Las críticas de Laura Zurita:
HollyBlood
Javi es un adolescente normal con una vida normal. Tan normal que no tiene nada especial como para que Sara se fije en él. Ella solo tiene ojos para HollyBlood, una saga literaria de vampiros. Javi está decidido a contarle a Sara que le gusta, pero una serie de imprevistos y malentendidos hacen que Sara crea que Javi es un vampiro sobrenatural. Todo se complica cuando ellos dos, junto a otros compañeros de clase, deberán enfrentarse a una antigua y maligna amenaza que habita en su instituto.
HollyBlood está dirigida por Jesús Font y protagonizada por Óscar Casas, Isa Montalbán, Carlos Suárez, Jordi Sánchez, Amparo Fernández, Piero Méndez, Lara Boedo y Jorge Silvestre. HollyBlood se estrena en España el 22 de julio de 2022 de la mano de Filmax.
Más allá de Crepúsculo
La idea de HollyBlood empezó como una parodia de la ilusión adolescente por la saga de Crepúsculo, y esto sucede en dos niveles. Por una parte, la saga de HollyBlood, en la que se burlan brutalmente de la sensualidad pacata de la serie, y copian con gracia el lenguaje corporal de algunos de los protagonistas. Por otro, hay un adolescente que circula por la película con una parodia del aire lánguido, la piel cerúlea y los ojos claros del Edward de Crepúsculo.
Hay una especie de mitología vampírica propia de HollyBlood, consistente en un batiburrillo de estacas, ajos, y agua bendita, como remedios antivampíricos de toda la vida, mezclados con la parafernalia de modernos cazavampiros y remedos de la superfuerza de las modernas versiones de no muertos (léase, una vez más, Crepúsculo). Afortunadamente todo es un tanto caótico y azaroso, clara señal de que no hay ninguna seriedad bajo todo esto, y que nuevas reglas se pueden ir inventando sobre la marcha.
Todo por la juerga
Esto es el elemento más liberador de la película, que no se toma a sí misma en serio en ningún momento y que todo es pura broma y juerga. Incluso los sustos que van incluidos se pueden tomar a broma, es decir, mejor hacerlo, porque es imposible asustarse de veras.
Como elemento conductor de la trama hay una comedia romántica, tan tenue y tontorrona como todo lo demás, de una chica loca por los vampiros, un chico loco por ella que se hace pasar por chica (y por vampiro), celos, rivalidades, y, por cierto, un vampiro.
Hay que añadir al cóctel una monja severa, un padre buena gente, una silla de ruedas y un cazavampiros con estacas romas, cuya madre recuerda tremendamente a la de Howard Wolowitz de la mítica serie The Big Bang Theory.
Los actores son simpáticos (hasta el vampiro), no paran de suceder cosas, y hay golpes de humor por doquier. Algunos chistes son mejores que otros, pero habiendo tantos, el resultado general es entretenido.
HollyBlood es una película con vocación gamberra, de adolescentes sobre adolescentes, para echarse unas risas con palomitas y refrescos, boba a veces, tierna otras, intrascendente siempre, que cumple con lo que promete; entretener.