sábado, febrero 24, 2024

Crítica de ‘jeen-yuhs: Una trilogía de Kanye West’: Ye: El gigante que no se puede mirar al espejo

Las críticas de Fernando Quintero:
jeen-yuhs: Una trilogía de Kanye West

Estoy seguro que si hiciéremos una encuesta entre la población hispana, habría tres valoraciones para la figura de Kanye West: 1. Loco y narcisista; 2. Genio; 3. ¿Quién es ese? Justo de estas tres valoraciones es de lo que trata el documental jeen-yuhs: Una trilogía de Kanye West en sus tres apartados: hablando de un desconocido West en la escena del hip hop que intenta hacerse hueco entre los grandes raperos, dejando de lado su faceta de productor para consagrarse con una vena petulante con su disco debut y, finalmente, enloquecer, en términos clínicos, por una enfermedad mental como es la bipolaridad.

jeen-yuhs: Una trilogía de Kanye West es un acontecimiento documental icónico en tres actos de Clarence Simmons, alias Coodie, y Chike Ozah. Se trata de un retrato intimista y revelador de la trayectoria de Kanye West: desde sus años de formación hasta su vida actual como marca y artista de fama internacional.  La serie se estrena en Netflix el 16 de febrero de 2022.

acto I: VISIÓN

Kanye West act I

Todo comienza con un cómico de Chicago que ve la oportunidad de oro de poder seguir a una joven estrella hasta su objetivo. Coodie es el que se encarga de este documental y es quien presenta y narra la vida de West, como si de un discípulo de Jesús se tratara. Y no, no comparo a Kanye West con Jesús, a pesar de que el artista se haya referido a sí mismo como Dios en alguna ocasión, sino que me valgo de esta metáfora por la narrativa religiosa que contiene este documental, sobre todo en su último acto.

El cómico, convertido en camarógrafo y director, es testigo y nos deja presenciar la personalidad de Kanye West intentando hacerse hueco en un mundo lleno de raperos que cantan sobre «furcias», «pipas» y drogas. Pero el productor es distinto a todo esto, pues es pionero en este género intentado cantar sobre vivencias más personales e influencias artísticas, pero lo que no espera al llegar a Nueva York es que le traten como un productor de pacotilla y que se rían de él en todo momento, haciéndole pensar que va a firmar con Roc-A- Fella Records, solo para que siga componiendo para ellos. Y aquí vemos a un Kanye West distinto a lo que estamos acostumbrados a ver desde 2004. Vemos al Kanye West que se resigna ante los comentarios de los que están por encima suya, poniendo siempre la otra mejilla y aguantando estoicamente las burlas constantes de incluso quienes fueron sus amigos de la infancia. A pesar de todo esto… es Kanye.

El productor-rapero quiere desquitarse de este calificativo, para que lo adjudiquen como rapero, a secas. Y la verdad, si todo lo que muestra Coodie en este documental es tan real, se merece ser el artista contemporáneo más grande de la escena del hip hop. No hay secuencia en la que West esté trabajando, ya sea cantando, como produciendo o incluso con comentarios que luego convierte en música, y todo ello se ve premiado con la firma del cantante en Roc-A-Fella Records, en mayor medida por el miedo de los artistas de esta discográfica a que pudiera producir para otras compañías puesto que, el todavía productor, había producido casi la totalidad del CD «Blueprint» de Jay-Z. Pero lo que Dios te da, Dios te lo puede quitar con un accidente de tráfico.

Mientras conduce de camino a Los Ángeles para grabar su álbum debut «The College Dropout», sufre un accidente que le lesiona la mandíbula pero, a pesar de amilanarse, sigue produciendo y le vale como experiencia para su primer single «Through the Wire». Es la manera más poética de querer decir que ni siquiera un alambre en la boca va a poder pararle ni alejarle de su destino. Aquí es donde se ve la grandeza de quienes son alguien en la historia, los luchadores, inconformistas que ignoran cualquier señal o insulto para desviarse de su camino.

