAFTA al mejor guion original, logrando uno de los debuts más célebres como directora de los últimos años gracias a su interesante y energética versión de las típicas comedia de instituto en la que los protagonistas trabajan para perder la inocencia y se prometen pasar una noche inolvidable antes de su graduación.
La crítica y el público fueron de la mano con su primer trabajo, consiguiendo nominaciones, galardones y una buena taquilla, por lo que no era de extrañar que lograra tener un buen presupuesto para su segundo trabajo como directora, Don’t Worry Darling, que se presentó por todo lo grande fuera de competición en la sección oficial del Festival de Venecia.
Viviendo en un mundo ideal,… o no
Don’t Worry Darling es una película que, si bien nos evoca otras películas en las que su protagonistas viven en sociedades perfectas creadas a medida, tiene la suficiente elegancia y brillantez tanto en su puesta en escena como en su reparto para destacar por si sola. La actriz y directora, más allá de las polémicas surgidas por la elección del reparto o los problemas durante el rodaje, se ha rodeado de nombres de la talla de Florence Pugh o Chris Pine para dar un mayor empaque a su producción, pero también aporta a la cinta mucho más como crítica social con el estilo de la mítica En los límites de la realidad.
Olivia Wilde, que también interpreta un papel con cierta relevancia, nos introduce de lleno en esta idílica utopía para diseccionar poco a poco todo lo que se esconde, no sólo dentro de la urbanización en la que viven los protagonistas, sino también en el interior de los personajes, especialmente los masculinos, todo ello con un esfuerzo sobresaliente para llevarnos hasta la vida de los años 50 donde las fiestas brillaban por el glamour, el alcohol y los espectáculos musicales.
No es idílico todo lo que reluce, y Alice, interpretada por Florence Pugh, es la responsable de ir poco a poco descubriendo las cosas que no encajan y las grietas que surgen en su idílico paraíso particular, y se acaba encontrando en una clásica situación de luz de gas, donde todos los hombres la apoyan e inducen a la joven a pensar que es ella misma la que altera su realidad, pero no respondiendo a ninguna de sus preguntas. Alice es testigo de todo lo que parece no estar donde debe estar, y de descubrir junto a los espectadores los detalles que demuestran que hay algo raro tras esa bella fachada, pero son demasiados los detalles sin respuesta (que no refuerzan la posterior resolución) los que hacen que pierda intensidad el desenlace final, pareciendo que la directora y el equipo de guionistas estaban poco interesados en dejarnos migas de pan para que desentrañemos el misterio y optando por ofrecer un drástico giro final que es tan absolutamente contemporáneo como sorprendente, y del que habría que haber permitido darnos más información, aunque fuera después de los créditos.
Un reparto de lujo para una lujosa urbanización
La versatilidad de Florence Pugh se vuelve a poner de manifiesto, una actriz que lo mismo la vemos como compañera de fatigas de Scarlett Johansson en Viuda Negra que realizando trabajos impecables en películas como Lady MacBeth o Midsommar. El peso de la película recae principalmente sobre sus hombros y el de su marido en la película, interpretado por Harry Styles, quien sale victorioso de su primer papel protagonista, y demuestra que es algo más que un cantante para adolescentes con las hormonas alteradas, sirviendo este papel como carta de presentación para el próximo James Bond gracias a su estilo y encanto, sin obviar su capacidad para esconder en la manga más de un recurso.
Pugh y Styles demuestran una gran química (y física) delante de las cámaras, y hacen parecer auténtico este idilio del que se empiezan a destapar ciertas sombras entre tanta luz, compartiendo protagonismo con Chris Pine quien, a pesar de tener un papel más breve, demuestra que también es capaz de dar vida a cualquier personaje, poniéndose en esta ocasión en la piel de un encantador pero inquietantemente jefe de proyecto que hace las veces de líder de una secta visionaria, capaz de convencer con su entusiasmo a cualquier inquilino de la urbanización, a pesar de las grietas que se van abriendo ante sus ojos.
Don’t Worry Darling es un elegante y luminoso thriller de suspense con el que disfrutarán los fans de las películas socialmente críticas que se mueven entre En los límites de la realidad y Déjame Salir. Además, la película permite un posterior debate y dará mucho sobre lo que hablar tras su visionado, pero este no es el lugar dado que no queremos hacer spoilers a los giros que ofrece y su consecuente mensaje, más allá de lo machista que era la sociedad en los años 50 y todo lo que queda aún por hacer para alejarnos de los errores cometidos en esa época.
¿Qué te ha parecido la película Don’t Worry Darling (No te preocupes querida)?
Discrepo.