La primera toma de muchos ciudadanos con una ruleta es a través de la televisión, donde no pocas películas han recreado su contexto en salones de juego con especial protagonismo de este juego. Conocer su funcionamiento es otra historia y requiere de una cierta dedicación, más allá del cine. Las reglas de la ruleta no tienen mucha ciencia, pero para saber apostar hay que saber lo básico. Así que presta atención y apunta porque aquí se dejan los puntos principales en el funcionamiento de esta tradicional modalidad de casino.
La popularidad de la ruleta radica en su sencillez y quizás es por eso que reaparece año a año en la pantalla grande. Todo tipo de público, novato o experimentado, encuentra su espacio para apuntarse a la partida, si bien es necesario tener una noción básica del funcionamiento, para no perderse en el primer intento. El juego consiste en dos elementos. Por un lado, está la ruleta, donde se agrupan los números del 1 al 36, agrupados en colores rojo y negro. A ellos se suma el 0, con color verde; que es un número clave para entender el desarrollo de la partida. Esta es la ruleta europea y en el caso de la modalidad americana, se añade una casilla doble cero (00).
Una persona, llamada croupier, se encarga de tirar una bola, que tras dar una serie de vueltas cae en un número. Por otro lado, hay una mesa en la que se muestran todas las opciones para apostar. Los jugadores tienen fichas, cada una con un valor determinado, y realizan sus apuestas colocando las fichas sobre las apuestas, siempre bajo su único criterio. En función de la modalidad o de la partida, hay una apuesta mínima. El tiempo para realizar las apuestas es limitado y, una vez finalizado, el croupier recoge las fichas y procede a lanzar la bola para conocer el resultado.
Multitud de jugadas
El objetivo de los jugadores es adivinar en cuál de los 37 números caerá la bola y para ello hay muchas opciones. Porque adivinar una posibilidad de entre 37 es un reto arduo complicado y, si ésta fuera la única posibilidad, el juego perdería muchísimo atractivo. Las opciones de acierto, en cambio, son mucho mayores. El jugador puede realizar muchas apuestas, tales como el color (rojo o negro), la característica par o impar, un número concreto o hasta cuatro ubicados de forma adyacente; así como la ubicación definida por diferentes parámetros (calle, columna o docena) u otras variables. Por ejemplo, es posible apostar que el número es par, se encuentra entre el 1 y 18, y está en la columna del 3. Si el número resultante es el 12; las tres apuestas serían ganadoras. Si la bola cae en el 0, solo sería posible ganar una apuesta a un número concreto (que sería el cero), ya que el resto de las opciones quedan anuladas.
Difícilmente películas como Diamantes para la eternidad se adentran en tantas opciones, principalmente por el tiempo y porque la trama también contempla la actitud y comportamientos de los personajes en el contexto. Así que para conocer bien el funcionamiento de la ruleta cabe realizar un análisis previo y lanzarse a jugar, ya que ésta es la mejor forma para conocer las reglas con detalle y poder disfrutar de la experiencia. El juego es flexible y cómodo; y el jugador aprende con el paso de las partidas. La ventaja es que la facilidad del juego provoca que no se requiera mucho tiempo para su total aprendizaje.
Apuestas sencillas y múltiples: porcentajes
Un aspecto que resulta difícil de entender en las películas es el de los porcentajes y la organización de las apuestas sencillas y múltiples. Las primeras hacen referencia a aquellas que dejan un porcentaje de posibilidades de acierto en un 48,65% (no llegan al 50 debido a la presencia del cero). Se trata de las apuestas a rojo o negro, par o impar o a los grupos de 18 números, es decir del 1 a 18 y del 19 a 36 cuando se trata de la ruleta europea; y del 1 a 19 y de 20 a 38 en la modalidad americana. El beneficio es el doble de la cantidad apostada, por lo que una apuesta de 5 fichas al rojo supondría un retorno de 10 fichas en el caso de acertar.
Las apuestas múltiples requieren de más complejidad, si bien otorgan al juego de un atractivo que lo difiere de otras modalidades. Las posibilidades son muy numerosas y responden principalmente a la agrupación por series de números. En este caso, el porcentaje de opciones de acierto se reduce en comparación con las jugadas sencillas, a medida que el beneficio aumenta. A mayor dificultad de acierto, el premio es mayor. En las apuestas múltiples se incluyen aquellas a un único número, que es la que más beneficio otorga, ya que multiplica por 36 la inversión realizada. También es posible jugar a dos, tres o cuatro números adyacentes; así como a grupos de hasta 12 números.