En este acto vemos el accidente de Kanye West y también la «muerte» de Kanye West. A pesar de que se le ve arrogante en algunos aspectos, es después de la firma del rapero con la discográfica cuando el gigante hace acto de presencia y deja de verse en el espejo.

acto II: DETERMINACIÓN

Kanye West act II

Kanye West ya es uno más de la familia de Roc-A-Fella Records y es oficialmente un rapero para los millones de seguidores que va a tener. Pero el camino continúa, porque aun no es el más grande. El apoyo de los suyos es importante, aunque no tiene «suyos», o al menos así lo considera él. La única persona que le importa es su madre, quien es la protagonista de sus historias y su vida, y la que le ha dado la oportunidad de ser quien es y Coodie lo representa fielmente en este documental.

Pero la admiración que siente la madre por él necesita que se vea reflejada en otros artistas que escuchen sus letras y no para hasta que cantantes de la talla de Pharrell Williams y Ludacris, entre otros, se rindan ante lo que escuchan. De esta manera, «persigue» a estos artistas y la fiel idea de que su álbum va a ser el más grande jamás compuesto.

Todo el documental se centra en la producción y grabación de «The College Dropout», llamando a cantantes como Jamie Foxx, Mos Def o Common para que colaboren, pero no siendo esto el reclamo principal, puesto que parecería que se trata más de un disco de productor como los que escuchamos hoy de Metro Boomin o DJ Khaled. El hecho de que haya ausencia de otros artistas en las canciones, hace que se eleve más la figura de West y de paso también su ego.

Es interesante ver la evolución del disco. De cómo empieza todo, los volantazos que tiene (nunca mejor dicho), el proceso de rehabilitación y aprendizaje para su música y el esfuerzo. Un esfuerzo que al final se ve recompensado con la friolera de 10 nominaciones en los Grammys y la obtención de tres de ellos, el más importante el de Mejor Álbum de Rap. No olvidemos que se le había denegado por no tener la apariencia del típico gangsta de barrio, lo que hace mayor logro aun que se llevara este premio.

Ya había ganado y ya era famoso pero, a pesar de que había sobrevivido a su accidente, la vida aun le tiene preparada curvas que debe coger.

acto III: DESPERTAR

Kanye West act III

La fama es transitoria. Mucho de los actores, cantantes y artistas en general que hemos seguido en alguna ocasión, hoy en día no sabemos dónde están. Bien porque quieren desaparecer de los focos, porque no consiguen remontar sus carreras o porque no son de los que llaman la atención. Kanye West es todo esto y más. Y no, no es un halago.

Hay quienes saben cuándo colgar los guantes, pero West sabe que está hecho para hacer historia, sea ya musicalmente o diciendo que la esclavitud fue una elección de sus antepasados. La cosa es que sabe llamar la atención de mejor o menor manera y, lo peor, piensa realmente que lo que está diciendo es lo correcto.

Puede que esto sea debido a algunos traumas de su infancia, al hecho de que no le hayan tomado en serio, a la ausencia de su madre de manera tan repentina o que sea algo crónico. Que la bipolaridad haya sido un fantasma que le ha acechado durante su vida, pero es ahora cuando se está haciendo grande en él. Obviamente una persona negra que esté cuerda no apoya a Donald Trump, ni hace alusiones tan racistas que hasta Mel Gibson quede como un santo a su lado, pero cuando una enfermedad mental ataca de esta manera y encima lo hace a una estrella a nivel mundial, todo lo que suelta se multiplica por un millón y esto cansa. Pero, como he dicho antes, es Kanye West, apodado ahora Ye, nombre que ni siquiera le gustaba en su juventud.

Este acto es el más religioso de todos y creo que sirve para demostrar el daño que siente West y cómo intenta exteriorizarlo a través de una enfermedad. Se le muestra roto. Es el típico juguete que Hollywood ha destrozado, como si de un niño Disney se tratara. Y toda la hora y pico se sirve para su final: hay que rezar por él.

La verdad sea dicha. Kanye West será una de las personas más zumbadas que hay en el mundo, pero será recordado para bien. No olvidemos que hoy en día alabamos a artistas que en su momento fueron tachados de locos y parias como (comparaciones a parte) Salvador Dalí, Amy Winehouse, Marcel Duchamp, etc. En su momento se le elogiará como un genio incomprendido en un época que no le subo apreciar.


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jeen-yuhs: Una trilogía de Kanye West

7.5

Puntuación

7.5/10

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