jueves, mayo 2, 2024

Crítica de ‘Espejo, espejo‘: Impecable comedia coral, inteligente sátira social

Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Espejo, espejo

Cuatro miembros del personal de una empresa de cosméticos: el director de marketing que tiene casi la edad de la empresa, una asistente de 25 años, su hermana presionada para «salir del armario» y un administrador inseguro de 40 años, protagonizan esta comedia repleta de mensaje.

Tras el éxito obtenido con su ópera prima El Rey Tuerto (nominado al Goya a mejor director novel) en 2016, Marc Crehuet dirige y escribe su segundo largometraje de ficción, Espejo, espejo, protagonizado por Santi Millán, Natalia de Molina, Malena Alterio, Carlos Areces, Betsy Túrnez, Toni Acosta, Carlos Bardem, Verónica Forqué, María Adánez y Loles León. La película se estrena en cines el 20 de mayo de 2022 de la mano de Filmax.

¿Quiénes somos realmente?

Espejo, espejo es una comedia coral de enredo que plantea cuestiones como la identidad, el ego y las contradicciones de cada uno de nosotros, situándose en los días previos a la celebración del 50º aniversario de una empresa de maquillaje. Los personajes que trabajan en ella deberán enfrentarse a sí mismos y decidir quienes son y quienes quieren ser a partir de ahora.

En la vida lidiamos constantemente con nosotros mismos. Una parte de nosotros quiere algo, pero la otra desea lo contrario. Álvaro (Santi Millán), Cristina (Malena Alterio), Paula (Natalia de Molina) y Alberto (Carlos Areces) son cuatro empleados en crisis que trabajan para la misma empresa de cosmética. Luchan por lo que quieren mientras se enfrentan a sus propios reflejos ante el espejo. Ambición, miedo, amor y traición se mezclan en esta divertida y original comedia sobre la identidad. A veces tu peor enemigo eres tú mismo.

Mucho más que una mera comedia de enredo

El debut de Marc Crehuet en el cine con un largometraje de ficción fue con El rey tuerto, adaptación cinematográfica de la exitosa obra teatral escrita y dirigida por él mismo. Con ese referente, las expectativas puestas sobre su nueva película eran muy elevadas, y puede que la campaña promocional no haya sido la idónea. Parece que por los tráilers y pósters muchos esperaban que Espejo, espejo fuera una comedia más de enredo que aprovecha todas las cuestiones de identidad de género actuales para subirse al carro de la actualidad, pero es mucho más que eso.

Desde el principio, esta comedia logra toda nuestra atención gracias a unos títulos de crédito que captan a la perfección la distorsión de la realidad así como los cánones de belleza, superponiendo imágenes del reparto con obras de arte que encajan en lo que nadie puede discutir que es belleza. Junto a estos títulos de crédito, realizados por Pablo Sánchez, tenemos una original composición de Guillermo Martorell que nos atrapa desde el primer instante. Esta más que elogiable introducción deja claro que el apartado visual de la película jugará un papel importante, y es que durante todo su metraje somos testigos de conversaciones con los reflejos, conversaciones que vemos con naturalidad como si fuera sencillo lograr que los protagonistas mantengan charlas consigo mismos, pero para nada es sencillo.

Una vez arranca la historia en sí, Crehuet consigue llevar temas de candente actualidad, y que generan siempre polémica según en qué círculos, hacia la comedia de enredo, pero una comedia inteligente con un guion repleto de humor y mucha acidez. Se trata de una de esas películas en las que tenemos que ser capaces de comprender cada una de las frases en el contexto en el que se dicen, e incluso merece la pena un segundo visionado para exprimir aún más todo lo que oculta cada línea de guion. Como espectadores, somos testigos de la lucha de los protagonistas contra sí mismos, y es que todos tenemos siempre pensamientos que no somos capaces de llevar a cabo, pero están ahí, latentes, como un reflejo de lo que somos pero oculto a los demás.

Hasta los secundarios funcionan

A través de sus cuatro dispares protagonistas nos van reflejando una gran cantidad de temas que cada día evolucionan, desde la aceptación de uno mismo al concepto de belleza, pasando por el patriarcado en las empresas, las relaciones laborales y personales o la necesidad de ser siempre el mejor, cueste lo que cueste, sin olvidarse de la banalidad con la que se trata todo lo anterior. Muchos temas que consiguen llevarse a buen puerto gracias a un reparto que está magnífico en cada uno de sus personajes, encabezado por Santi Millán, Malena Alterio, Natalia de Molina y Carlos Areces, pero con mención especial para Carlos Bardem, Loles León y Verónica Forqué.

Un reparto tan amplio podría crear desequilibrios en muchas escenas, pero en esta comedia coral ningún actor destaca por encima de otro, pues todos están al servicio de la comedia y, lo que es más importante, al servicio del mensaje de la película, reforzándose unos a otros para que, en tan sólo 79 minutos, nos deje un sabor de boca muy agradable y muchos temas de conversación tras su visionado.

Santi Millán parece el motor sobre el que gira toda la historia, pues en él recaen algunos de los temas más complejos y la dificultad de asimilar los cambios a los que se enfrenta la sociedad actual, especialmente en la personas de cierta edad a los que todo esto les ha llegado demasiado rápido. Carlos Areces es el encargado de elevar la comedia hacia otros niveles, como él solo sabe, con un personaje que bien podría haber quedado como una parodia o excesivamente esperpéntico, pero consigue que empaticemos con él y nos demos cuenta de cómo se siente ante los cánones de belleza que parece han impuesto cada vez más las redes sociales. Natalia de Molina refleja la fortaleza de quien tiene un mensaje potente que ha calado hondo, pero incapaz de comprender realmente al prójimo, siendo también la que copa la mayor cantidad de escenas trascendentales, al menos a nivel de mensaje. Por último, Malena Alterio tiene la dificultad de tener el personaje de mayor carga emocional y con mayor dificultad de interpretación, alguien que debe empezar a aceptarse a si misma después de años de autonegación.

En cuanto a los actores que tienen menos peso en la historia, debemos destacar a Carlos Bardem en la piel del típico jefe que amolda sus decisiones a las de su inmediato superior, y vive estancado en las antiguas formas de dirección aunque quiera reflejar que es más moderno de lo que realmente es. Loles León confirma que es una secundaria de lujo, y aunque muchas veces la veamos de protagonista, lo que está claro es que con poco tiempo en pantalla confirma que es una de las mejores actrices de comedia capaz de elevar cualquier escena. Como ella, Verónica Forqué nos deja para el recuerdo este breve pero intenso papel, en el que como siempre dota de ternura y humor a sus personajes.

Espejo, espejo recurre al humor para presentarnos una inteligente sátira social, sabiendo que un mensaje con risas cala con más facilidad y es más difícil que nos lo quitemos de la cabeza. Crehuet logra una comedia inteligente, dinámica y ácida, que nos deja muchos deberes para que analicemos con tiempo y nos aceptemos tal y como somos, y como son los que nos rodean. A partir de ahora, veremos con otros ojos nuestro reflejo.


¿Qué te ha parecido la película?

Espejo, espejo

8

Puntuación

8.0/10

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