No es cine todo lo que reluce se ha desplazado hasta el 54 Festival de Sitges 2021. Cada día compartimos con todos vosotros cuáles son nuestras primeras impresiones sobre todas las películas que hemos tenido la oportunidad de ver durante estos diez días dedicados al terror y la ciencia-ficción en el lugar más emblemático para hacerlo y con el incomparable ambiente de entusiasmo por el género que se vive en la ciudad de Sitges. Hoy os hablamos de las películas: Censor, Cliff Walkers (Impasse) y Mona Lisa & The Blood Moon.
CLIFF WALKERS (IMPASSE)
Dirigida por: Zhang Yimou
Intérpretes: Zhang Yi, Qin Hailu, Zhu Yawen
País: China
Oficial Fantàstic Competición
Sinopsis: Es el comienzo de los años treinta; en Harbin, cuatro agentes del partido comunista chino que han sido entrenados por los soviéticos deben llevar a cabo una misión.
Nuestra opinión: El bueno de Zhang Yimou nos ha regalado dos películas en un mismo año: One Second, una fábula dramática sobre la amistad y la pasión por el cine que inauguró el pasado Festival de San Sebastián, y esta Cliff Walkers (Impasse), un vertiginoso thriller de espías a la vieja usanza que no deberías perderte. Manufacturada de forma elegante y prodigiosa, la película tiene una fotografía excelsa de Zhao Xiaoding que nos regala algunos de los planos (casi siempre nevados) más bellos que hemos podido ver hasta ahora en el Festival. La única pega son sus dos horas de duración y que en la segunda mitad pierde fuelle, pero la primera hora es absolutamente magistral.
Yimou maneja como nadie las secuencias de acción y suspense, una de ellas acontece en el interior de un tren al igual que sucedía en la coreana El imperio de las sombras (Kim Jee-woon, 2016) con la que podría emparentarse fácilmente en un programa doble. Es una lástima que al final quedemos enredados en la maraña de su confusa trama llena de traiciones y espías jugando a un doble o triple juego, lo que nos lleva a caer en el aburrimiento o la sensación de distanciamiento con lo que sucede en pantalla. Su clasicismo exacerbado, una propuesta visual fascinante y un reparto con grandes nombres nos auguran un espectáculo de primer orden que, tal vez, no encuentre su target de público específico en Sitges, pero seguro que lo hará cuando llegue a nuestras pantallas porque es un peliculón de espías para recordar.
MONA LISA & THE BLOOD MOON
Dirigida por: Ana Lily Amirpour
Intérpretes: Kate Hudson, Jeon Jong-seo, Craig Robinson
País: Estados Unidos
Inauguración
Sinopsis: Una misteriosa chica, conocida con el sobrenombre de The Lunatic y poseedora de unas habilidades peligrosas, logra escapar del hospital psiquiátrico donde lleva recluida toda la vida. Tras su huida, la joven llega a las calles de Nueva Orleans, un lugar lleno de personajes pintorescos que empezarán a cruzarse en su camino. Esos encuentros desencadenarán una vorágine de acontecimientos con consecuencias inesperadas.
Nuestra opinión: La película inaugural de este año ha sido el nuevo trabajo de Ana Lily Amirpour que ha venido a presentarla a Sitges. En su emblemática obra Una chica vuelve a casa sola de noche (2014) ofreció una interesante vuelta de tuerca feminista al mito vampírico rodada en blanco y negro y con una minimalista puesta en escena que fascinó a propios y extraños. En Amor Carnal (The Bad Batch) (2016) se encaminó hacia la ciencia-ficción post-apocalíptica con un trabajo que tenía un arranque espectacular, pero que luego se perdía en una deriva pseudo-romántica y filosófica bastante poco digerible. Es lo mismo que le sucede en su nuevo trabajo Mona Lisa & The Blood Moon, una fábula naïf e intrascendente que tras unos prometedores 40 minutos iniciales se diluye en la nada por culpa de la falta de consistencia de su guion.
Este relato luminoso y con buenas intenciones, a ritmo de melodías electrónicas bailables, es un trabajo desangelado que solo brilla esporádicamente cuando Amirpour abraza de lleno el fantástico y nos descubre, con un viejo y efectivo truco de cámara, el poder que tiene la protagonista para gobernar a su antojo la voluntad de sus víctimas. Subyace un discurso sobre la liberación de la mujer y contra el sistema patriarcal, pero queda sepultado bajo el tono desenfadado y ligero del que no se desprende la película ni en sus momentos más truculentos. Por lo demás, es un filme insulso, aburrido y bastante infantiloide. Ni siquiera la sorprendente aparición de Kate Hudson consigue hacer levantar el vuelo de este decepcionante trabajo.
CENSOR
Dirigida por: Prano Bailey-Bond
Intérpretes: Niamh Algar, Michael Smiley, Nicholas Burns
País: Reino Unido
Oficial Fantàstic Competición
Sinopsis: Enid se toma su trabajo demasiado en serio: es censora de películas, y a veces se pasa con el tijeretazo. Obsesionada por la desaparición de su hermana años atrás, su mundo se viene abajo cuando descubre que se ha producido un asesinato de manera muy similar a una escena que no censuró.
Nuestra opinión: Censor será para mi una de las películas-sensación del Festival, pese a sus grandes imperfecciones y a desaprovechar parte del potencial de su sugerente punto de partida. Está ambientada en una época de represión no demasiado lejana donde la censura británica mutilaba las películas de videoclub para recortar las escenas más sangrientas que los estamentos de poder y el populacho más rancio vinculaban directamente con la violencia pergeñada en la vida real. El eterno debate de si la violencia en el cine provoca que las personas seamos más violentas o si en realidad la ficción lo único que hace es satisfacer un impulso violento ya existente en nuestro interior. El tema de la censura está de plena actualidad con esas hordas de buenistas y ofendiditos preocupados por revisionar la historia del cine desde un prisma sociológico actual que no contextualiza cómo y dónde fueron gestadas esas obras.
La debutante Prano Bailey-Bond sorprende con un trabajo valiente y maduro que reflexiona sobre la violencia hacia la mujer en el cine y en la vida, con leves toques de humor negro y una inteligente puesta en escena que juega con el formato de pantalla para encontrar el paralelismo entre el pensamiento de la protagonista y la realidad que le rodea. En ese juego perverso de cine dentro del cine la directora se permite algunos hallazgos y soluciones visuales que conjugan lo vintage con lo innovador para no perder de vista el nuevo enfoque en el género que están ofreciendo las directoras emergentes, pero dentro de una reconocible ambientación como reflejo de una época pasada. El cine exploitation y la hipocresía social en el punto de mira de este brillante y claustrofóbico filme de terror psicológico que resulta tremendamente sensorial en su descripción de una mujer al límite de la cordura que se refugia en un trabajo que le otorga la posibilidad de eliminar imágenes a cambio de olvidar su propio pasado traumático. Cuando todo se mezcla y confunde en su cabeza, el desenlace no puede ser un happy end. Censor tiene aroma de película de culto y el nombre de su directora el de alguien a quién deberemos seguir de cerca.
